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Por esto deberías colocar papel de aluminio en tus zapatos durante el invierno

Este es uno de los tantos trucos que resultan útiles y muchos desconocen

Con la llegada del invierno es importante evitar el frío en los pies, ya que, cuando bajan las temperaturas, nos encontramos con las extremidades casi congeladas y debilitadas a cualquier hora del día.

Generalmente, tendemos a utilizar simples calcetines de lana, los cuales, pese a que son muy cómodos y realmente cálidos para estar en casa, se quedan cortos al momento de ponerlos a prueba afuera. Afortunadamente, existen algunos trucos útiles para mantener los pies calientes, y lo mejor es que solo se necesita de un poco de papel de aluminio.

Durante los últimos meses del año nuestras extremidades están sometidas a descensos bruscos de temperatura, y esto no es solo porque sean las partes más expuestas de nuestro cuerpo: se trata de un fenómeno de termorregulación, ya que nuestro organismo desplaza el calor hacia los órganos vitales internos para garantizar su funcionamiento, y descuida lo que son piernas, pies, brazos y manos.

El papel aluminio lo puede remediar

Por lo tanto, no se trata de tener más o menos frío, sino de un proceso corporal normal, pero aún así, se puede remediar.  El papel de aluminio es una de las herramientas de cocina más versátiles que podemos tener en nuestra despensa, es utilizado principalmente para almacenar alimentos y resolver problemas menores de cocina y el hogar en general.

Algunas personas envuelven sus pies con unas cuantas láminas para conversar el calor y prevenir la aparición de distintos tipos de efectos secundarios derivados de las bajas temperaturas. El secreto se encuentra en el calor, ya que este funciona como un aliado contra los dolores de todo tipo y el papel aluminio limita su dispersión hacia el exterior. De hecho, en el mercado se pueden encontrar plantillas térmicas fabricadas de aluminio y lana, las cuales aumentan la sensación de calor y regulan la humedad, manteniendo los pies secos.

¿Cómo utilizar el papel de aluminio contra el frío?

Si no ha sido posible encontrar las plantillas térmicas de las que te hablamos, es posible fabricar unas en casa con papel de aluminio. El proceso de creación es sencillo: toma un par de zapatos y retira la plantilla lavándola a fondo para que esté lista, ahora, coloca una hoja el papel de aluminio sobre la mesa y encima coloca la plantilla después de haberla pincelado con un poco de pegamento líquido.

Debes dejar que se seque durante una hora aproximadamente y recortar el papel de aluminio siguiendo el contorno de la plantilla. Y ahora solo queda colocarla dentro del zapato: el forro de aluminio debe ir hacia abajo para que proteja nuestros pies del frío.

Con estos pocos movimientos has transformado un par de zapatos comunes en una herramienta perfecta para hacer frente al clima invernal. También podemos utilizarlos en el exterior sin necesidad de llevar calcetines demasiado gruesos e incómodos, ya que el calor se mantiene en el interior y entrega una sensación agradable al caminar.

Remedios naturales contra los pies fríos

Además del calzado y los calcetines, hay otros buenos consejos para mantener los pies calientes, por ejemplo, si hemos estado demasiado tiempo parados, la mejor opción es hacer un poco de ejercicio para reactivar la circulación. Un masaje con una crema emoliente también ayuda a regular la temperatura, puedes elegir una pomada a base de árnica o ginkgo biloba, materiales que se caracterizan por mejorar la circulación.

De vez en cuando, anímate a aplicar un relajante baño de pies, para esto solo necesitarás de unos pocos ingredientes los cuales seguramente ya tengas en casa. Preparamos un tazón con agua tibia, añade dos cucharadas de bicarbonato de sodio y unas gotas de tu aceite esencial favorito. Después de mezclar bien, sumerge los pies y déjalos en remojo durante unos 15 minutos. Como alternativa puedes utilizar sales de Epsom, las cuales tienen muchos beneficios para la salud.

Por último, para decir adiós a los pies fríos, te recomendamos tener un poco más de cuidado con tu alimentación y adoptar hábitos de vida más saludables. Por ejemplo, el alcohol y el tabaquismo son dos malos hábitos que pueden empeorar la situación: el alcohol tiene un efecto vasodilatador rápido, pero que es de corta duración, seguido de una fuerte vasoconstricción. Por otro lado, la nicotina también es vasoconstrictora, por lo que reduce el flujo sanguíneo a las extremidades.

Con respecto a la dieta, te recomendamos aquellos alimentos ricos en vitamina C debido a que estos mejoran la circulación sanguínea.

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Dany Levito

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