¿Cómo encontrar la motivación para ir al gimnasio? Sigue estos consejos
¿Te has apuntado al gimnasio, pero has encontrado mil excusas para no ir a entrenar? Aquí te presentamos 10 puntos para encontrar la motivación que necesitas
Visualiza y marca objetivos realistas
Piensa en la ilusión que sentías cuando te apuntaste al gimnasio, en el cuerpo que soñabas tener y en el bienestar que deseabas alcanzar mirándote al espejo. Imagina en lo que podrías convertirte cuando por fin empieces a entrenar. Los resultados de vez en cuando serán tu mayor motivación.
Después de imaginar cómo quieres llegar a ser, márcate objetivos alcanzables. Escribe en tu agenda lo que quieres conseguir en un plazo corto de tiempo, pensando que no puedes dejarlo para entonces. Será un gran incentivo para ponerte manos a la obra y volver a ponerte por fin el vestido que tanto te gusta.
Levántate del sofá
Estar sentada en el sofá delante de la tele comiendo bocadillos no es bueno ni para tu cuerpo ni para tu mente. Mientras estás ahí sentada piensa en lo que estás perdiendo. El tiempo pasa muy deprisa y un día podrías arrepentirte de esos momentos en los que podrías haberte levantado del sofá y haber actuado por tu bienestar. Así que no lo dejes para «mañana», dite a ti mismo que no pierdas más tiempo.
Haz ejercicio al aire libre
En vez de ir al gimnasio, prueba hacer ejercicio al aire libre, como correr o caminar en el parque, hacer senderismo o andar en bicicleta. La naturaleza puede ser un gran motivador y además obtendrás beneficios adicionales al estar al aire libre y en contacto con la naturaleza.
Entrena con un amigo
Un compromiso con un amigo te dará un empujón extra. Concierta citas, por ejemplo, 2 o 3 veces por semana para entrenar juntos ayudará a que ambos se mantengan constantes en el entrenamiento.
Crea una playlist motivadora
La música puede ser un gran motivador para hacer ejercicio. Crea una playlist con tus canciones favoritas y úsala para animarte durante tus entrenamientos.
Cambia tu rutina de entrenamiento
Cambiar tu rutina siempre es importante para seguir progresando con tus ejercicios y conseguir mejoras cada vez más visibles. Si sigues haciendo el mismo tipo de entrenamiento durante meses, caerás en la rutina y no encontrarás la motivación para seguir. Así que pide a tu instructor que te cambie la rutina y pregúntale durante cuánto tiempo será válida. Marca la fecha de duración de tu próxima rutina y así verás que no habrá lugar para el aburrimiento.
Registra tus progresos
Desde el primer día que empieces a hacer ejercicio, hazte periódicamente fotos enteras frente al espejo, por ejemplo cada 20 días, y publícalas cada vez en tus redes sociales. Será gratificante y motivador leer los comentarios de tus amigos felicitándote por tus mejoras y animándote a seguir.
Entrenar es importante
Debes saber que es muy importante cuidar tu cuerpo. El ejercicio físico es una herramienta muy valiosa para mejorar la salud y prevenir enfermedades. Si te cuesta motivarte, lee sobre los beneficios de hacer ejercicio y recuerda por qué te inscribiste en el gimnasio.
Evita usar la báscula todos los días
Pesarse es una herramienta útil para controlar el progreso, pero no deberías hacerlo todos los días. Si estás tratando de mejorar tu cuerpo, no te centres únicamente en el número de la báscula. Perder peso no siempre significa que estés obteniendo los resultados deseados, ya que reafirmar los músculos también aumenta de peso. Por lo tanto, la dieta y el ejercicio deben ir de la mano. Es esencial que sigas una nutrición adecuada para lograr mejores resultados. Pide consejo a un nutricionista o dietista para recibir orientación personalizada.
Ten un modelo a seguir
¿Tienes a alguien a quien admiras? Un amigo o una celebridad podrían ser un excelente punto de referencia para motivarte durante tus entrenamientos. Mira fotos o imagínate cómo te verías si alcanzaras tu objetivo. Usar a alguien como inspiración puede impulsarte a esforzarte más y alcanzar tus metas.
Cree en ti mismo
No te subestimes. Si piensas que no puedes lograr algo, estás equivocado. Cambia tu mentalidad, date cuenta de que tienes el poder de alcanzar tus objetivos. Empieza y no te rindas. Cada paso que des te acercará a tu nueva versión. Aprende a lidiar con los obstáculos, confía en ti mismo y sigue adelante.
Date una recompensa
Cada vez que alcances un objetivo, date una recompensa. Sin embargo, asegúrate de que no sea comida basura. Hazte un regalo que te motive, como ropa nueva, una canción que te encanta o un paseo por un lugar que nunca has visitado. Combina retos con recompensas para mantenerte motivado.
