Por primera vez se han encontrado microplásticos en la leche materna
Los científicos están un poco preocupados por las posibles influencias de los contaminantes químicos en la salud de los bebés.
Por primera vez en la historia, se han encontrado pequeñas partículas de plástico en la leche materna, sin embargo, su «presencia ubicua» en el entorno en el que habitamos no solo hace imposible la exposición humana a los microplásticos, sino que dificulta grandemente la búsqueda de una fuente específica de exposición.
Un grupo de científicos italianos examinó muestras de leche materna de 34 madres sanas, las cuales fueron tomadas exactamente una semana después del parto con el fin de hallar microplásticos en el líquido. Después de las pruebas, se detectaron pequeñas partículas de plástico en aproximadamente el 75% de las muestras evaluadas. La mayoría de los microplásticos encontrados están compuestos por polietileno, cloruro de polivinilo y polipropileno, habituales en materiales como las botellas y envases de plástico, cuero sintético o revestimientos para muebles. Además, su tamaño varía entre los 2 y los 12 microgramos.
Para evitar que existiera algún inconveniente con el estudio, es decir, una posible contaminación, la leche se recolectó utilizando recipientes que no fueran de plástico y no se usó un extractor de leche, sino que se extrajo a mano.
Los microplásticos se clasificaron de acuerdo con su forma, color, tamaño y composición química. En cuanto a la forma encontrada en la leche, solo se hallaron trozos irregulares y algunos esféricos, además, no se identificaron películas ni fibras. De las pequeñas partículas de plástico encontradas, el 90% eran pigmentados, con azul y naranja/amarillo. En cuanto al tamaño, el 47% tenía entre 4 y 9 microgramos, alrededor del 29% tenía menos de 3 microgramos y el 24% tenía más de 10 microgramos.
¿Qué relación tienen los hábitos de las madres con la presencia de microplásticos en su leche?
Por otro lado, también se tuvo en cuenta la información del paciente: edad, el uso de productos de cuidado personal que contienen compuestos plásticos y el consumo de bebidas y alimentos que estén almacenados en envases de plástico.
Ragusa explica a ilfattoquotidiano.it: «Al tratarse de un número reducido de muestras, no ha sido posible encontrar una relación precisa entre todos los comportamientos analizados y la presencia de plásticos, sin embargo, sí hemos logrado observar que la cantidad de plástico que contiene la leche de las madres refleja algunos de sus comportamientos y hábitos». Un claro ejemplo de esto es el uso de los cubrebocas que, desafortunadamente fue necesario durante algunos de los meses en los que se realizó el estudio: «Encontramos una gran diferencia, ya que en las mujeres que amamantaron durante la pandemia (en donde era obligatorio el uso de cubrebocas) y las que amamantaron antes del cierre. En el primer caso, la leche contenía mucho más plástico, precisamente por el uso de la máscara» añade Ragusa. «Creo que con un mayor número de muestras se podría haber encontrado una relación más clara con varios de los hábitos analizados», concluyó el científico.
A pesar de que el punto de Ragusa es muy bueno, existen otras explicaciones: Para los demás científicos, la falta de asociación con el uso de productos de cuidado personal se explica probablemente por considerar que el contacto dérmico tiene menos impacto como vía de exposición, ya que solo las partículas de más de 100 nanómetros pueden atravesar la barrera cutánea. «Sin embargo, la ausencia de relación con los hábitos de alimentación de estas mujeres es más complejo de explicar, puesto que la principal vía de exposición a los microplásticos es la ingestión. De hecho, se ha detectado la presencia de estas pequeñas partículas de plástico en muchos de los alimentos que consumimos a diario, como el pescado y los mariscos, pero también la sal de mesa, el azúcar, el agua embotellada, la leche, la miel y las bolsas de té de plástico, al igual que en los utensilios de cocina, la vajilla y los envases», afirman los expertos.