11 objetos llenos de bacterias que estás usando en estos momentos
Los objetos personales están más sucios de lo que creemos. Las bacterias que se sitúan en ellos podrían invadir nuestros teléfonos, computadoras, ropa de gimnasia, bolso, entre otras cosas. Es importante tener el tiempo para limpiar los objetos que utilizamos a diario, incluso las cosas en las que no piensas.
Teléfono celular.
Los teléfonos móviles no solo envían mensajes, puesto que estas maravillas electrónicas con frecuencia están cubiertas de varias cosas horrorosas que van desde heces hasta terribles bacterias como Staphylococcus aureus, que es resistente a los antibióticos.
Prestar su teléfono puede empeorar el problema. Las bacterias que viven en su piel probablemente no lo enfermarán, pero a otras personas sí puede hacerlo si se frotan los ojos o comen antes de lavarse las manos. ¿La solución? Limpia tu teléfono al menos una vez al día con una toallita desinfectante a base de alcohol.
El asiento de seguridad de tu hijo.
Los asientos para niños no solo protegen al bebé a bordo, también son un refugio ideal para que las bacterias, moho, heces y otros se reproduzcan. Los niños se llevan las manos a la cara 60 veces al día en promedio, por lo que todo lo que tocan entra en sus ojos, nariz o boca, que son los puntos de entrada de las bacterias. Mantenga limpios sus asientos y a menudo limpie las manos con una toallita desinfectante tan pronto como salgan del coche.
Botella de agua.
¿Aún tienes una botella de agua de plástico reutilizable? Lo mejor es cambiarla por un modelo metálico. El metal tiene un efecto inhibidor sobre el crecimiento de bacterias y el plástico permite que los microorganismos se adhieran a la pared y se acumulen formando una biopelícula, lo que favorece su proliferación.
La correa de tu perro.
Sin duda, este objeto se arrastra por todos lados, pero ¿con qué frecuencia se limpia o se reemplaza? Casi nunca. No tienes idea de lo que hay en el suelo, así que, como precaución, lávate las manos cuando regreses de pasear a tu perro. Por razones similares, no dejes que tu perro te lama la cara. Los perros son animales que pasan mucho tiempo metiendo su nariz en cosas que no quieres ver en tu cara.
Tus zapatos.
Alrededor del 90% de los zapatos que usamos tienen E. Coli en las suelas en diversos grados. Lávese las manos cada vez que manipule sus zapatos y haz un esfuerzo por meterlos en una bolsa antes de ponerlos en una maleta.
La mejor defensa contra microbios como Staph aureus, que pueden ser resistente a los antibióticos, es tener una buena higiene de manos y lavárselas a menudo, especialmente después de usar espacios públicos o baños. Los zapatos hacen parte de nuestra cotidianidad, es por eso que debemos seguir las indicaciones de como manipularlos después de cada uso.
Tu maleta.
Durante los viajes, tu maleta rueda por las aceras, los estacionamientos, las estaciones de tren, los vestíbulos de los hoteles y otros lugares potencialmente sucios, como los aeropuertos. La maleta es un objeto que se considera como riesgo para la contaminación de bacterias, puesto que, como se menciona anteriormente, esta recorre muchos lugares.
Otros objetos que están llenos de bacterias son:
Bolsas de supermercado: aunque las reciclemos, son un poco peligrosas en contaminación.
Mochila o bolso de diario: es un artículo que por lo general contiene bacterias, debido a que es utilizado por nosotros todos los días y está expuesto a recoger todas las bacterias de todo lo que allí guardamos.