Tres reglas de oro para proteger la piel del frío
Ha llegado el invierno y consigo un gran número de molestias que afectan a la salud y a la belleza de la piel. Por esa razón, hoy te contaremos algunos trucos interesantes que te ayudarán a mantener un rostro y una piel perfecta durante los últimos meses del año.
La piel es el órgano que se encuentra más expuesto a las bajas temperaturas del invierno y a sus efectos. Algunas de las zonas más sensibles son las mejillas, los labios, la nariz, las orejas y los párpados. Además, la situación es un poco más compleja cuando el tipo de piel es sensible, ya que sufren con mayor fuerza los efectos de las bajas temperaturas.
Sin embargo, con unas sencillas reglas para el día a día, es posible tomar precauciones y asegurarse de que la piel del rostro está debidamente protegida.
Hidratación
Una piel saludable, fortificada y radiante también es el resultado de una correcta hidratación. Este es un aspecto fundamental que permite que la piel no envejezca rápidamente. Consejos: hidrata la piel desde el interior, tomando dos litros de agua al día. Asimismo, aplica productos hidratantes sobre la piel, los cuales sean ricos en nutrientes y tengan la capacidad de mejorar el funcionamiento de la barrera protectora natural de nuestro organismo.
Lava cuidadosamente
Los expertos recomiendan lavar el rostro 2 veces al día: una por la mañana antes de salir y otra por la noche antes de ir a dormir, ambos casos usando agua tibia. Pese a que el agua fría también es buena opción, usarla puede debilitar la capa hidrolipídica de la piel, es decir que la barrera natural contra los agentes externos disminuye su eficacia, haciéndola más propensa a la inflamación, las rojeces y la irritación. En cambio, lavar el rostro con agua tibia permite limpiarlo de forma suave y con mejores resultados.
Además, si lo que quieres es evitar que la capa hidrolipídica se dañe, no utilices productos con componentes agresivos, en su lugar, usa algunos que sean suaves y que no alteren el pH natural de tu piel. Puede ser un poco tedioso, pero te aseguramos que con un poco de paciencia lograras obtener los resultados deseados.
Dieta saludable
Los alimentos que llevamos a la mesa desempeñan un papel fundamental en la salud y belleza de nuestra piel. En particular, durante los meses de frío se deben consumir alimentos ricos en vitamina C como el kiwi, la col, la coliflor, las espinacas, el brócoli y los pimientos.
Esta valiosa vitamina ofrece toda una serie de beneficios para la piel. Es un antioxidante y, por tanto, ayuda a combatir los radicales libres, los principales responsables del envejecimiento prematuro no sólo de la piel, sino del organismo en su conjunto. Estimula la producción de colágeno, una proteína que garantiza la elasticidad, la integridad y la regeneración de la epidermis. Gracias a su acción ligeramente exfoliante, la vitamina C también aumenta la renovación celular, haciendo que la tez se vuelva más brillante.
Las bayas silvestres también son útiles para proteger la piel en invierno, ya que contienen altas cantidades de flavonoides, sustancias que, al combatir la fragilidad capilar, favorecen la microcirculación. Y no olvidemos la vitamina A, presente sobre todo en alimentos como los huevos, la leche y sus derivados. Esta vitamina estimula la renovación celular, facilitando la formación de una piel nueva y más firme.
