Esto es lo que debes saber sobre los quistes mamarios
Vale acotar que no siempre los quistes mamarios son una señal de haber desarrollado cáncer
Los quistes mamarios son pequeñas bolsas llenas de líquido que se forman dentro de las mamas. Y, aunque muchos creen que la aparición de estos sacos representa automáticamente el desarrollo del cáncer, lo cierto es que suelen ser benignos.
En concreto, son sacos de tamaño variable con líquido en su interior, los cuales se pueden desarrollar en una o ambas mamas. A pesar de que no siempre presentan signos específicos, muchas veces es posible reconocerlos por medio de la palpación, ya que generalmente se siente como una uva o un balón lleno de agua, pero también hay casos en los que se siente firme y duro.
De acuerdo con el Dr. Alessandro Sanguinetti, cirujano y jefe de Cirugía Mamaria del S.S.D., «los quistes mamarios son formaciones benignas que afectan a la glándula mamaria y representan la patología benigna más frecuente en mujeres. Aproximadamente un tercio de la población femenina en un rango de edad de 35 a 50 años los padecen, con una mayor frecuencia en las de 40 años. Esta cifra se reduce después de la menopausia, aunque no es de extrañarse que permanezcan, sobre todo en mujeres que reciben terapia hormonal sustitutiva».
¿Cómo podemos reconocer la presencia de quistes en las mamas?
La mayoría de las veces se producen debido a una acumulación de líquido dentro de las glándulas mamarias, aunque también se presentan por los cambios hormonales del ciclo menstrual, de hecho, puede suceder que crezcan más y se vuelvan más dolorosos.
Por lo general, los quistes aparecen como pequeños nódulos, aunque hay casos en los que son grandes, y pueden generar deformidades en la mama. Cuando la pared del quiste está muy tensa, y sobre todo en los quistes pequeños, la palpación permite apreciar nódulos de poco tamaño, parecidos a pequeñas bayas, de consistencia aumentada.
El experto afirma: «Casi siempre, estas bolsas no se manifiestan con algún síntoma. Sin embargo, estos pueden aparecer cuando los quistes aumentan de volumen, es decir, se vuelven más grandes. Si ese es el caso, generan dolor tensional y un grado variable de ansiedad (sobre todo si el crecimiento se ha producido rápidamente)».
¿Por qué se forman estas bolsas?
Pese a todas las investigaciones que han realizado varios científicos, el origen no está del todo claro, pero la teoría más certera es la acción de las hormonas estrogénicas, la cual es bien conocida. «Los quistes podrían formarse como consecuencia de un crecimiento anormal del componente glandular mamario y del tejido fibroso que lo rodea, lo que provocaría la obstrucción del extremo de los conductos y su dilatación», afirma el Dr. Sanguinetti.
¿Cuándo hay que preocuparse?
«Por lo general, no hay que preocuparse por esto, pero no debes tranquilizarte hasta que se hayan hecho varios estudios: exploración mamaria y una ecografía mamaria», explica el experto. Sin embargo, de acuerdo con los resultados de las ecografías, los quistes mamarios pueden categorizarse en:
- Simple: Cuando las paredes mamarias están bien definidas y hay ausencia de ecos internos.
- Complejo: Hay un leve engrosamiento en las paredes, además, los bordes se ven irregulares y hay presencia de septos.
- Complicada: Los ecos internos de restos, hay ausencia de septos y engrosamiento o bordes demasiado irregulares.
«Los quistes complejos siempre merecen una investigación más exhaustiva con mamografía, aspiración con aguja y biopsia de las irregularidades internas, ya que pueden ocultar un cáncer. Por la misma razón, la recurrencia continua del quiste también obliga a un examen en profundidad», concluye el Dr.