1. ¿Qué es lo que realmente necesitas para mejorar?
Es común que muchas personas se planteen objetivos que realmente no pueden cumplir, generalmente impulsadas por amistades o influencers en Instagram. Pero ¿Te has preguntado qué es lo que realmente te interesa cambiar? Lo mejor es que te tomes unos minutos para dedicarte a ti mismo y tener en cuenta lo que piensas y sientes sobre tu alimentación, lo que quieres cambiar, y sé claro con tus objetivos según la prioridad que tienen para ti.
2. Define objetivo alcanzables y prácticos
Lo más importante es ponerse las cosas fáciles para que puedan mantenerse. En este sentido, no te fijes demasiadas metas u objetivos muy abstractos. Sin duda es mejor empezar con pequeños retos diarios y luego poco a poco empezar a cambiar tus hábitos alimenticios.
3. Planifica bien tus días antes de que comiencen
Uno de los secretos del éxito siempre será la organización. Por eso, diseñar un menú, una lista para la compra y una agenda semanal serán tus mejores aliados para cambiar hábitos.
Piénsalo por un momento ¿Crees que no necesitas organización para conseguir modificar tus hábitos? Estaremos de acuerdo en que sí, motivo por el que debes preparar lo que vas a comprar o ¿Cuándo vas a cocinar en casa y que días puedes permitirte comer afuera? Este tipo de prácticas son conocidas como batchcooking.
4. Comienza un proceso de desintoxicación
Con un proceso de desintoxicación nuestro cuerpo podrá liberar toxinas, el líquido retenido y grasa acumulada. Al poco tiempo te sentirás más ágil, con menos volumen, e incluso con más energía y un mejor estado de ánimo. Esta serie de beneficios hará que quieras seguir adelante, cuidándote de forma positiva y cumplir todos tus objetivos.
5. Pide ayuda a un profesional para conocerte mejor y comprometerte de verdad
Necesitar un poco de ayuda no quiere decir que seamos débiles, de hecho, en estos casos siempre es mejor tener a alguien que nos lleve de la mano, que esté allí para escucharnos, que nos entienda, que nos aconseje y, sobre todo, que nos recuerde la importancia del compromiso que hemos adquirido con la alimentación y unos mejores hábitos.
6. Elige un reto de 21 días
¿Por qué es tan popular la idea de comenzar retos de 21 días y de dónde aparece este tipo de planes? Este es un sistema que proviene de un conocido cirujano plástico de la Universidad de Columbia de los años 50 llamado Maxwell Maltz. El cirujano descubrió que se necesitan tan solo 21 días para que desaparezca una imagen ya fijada en la mente y se fije una nueva.
Teniendo en cuenta estos interesantes datos, lo mejor es aprender a darte tiempo, ve despacio y a tu ritmo, pero siempre manteniendo la dirección ya indicada, sabiendo que quieres cambiar cada semana, que esos pequeños pasos son necesarios y lo que necesitas para darlos. Ten en cuenta que cambiar tus hábitos alimenticios no es algo que puedas hacer de un momento a otro, sino que lleva tiempo, requiere de esfuerzo, disciplina y, sobre todo, de muchas ganas de sentirse mejor y de hacer algo bueno por tu salud a corto, mediano y largo plazo.
