Cuando se sale de vacaciones, las expectativas están centradas en recargar las ‘pilas’ desconectándose de la rutina diaria y descansando lo máximo posible. Sin embargo, en muchos casos dormir en una cama que no es la nuestra no siempre nos resulta ideal para dormir en óptimas condiciones, pues por más que se intente, no se puede conciliar el sueño.
Esta es la explicación científica sobre no poder conciliar el sueño fuera
Según varios estudios enfocados en determinar los niveles de descanso durante las vacaciones, dormir en una cama diferente, y, por tanto, en un entorno nuevo, no permite que nuestro cerebro se desconecte completamente al momento de ir a descansar.
Todo parece indicar que nuestro instinto de protección hace que nos mantengamos despiertos para reaccionar en caso de que haya ruidos sospechosos o de intrusión en este nuevo lugar de residencia al que aún no estamos adaptados.
Debido a que nos mantenemos en estado de alerta, una parte del cerebro se mantiene despierta mientras la otra está en reposo, justificando el hecho de que a mañana siguiente nos levantemos con cansancio y seguramente muy somnolientos. Sin embargo, todo esto parece mejorar una vez que ha pasado la primera noche, esto dependerá concretamente de nuestra capacidad para adaptación a cosas y entornos nuevos.
¿Cómo se puede dormir mejor cuando no se está en casa?
Para evitar el insomnio del viajero durante las vacaciones y no volver aún más cansado que antes de viajar, se deben poner en práctica algunos trucos para relajarse cuando ya estamos en la cama. Lo primero a tener en cuenta es la ropa que está usando; para esto es importante leer todas las reseñas del hotel en el que quieres alojarte antes de reservar y asegúrate de que los colchones son cómodos: ni demasiado blandos ni demasiado duros.
Asegúrate de mantener tu rutina habitual de sueño
Si habitualmente solo duermes usando una almohada, no empieces a amontonar varias debajo de tu cabeza, ya que esto solo aumentará la sensación de no estar en casa.
Si estás acostumbrado a caminar largas distancias o a hacer footing varias veces a la semana, intenta mantener este pequeño ritmo físico. Ten en cuenta que está demostrado que el deporte favorece la conciliación del sueño.
Reduce el consumo de cafeína
Ya está más que comprobado que el consumo de cafeína es enemigo de una buena noche de sueño, mejor evítalo o al menos redúcelo, especialmente si eres un individuo que no está acostumbrado a tomar esta bebida y que, por tanto, toleras menos los niveles de cafeína manifestado síntomas como inquietud e insomnio.
Elige con cuidado tu colchón y almohadas si tienes la oportunidad
Muchos hoteles han tomado el hábito de ofrecer un menú especial de colchones y almohadas para sus usuarios. Aspectos como el material, el grosor y la espuma afectan a la calidad del sueño, por lo que el cliente tiene la opción de elegir como quiere descansar. Otra opción es llevar nuestra propia almohada y/o ropa de cama, ya que esto puede facilitar y hacer más familiar un entorno diferente.
Por último, solo queda disfrutar de las vacaciones sin pensar en las pequeñas preocupaciones del día a día. Estos tendrán que esperar hasta que vuelvas de tus vacaciones.