¿Para qué sirven los antioxidantes? Esto es todo lo que necesitas saber
Nuestro cuerpo necesita protegerse de los radicales libres y para esto fábrica de forma natural agentes especiales para el bienestar celular
Los antioxidantes son sustancias naturales que previenen o retrasan los daños que pueden afectar directamente la funcionalidad de las células. Se trata de un arma que utiliza nuestro cuerpo para combatir los efectos de los radicales libres, moléculas altamente reactivas que dañan las estructuras celulares oxidando componentes de las células como las grasas de las membranas, los azúcares, los fosfatos, las proteínas y el propio ADN.
Las células, con el fin de eliminarlos, disponen de su propio mecanismo antioxidante, sin embargo, hay veces en los que está barrera protectora no es suficiente. Por ejemplo, cuando en el organismo hay grandes cantidades de radicales libres.
Estas moléculas se acumulan cuando se consumen excesivamente alimentos con un alto contenido proteico y de grasas saturadas, en las personas que tienen el hábito de fumar cigarrillos, cuando hay una sobreexposición a la radiación solar y en ciertas condiciones patológicas como los estados inflamatorios y la diabetes.
Aliados para fortalecer los antioxidantes
En el caso de que las defensas de tus células sean insuficientes, puedes optar por suplementos que contengan antioxidantes naturales, de hecho, existen muchos alimentos y suplementos que son muy efectivos. Los principales son las vitaminas (A, B, C y E), los carotenoides, flavonoides y polifenoles en general, la coenzima Q10, el ácido lipoico y algunos oligoelementos, como el selenio, el manganeso, el cobre y el zinc, que ayudan a las funciones de las enzimas antioxidantes producidas por el organismo.
Por lo general, estos nutrientes se pueden encontrar en alimentos de origen vegetal, en primer lugar el zumo de uva, los arándanos y la col verde. Otras fuentes importantes son:
- El kiwi.
- Las uvas.
- Las fresas.
- Las moras.
- Las patatas.
- Las ciruelas.
- Las espinacas.
- La remolacha.
- Los aguacates.
- Las coles de Bruselas.
- El zumo de pomelo y naranja.
Sin embargo, existen otras potentes proveedores de antioxidantes naturales, especialmente ricos en las vitaminas A y E, la coenzima Q10, el selenio, el cobre y el zinc:
- La carne.
- Los huevos.
- La mantequilla.
- Los productos lácteos.
Esto también puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de las células y la aparición de diversas enfermedades. De igual forma, el consumo de frutas y verduras ricas en vitamina E, carotenoides, coenzima Q10 y polifenoles, puede ayudarnos a proteger de problemas cardíacos y coronarios causados por la aterosclerosis, un proceso que daña las arterias debido a los radicales libres.
Asimismo, ingerir polifenoles contribuye con el buen funcionamiento de los órganos y ayuda a evitar el desarrollo de algunos tipos de cáncer, debido a que estas sustancias protegen el ADN de los daños que pueden predisponer a la aparición de neoplasias.
Además, la vitamina C y la vitamina E previenen la aparición de cataratas y protegen la piel de los rayos UVA de la luz solar, que con el tiempo dañan la piel, provocando su envejecimiento prematuro y otros cambios que pueden degenerar en formas malignas. Del mismo modo, los antioxidantes pueden contrarrestar el estrés oxidativo, que parece estar en el origen de varias enfermedades.
¿Cuál es la dosis adecuada y cuando es preferible iniciar su consumo?
Muchos expertos afirman que lo ideal es comer al menos cinco raciones de fruta o verdura fresca al día, al tiempo que se reduce la cantidad de calorías ingeridas y el consumo de grasas, sal y carnes fritas y a la plancha. En algunos casos, se puede recurrir a suplementos como complemento.
Ingerir alimentos ricos en antioxidantes es especialmente importante en mujeres en estado de gestación, lactantes, niños y ancianos. Los deportistas también deben procurar tomar las cantidades adecuadas, ya que el gran esfuerzo físico y la acumulación y eliminación de ácido láctico de los músculos contribuyen a aumentar los radicales libres.