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Tecnología

Contraseñas inseguras y ataques cibernéticos: ¿Cómo evitarlos?

Los delincuentes informáticos siempre están al acecho a la espera de oportunidades para atacar

En la actualidad nuestra vida está ligada al mundo digital, ya que todos los días se mueve información de distinta índole por Internet, entre ella números de teléfono, datos personales y hasta la cuenta del banco. Por lo tanto, el uso correcto de las contraseñas de seguridad es importante si no queremos que todos nuestros datos caigan en manos de un desconocido con malas intenciones.

Con «malas intenciones» nos referimos a quienes se quieren apoderar especialmente de tus cuentas bancarias para cometer robos y estafas, mediante retiros, transferencias, falsas ventas en tus plataformas digitales, aprobación de pagos, entre otras cosas.

Pese a lo delicadas e importantes que son, en muchas ocasiones la elección de estas es subestimada por los usuarios, quienes terminan por crear una clave de acceso fácil de descifrar, sobre todo para los expertos informáticos.

El Día Mundial de las Contraseñas

La muestra de que se trata de algo que amerita seriedad, es la existencia del ‘Día Mundial de las Contraseñas’, el cual ha hecho que desde el año 2013, cada 5 de mayo se recuerde cómo la seguridad informática previene los riesgos de navegar por Internet, de entregar los datos personales a las plataformas digitales y de suscribirse a diversos sitios web.

Teniendo en cuenta el ámbito informático, el origen histórico se remonta a los años 60. El principal acontecimiento fue el desarrollo del sistema CTSS, el cual supuso la participación de varios usuarios. Por esta razón, se implementó el sistema de clave de acceso, ahora conocida como contraseñas, para que cada persona pudiera tener acceso e iniciar sesión al mismo tiempo que los demás.

Pero ¿Cómo se pueden generar contraseñas seguras?

Al pasar los años, y con la evolución de los medios y herramientas tecnológicas, este mecanismo pasó a ser uno de los más importantes, por lo que el uso de usuario – contraseña ha ido transformándose con la introducción de nuevas herramientas, como la autenticación de doble factor.

Esto último aplica tanto al usuario y la clave de acceso, como al uso de un código temporal (SMS, token físico o digital, o con notificaciones push en la app o correos electrónicos). Aunado a eso, en los últimos años se ha implementado también el «reconocimiento biométrico», que se basa en el desbloqueo de aplicaciones a través de la huella dactilar o mediante el reconocimiento facial.

Para poder crear contraseñas seguras, hay que tener en cuenta que un aspecto fundamental es cambiarlas a menudo. Dicho esto, muchos expertos en tecnología recomiendan adoptar teclas de acceso largas: una combinación de al menos 16 caracteres alfanuméricos, en donde se alternan símbolos, números y letras.

Evita los datos obvios

Lo mejor es evitar utilizar fechas de nacimiento, partes del código fiscal o nombres de personas cercanas, ya que el objetivo de una clave de seguridad es que no se pueda descifrar fácilmente por quienes quieran hackear una cuenta y acceder a ella.

Existen muchos usuarios que continúan teniendo un comportamiento «digital» descuidado, lo cual hace que sus cuentas se encuentren en peligro.

De acuerdo con un informe entregado recientemente por NordPass, todavía hay 103 millones de cuentas, dispersas en varios sitios y plataformas, que emplean la secuencia numérica «123456» como clave de acceso o seguridad.

Sin embargo, también hay quienes cuentan con los primeros caracteres del teclado «QWERTY» o siguen utilizando códigos alfanuméricos tan sencillos que cualquier hacker, incluso el menos experimentado, puede descifrar.

Además, existe otro error que no se debe dejar de lado, y que muchos usuarios cometen y puede ser fatal para su seguridad informática: utilizan la misma clave de acceso para todos o la mayoría de los sitios. Esto podría permitir a los «hackers» tener acceso a todo aquello que tenemos disponible digitalmente, por lo que es una de las prácticas más graves que se deben evitar para aumentar nuestro nivel de ciberseguridad.

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Lidia Baldomero

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