El Gua sha es un tratamiento facial de origen asiático, que garantiza un rostro brillante y relajado con menos arrugas.
¿Qué es el Gua sha?
Es un masaje para el rostro de origen chino que aprovecha las propiedades de las piedras como el cuarzo y el jade, con el fin de que los músculos de la cara se relajen y que la zona de los ojos se desinflame. Muchas personas creen que este tratamiento es el nuevo botox natural, tanto es así, que influencers, modelos y fanáticos de la belleza de todo el mundo emplean esta nueva técnica oriental, la cual garantiza buenos resultados para el rostro. Se trata de un masaje facial, basado en un método ancestral de la medicina china que se lleva a cabo frotando con suavidad una piedra plana específica, ya sea jade o cuarzo, con el fin de estimular la circulación sanguínea en los tejidos y oxigenar la piel.
Este tratamiento es muy popular en spas y centros de belleza en España, Nueva York y Los Ángeles, sin embargo, se puede realizar en casa con éxito. Su nombre proviene de las palabras chinas Gua, que significa frotar, y Sha, que es calor. Su efectividad se debe a que el calor que se genera por el roce contribuye a que la tensión muscular se disuelva. Lo que se obtiene es una piel tonificada, saludable, radiante y relajada.
Beneficios del Gua sha:
El masaje Gua sha trae múltiples beneficios para el rostro y el organismo, estos son:
- Suaviza y tonifica la piel.
- Alivia la tensión muscular.
- Reduce las líneas de expresión.
- Descongestiona las bolsas de los ojos y relaja el rostro.
- Contribuye a una mejor absorción de los tratamientos faciales como mascarillas, cremas y sérums.
- Hace que la piel esté más luminosa y tonificada, debido a la estimulación de la circulación linfática y sanguínea.
- Relaja todo el cuerpo gracias a la agradable sensación de bienestar que produce el masaje.
Pero ¿Cómo se debe realizar el tratamiento Gua sha?
La primera regla del masaje gua sha es que debe ser delicado y suave, pues de lo contrario se corre el riesgo de irritación, especialmente en las pieles más delicadas. Así es como se hace, paso a paso:
- Limpia meticulosamente la piel para deshacerte de todas las impurezas del rostro.
- Aplica un aceite portador en la cara, puede ser de rosa mosqueta o de almendra; también puedes optar por una crema. Este paso es fundamental, ya que sirve para que la piedra se deslice con facilidad por la cara.
- Si usas un rodillo de jade, masajea la piel lentamente con la herramienta, siendo consistente en las arrugas con más profundidad y utilizando las piedras como ayuda
Para la frente:
Utilizando la parte más larga de la piedra, comienza desde la mitad de las cejas y continúa hasta la línea del cabello, siempre de abajo hacia arriba. Cuando ya hayas realizado el tratamiento, la piel se puede llegar a enrojecer por unos cuantos minutos, esto se genera debido a la acción del calor y el roce, sin embargo, esto es considerado algo común. Por último, lava la cara con agua tibia.
Para la mandíbula:
Con el área en V, se desplaza desde el mentón hacia los lóbulos de la oreja. Después se repite el proceso con la parte en U.
Para el cuello:
Empieza en la parte de atrás usando la parte superior de la piedra en forma de corazón. Deslízala hasta la línea del cabello con una pequeña presión y con suaves movimientos de abajo hacia arriba. Luego, muévete hacia los lados, siempre deslizando la piedra de abajo hacia arriba y finalmente trata la parte frontal.
Propiedades de las piedras.
Jade:
El jade es una de las piedras más usadas para el tratamiento Gua sha, considerada como una piedra con propiedades curativa desde la época del imperio chino. Es de color verde, se utiliza en la terapia con cristales por sus propiedades calmantes y relajantes. Al parecer es capaz de reactivar la circulación, depurar la sangre y fortificar el sistema inmunitario. Al igual que posee propiedades reequilibrantes y contribuye a la desinflamación de las extremidades. Por este motivo es una piedra muy utilizada en el rostro, sobre el que tiene un potente efecto antienvejecimiento.
Cuarzo rosa:
Esta piedra es símbolo del amor y de la belleza, tiene la capacidad de estimular el coeficiente intelectual y la creatividad; es conocida como la «piedra de Venus» y en la terapia con cristales se usa para calmar la tristeza y liberar emociones guardadas. Además, ayuda al mejoramiento de la circulación sanguínea, se deshace de las toxinas de la piel y le da un aspecto radiante y saludable.
