¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
SaludBelleza

Puntos negros: ¿Cómo tratarlos cuando están infectados?

Ya sea en la nariz, la barbilla o la frente, los puntos negros hacen que nuestra piel se vea poco estética

Los puntos negros son poros obstruidos en los que la mezcla de sebo y células se han oscurecido al entrar en contacto con el aire. Estos suelen aparecer con más frecuencia en la nariz y en la parte central del rostro. A pesar de que muchas personas tienen la tentación de reventarlos y liberar el pus que contiene, no es nada recomendable.

Tocarse la cara o no mantenerla limpia puede ser contraproducente y favorecer la aparición de puntos negros o granos infectados. De hecho, estos se suelen formar bajo la superficie de la piel y suelen ser imperceptibles a simple vista. Sin embargo, la mayoría de las veces se puede notar el bulto o incluso ver una cabeza blanca, lo que significa que hay pus en el interior.

Además, la combinación de suciedad, bacterias y sebo en la piel puede provocar puntos negros ciegos, infectados y obstruidos. Los granos en los labios o en cualquier parte del cuerpo son problemas cutáneos comunes y se producen cuando la grasa acumulada por las glándulas sebáceas, las células muertas o el polvo, obstruyen los poros. Aunque también influyen los cambios hormonales, la sudoración excesiva o la contaminación.

Tratamientos para puntos negros infectados

Evita extirpar con los dedos

Si quieres evitar que los puntos negros infectados y llenos de pus dejen marcas en tu rostro y se puedan curar con rapidez, es importante evitar utilizar las manos para reventarlos. Aunque tendemos a apretar el pus con los dedos, este impulso puede acabar causando más daños en la piel, por lo que no se recomienda poner en práctica esta técnica.

Desinfecta bien la zona

Cuando un grano se infecta, es esencial tratar el lugar donde se encuentra la infección para evitar que las bacterias y la suciedad entren en contacto con él y lo agraven. El objetivo del tratamiento de los puntos negros infectados es reducir al máximo la herida. Al tratarse de una herida abierta, no se recomienda el uso de alcohol, por lo que se aconseja el uso de un jabón de azufre.

Utiliza un antibiótico tópico

En caso de que la infección sea extensa, la mejor opción es tratarla con un antibiótico tópico para evitar que empeore. De igual manera, este medicamento ayudará a que la herida cicatrice más rápido y con mayor efectividad, evitando que la zona afectada vuelva a infectarse. Sin embargo, para el uso de este medicamento, debe ser autorizado/prescrito por un dermatólogo, ya que no todos los tipos de piel lo toleran de la misma manera.

Aplica aloe vera

Para nadie es un secreto que el aloe vera tiene grandes propiedades para la piel, sobre todo para curar los puntos negros infectados con pus. Tanto la utilización directa de la planta como los productos cosméticos que la contienen pueden ser beneficiosos para la piel. Sus propiedades antiinflamatorias y astringentes contribuyen a eliminar tanto la grasa acumulada como el exceso de suciedad de los poros. Adicional a esto, sus propiedades antibacterianas y antibióticas ayudan a combatir la aparición del acné y mejorar la salud de tu piel. Además, el aloe vera hidrata y reduce la sequedad, por lo que también actúan como calmante.

No retires la costra

Cuando estás afecciones cutáneas han formado una costra, lo mejor es siempre evitar quitarla si quieres que se curen rápidamente. Al momento de que la herida se cierre y se desprenda la costra, quitarla es de lo peor que se puede hacer, además, deshacerse de la costra de esta forma puede dejar otras marcas en la piel y deja la puerta abierta a nuevas infecciones.

Visita al dermatólogo

Antes de tomar cualquier medida contra los puntos negros gigantes, si se trata de un problema habitual y recurrente en tu piel, lo mejor que puedes hacer es consultar a tu dermatólogo con el fin de obtener el mejor tratamiento teniendo en cuenta tus necesidades cutáneas.

¿Le resultó útil este artículo?
Dany Levito

Publicaciones relacionadas