Razones por las que debes reducir en tu dieta el consumo de carne procesada
No es de extrañar que las carnes procesadas contengan químicos que generen efectos secundarios graves para la salud de las personas.
¿Qué son las carnes procesadas?
Según dietista registrada y propietaria de Sound Bites Nutrition en Cincinnati, Lisa Andrews: “La carne procesada es muy diferente a la carne roja fresca, ya que la carne procesada ha pasado por procesos en los que es ahumada, salada, enlatada o tratada con conservantes”. Hay carne que no se consideran procesada como la de vacuno o la de cordero. Andrea Goergen, dietista-nutricionista titulada y propietaria de Cultivate Healthy en Washington, D.C. nos comenta: “La carne picada de vacuno y de cerdo no se considera procesada si no ha sido sometida a aditivos o modificaciones genéticas”.
Si eres amante a las hamburguesas, debes saber que la carne que se utiliza para fabricarlas no es considerada procesada. Lacey Dunn, dietista titulada y autora de “La Guía de la Mujer para la Armonía Hormonal” dice: “La carne de hamburguesa no se considera procesada porque, a pesar de que ha sido modificada, no se le ha añadido ningún tipo de conservante”.
Pero, ¿Cómo se elabora la carne procesada?
Ciertamente es un proceso desagradable y que a más de uno no le gustaría conocer. Por ejemplo: las salchichas para los perros calientes se preparan con carnes separadas mecánicamente: “Estamos hablando de un producto cárnico pastoso, que está fabricado con huesos, carne añadida, por medio de un colador o artefacto parecido que separa los huesos del tejido cárnico” comenta el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA).
Lo cierto es que cuando estás consumiendo un perro caliente, lo que realmente estás comiendo es carne de esqueleto triturado, mezclado con sal y agua para que todo permanezca unido.
¿Cómo afecta a la salud las carnes procesadas?
Las carnes procesadas suelen contener aditivos y sustancias químicas que pueden provocar enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes de tipo 2. Entre las sustancias químicas tenemos a los nitratos y los nitritos. Esto es algo confuso, ya que los nitratos se encuentran de forma natural en las carnes procesadas. Según Lisa Andrews: “Los nitratos están presentes de forma natural en algunas verduras como la rúcula, la col, el apio, la col rizada y las espinacas.
Cuando consumimos este tipo de alimentos, los nitratos se transforman en nitritos. Sin embargo, no debemos preocuparnos por los nitritos naturales, sino por los que son añadidos a las carnes rojas. Según Andrea Goergen: “Los nitritos son conservantes que liberan sustancias altamente cancerígenas, principalmente para la aparición del cáncer colorrectal”.
Además, la carne procesada por lo general es ahúmada con sal, lo que provoca que su contenido de sodio aumente considerablemente. Según Andrea Goergen: “Los alimentos ricos en sodio son especialmente problemáticos para quienes padecen enfermedades cardíacas o renales”.
Dando un ejemplo, un filete de 85 g puede tener 48 mg de sodio, en cambio, 3 rebanadas de tocino poseen 400 mg de sodio. Los expertos recomiendan que el consumo de sodio diario debe ser de 2.300 mg siempre y cuando la persona no sufra de enfermedades renales o cardiacas.
Pero ¿Hay alguna otra implicación?
En marzo se publicó un estudio en The American Journal of Clinical Nutrition, donde se involucra al consumo de carnes procesadas como una causa para el desarrollo de la demencia.
Lisa Andrews nos informa: “En la investigación participaron aproximadamente 500 mil personas, se descubrió que alimentarse con carne procesada por lo menos 5 veces a la semana incrementa en un 67% los riesgos de desarrollar demencia”.
Entonces, ¿Cuánta carne procesada podemos consumir?
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer aconseja un bajo consumo de carnes procesadas o, si es posible, no comerlas. Sin embargo, los expertos recomiendan disminuir las porciones de carnes rojas, sin importar si ha sido procesada o no.
Lisa Andrews finaliza diciendo: “Menos, es más. Las carnes procesadas contienen altos niveles de nitratos, los cuales se han relacionado con varios tipos de cáncer. Cuanta más carne procesada y no procesada consuma, mayor será el riesgo para su salud, es por esto que la carne entra en la lista de alimentos que los oncólogos recomiendan consumir con cuidado”.