6 ingredientes mágicos útiles para espesar una sopa demasiado líquida
A veces tenemos problemas con las cantidades y nuestras sopas terminan siendo más líquidas de los que quisiéramos, más similares a un caldo
Agrega un poco de almidón
Muchos no lo saben, pero la fécula de patata o de maíz (también conocida como maicena) son excelentes para espesar las sopas: la maicena previamente diluida en un poco de agua fría y mezclada en una sopa que ha quedado demasiado líquida ayudará a que gane espesor. El sabor es imperceptible, la textura final es suave, y sin duda este es un ingrediente que todos tenemos en nuestra despensa.
Prueba los copos de patata
Cuando nos referimos a los copos de patata, estamos hablando de la clásica receta de puré de patatas deshidratado. Estos copos pueden hacer mucho más que convertirse en un simple puré, empezando por espesar una sopa que ha resultado demasiado líquida, y si no tienes copos, los restos de puré pueden sacarte del apuro.
Agrega almidones
El principio activo de este ingrediente es casi el mismo, ya que los almidones pueden incorporarse enteros o en forma de puré. Hay muchas opciones a considerar, ya que pueden ser legumbres como garbanzos, lentejas o guisantes partidos, pero también pueden ayudar alimentos como la pasta, el arroz o el trigo, cocinados para la ocasión o reciclados con las sobras del día anterior. Debes añadirlas cocidas a la sopa y deja que absorban parte del líquido, o tritúralas para conseguir una buena textura con un fin cremoso.
Agrega algunas cucharadas de yogur neutro
Lo mejor es usa yogur natural, tanto el de leche entera como el libre de grasa funcionarán, aunque obtendrás una sopa más rica y nutritiva con el de leche entera. Agrégalo en la sopa casi al final de la receta y déjalo hervir a fuego bajo durante algunos minutos para que se espese debidamente.
Anímate a espesar la sopa con un poco de pan
Lo mismo ocurre con el pan, el cual, de hecho, es considerado como un almidón. La mejor opción es utilizar pan de molde, restos de baguette, pan rallado o pan duro. En este último caso, puedes dejarlo en remojo para que se ablande y sea más fácil de utilizar. Simplemente, hay que mezclar bien para dar textura a la sopa.
Añade una yema de huevo
Las yemas de huevo se espesan al cocinarse, así que harán lo mismo si se agregan a una sopa al vapor. Para probar este truco, debes remover la yema de huevo en una base de sopa o crema caliente, y luego agregarla de nuevo en la sartén. Deja calentar un poco y remueve hasta que la yema se cuaje.
Pues bien, como puedes ver no hace falta echar a la basura nuestra sopa si nos ha quedado demasiado líquida, el día de hoy ya tienes a la mano varias opciones para atender a este problema y poder brindar la mejor preparación a tus invitados.
