Pan: cómo comerlo sin engordar
¿El pan engorda o solo se trata de un mito que ganó popularidad? Hoy te daremos todas las respuestas.
No se puede negar el impacto que el pan ha tenido en las cocinas de todo el mundo. En España, por ejemplo, hay varias regiones que tienen una gran producción de este alimento y de su amplia gama de variedades.
Como ya debes imaginar, cada país se encarga de hacer uso de sus ingredientes propios y, aunque eso no tiene un serio impacto en su sabor, nos permite entender que el pan se ha convertido en una de las recetas más versátiles de todo el mundo.
Por ese motivo, hoy vamos a hablarte sobre la creencia de que el pan engorda y los motivos detrás de las recomendaciones que dicen que es mejor no consumirlo.
¿El pan realmente engorda?
Todos conocemos los hidratos de carbono y sabemos que son tan esenciales como las vitaminas, las proteínas, las grasas saturadas, los minerales y muchos otros nutrientes. Es cierto que hay algunos tipos de carbohidratos que son ricos en su índice glucémico, por lo que para no cometer errores en nuestra dieta, lo mejor es comprar y consumir tipos de pan que contengan pocos ingredientes, solo los esenciales.
Un buen consejo es poner a tostar el pan para que pueda reducir la cantidad de almidón durante la cocción. También podrías comprar pan duro y usarlo libremente.
Igualmente, debes evitar consumir diferentes tipos de almidón como la pasta, la pizza, las patatas o el pan blanco de supermercado, ya que estimulan la insulina en la sangre, haciendo que los niveles de azúcar se disparen.
Veamos un poco más de información y consejos importantes a tener en cuenta
Desconfía de la información que aparece en la red y que afirma que el consumo de pan puede causar diabetes de tipo 2, obesidad, sobrepeso, enfermedades o aumentar las células cancerosas. Debes saber que el pan es rico en vitaminas del grupo B, fibra y varios minerales como el hierro y el selenio.
Gracias al consumo de pan se puede reducir los efectos de ciertas enfermedades, como el síndrome del intestino irritable, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares. Algunos estudios no identifican ninguna correlación entre patologías y la ingesta de pan, solo recomiendan consumirlo en cantidades moderadas: 25 y 50 gramos al día. Lo ideal es seguir una dieta equilibrada y no renunciar a ningún alimento, incluido el pan.
En lugar de usar levadura refinada, trata de combinar el desayuno, la comida y la cena con alimentos de origen integral como la pasta, el pan y el arroz. También puedes combinarlo con productos lácteos, fruta, verduras de temporada, carne blanca y pescado azul.