El vértigo es un trastorno del equilibrio que se caracteriza por una sensación ilusoria de movimiento, como si todo estuviera girando alrededor de la persona o como si el propio cuerpo estuviera en constante movimiento. Aunque a menudo se confunde con el mareo, el vértigo tiene sus propias connotaciones y puede ser un síntoma de diversas condiciones médicas.
Lo primero que hay que hacer para diagnosticar el vértigo es describir la sensación que experimenta el paciente. Luego, se realizan pruebas en el sistema nervioso central y el oído interno para encontrar la causa subyacente. Si se sospecha que el flujo sanguíneo hacia el cerebro es insuficiente, puede aplicarse una ecografía Doppler, una angiografía por TC, una angiografía por resonancia magnética (RM) o una angiografía por catéter. El tratamiento se planifica en función del diagnóstico.
El vértigo se evalúa en dos grupos, central y periférico
Vértigo central
Está causado por problemas originados en el sistema nervioso central. En este grupo se examinan los mareos originados en el cerebro, el tronco cerebral y el cerebelo. Enfermedades como las hemorragias, los accidentes cerebrovasculares, las migrañas, los tumores o la esclerosis múltiple (EM) forman parte de este grupo.
Vértigo periférico:
Las enfermedades del oído interno y de los nervios del equilibrio se incluyen en este grupo. Son más comunes la enfermedad del conducto semicircular, la enfermedad de Meniere y la neurinitis vestibular.
¿Cuáles son los síntomas del vértigo?
El síntoma más común del vértigo es la sensación subjetiva de movimiento, ya sea de los objetos que lo rodean o del propio cuerpo. Esta sensación puede ser de giro, balanceo, desplazamiento o rotación, y suele ir acompañada de otros síntomas, como:
Náuseas y vómitos: muchas personas experimentan náuseas y vómitos durante los episodios de vértigo.
Mareo y desequilibrio: el vértigo puede provocar una sensación de mareo y desequilibrio, lo que dificulta la capacidad de mantenerse en pie o caminar correctamente.
Problemas de audición: en algunos casos, el vértigo puede ir acompañado de pérdida de audición o zumbido en los oídos.
Movimientos oculares anormales: el vértigo puede causar movimientos oculares involuntarios y rápidos, conocidos como nistagmo.
Estos son solo algunos de los síntomas más comunes del vértigo, pero cada persona puede experimentarlos de manera diferente. Es importante consultar a un médico si se experimentan estos síntomas para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado.
Diagnóstico y tratamiento del vértigo
El diagnóstico del vértigo se basa en una evaluación médica completa, que puede incluir:
Historial médico: el médico realizará preguntas sobre los síntomas, la frecuencia y la duración de los episodios de vértigo.
Examen físico: se realizará un examen físico para evaluar el equilibrio, la audición y los movimientos oculares.
Pruebas de audición: se pueden realizar pruebas de audición para evaluar la función del oído interno.
Pruebas de imagen: en algunos casos, se pueden solicitar pruebas de imagen, como resonancia magnética o tomografía computarizada, para descartar otras condiciones médicas.
El tratamiento del vértigo depende de la causa subyacente y puede incluir:
Medicamentos: en algunos casos, se pueden recetar medicamentos para aliviar los síntomas del vértigo, como las náuseas y el mareo.
Maniobras de reposicionamiento: para el vértigo posicional paroxístico benigno, se pueden realizar maniobras específicas para reposicionar las partículas de calcio en el oído interno y aliviar los síntomas.
Terapia de rehabilitación vestibular: esta terapia puede ayudar a mejorar el equilibrio y reducir los síntomas del vértigo a través de ejercicios específicos.
Si el vértigo es causado por otra enfermedad, como la de Ménière o la esclerosis múltiple, se debe tratar esa enfermedad para aliviar los síntomas del vértigo.
Es importante seguir las recomendaciones y el tratamiento proporcionados por un médico especialista para aliviar los síntomas del vértigo de manera segura y efectiva.
Consejos para aliviar los síntomas del vértigo
Además del tratamiento médico, existen algunos consejos que pueden ayudar a aliviar los síntomas del vértigo:
Descansar: es importante descansar durante los episodios de vértigo y evitar actividades que puedan empeorar los síntomas.
Evitar movimientos bruscos: evitar movimientos rápidos de la cabeza, como levantarse rápidamente o girar bruscamente, puede ayudar a reducir los episodios de vértigo.
Mantenerse hidratado: beber suficiente agua puede ayudar a aliviar los síntomas del vértigo.
Evitar desencadenantes: identificar y evitar los desencadenantes del vértigo, como el estrés, la falta de sueño o ciertos alimentos, puede ayudar a reducir los episodios.
Apoyo emocional: el vértigo puede ser estresante y afectar la calidad de vida. Buscar apoyo emocional, ya sea a través de la familia, amigos o grupos de apoyo, puede ser beneficioso.
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