¿Tienes miedo a estar soltero? Puedes padecer «anuptafobia» y no saberlo
Esta condición se presenta generalmente entre los 30 y los 40 años. El estado de “soltería” puede traducirse en un verdadero miedo que puede llegar a convertirse en una verdadera obsesión.
Para muchas de estas personas, esta condición puede traducirse en un verdadero estado de miedo que les obsesiona y desean solucionar tan rápido como sea posible. Hoy, te explicaremos en qué consiste la Anuptafobia y cuáles son las señales que debes tener en cuenta para saber si la padeces.
¿Qué es la anuptafobia?
La anuptafobia es el miedo intenso e irracional a la soltería o a no estar sentimentalmente involucrado con otra persona. Se presenta tanto en hombres como en mujeres y puede causar graves problemas de salud mental en los casos más severos.
Aunque se presenta en ambos sexos, suele presentarse más en mujeres que en hombres entre los 30 y los 40 años. Una de las causas más frecuentes tiene que ver con el legado cultural donde ha crecido el individuo, ya que normalmente la sociedad a esa edad espera que la mujer encuentre una pareja y ya haya formado una familia. Este tipo de costumbres culturales pueden llevar a desarrollar expectativas demasiado altas en este sentido y a iniciar una búsqueda desenfrenada de pareja. La persona que sufre anuptafobia está siempre en un estado de búsqueda con el fin de encontrar a alguien con quien asociarse, pero, como no lo consigue, puede sufrir ataques de pánico, llegando incluso a desarrollar depresión.
¿Qué señales se deben tener en cuenta?
Estas señales son solo indicaciones que deben analizarse en conjunto y no como comportamientos individuales, por lo tanto, si experimentas un ataque de pánico ante la posibilidad de estar soltero o no poder encontrar pareja, te recomendamos que consultes a un psicólogo o a un médico lo más pronto posible.
Exageras durante las primeras citas.
Durante las primeras citas adoptas actitudes «salidas de tono» e impropias de ti, como hablar demasiado, hacer preguntas demasiado personales o ignorar y violar el espacio personal de la otra persona. Esto se debe a que tú percibes que toda la fase de conocimiento mutuo es innecesaria y te gustaría pasar directamente a oficializar la relación.
No eliges con cuidado a tus parejas.
Dicho de forma clara, te conformas con el primero que llega con tal de no quedarte solo o sola. Y si alguien te señala que tu nueva pareja no es adecuada para ti, te enojas afirmando que simplemente no quiere verte feliz, esquivando la realidad del asunto.
Mantienes a todos tus ex en espera.
La idea de cortar por completo los lazos con tus antiguas relaciones está fuera de lugar, no solo porque quieras mantener una bonita amistad con ellos, sino porque en caso de que te quedes soltero/a, tenerlos como relleno te tranquiliza.
Te mantienes en relaciones tóxicas y sin futuro.
Eres consciente de que no deberías estar en una relación con deshonestidad, infidelidades o una pareja emocionalmente inaccesible, pero tienes miedo de abandonar la relación, ya que ante tus ojos es mucho mejor tolerar un comportamiento tóxico que estar soltero.
Siempre estás en una relación.
Incluso si acabas de pasar por una separación, tiendes a buscar rápidamente una pareja de reemplazo en lugar de tomarte un tiempo prudente para sanar y recuperarte del trauma. Este tipo de comportamiento no permite analizar los errores e impide conocer los beneficios del estado soltero.