Estos son los motivos por los que no se recomienda usar plástico para almacenar alimentos
Las cajas de plástico son muy comunes debido a su practicidad. Sin embargo, detrás de su apariencia hay un detalle preocupante
El plástico está presente en todos los aspectos de nuestra vida diaria, incluyendo las cajas herméticas que se utilizan para almacenar alimentos en el refrigerador. Estas cajas se popularizaron por primera vez en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, debido a su capacidad para mantener los alimentos frescos durante más tiempo.
Desde entonces, se han convertido en un artículo de uso doméstico popular en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos, Canadá y Francia. Las cajas de polietileno son conocidas por su durabilidad, asequibilidad y reutilización.
Una caja adecuada para guardar alimentos
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las cajas de plástico son adecuadas para el almacenamiento de alimentos. Como explica Florence Foucaut, nutricionista y dietista, es necesario preguntarse si una caja es adecuada para su uso en el refrigerador o en el microondas. Si no lo es, se producirá una difusión de sustancias tóxicas del recipiente al contenido. Además, esta transferencia es aún más probable cuando el producto almacenado es graso.
Un ejemplo es que hay poco riesgo de transferencia en una ensalada verde en lata, especialmente si está envuelta en una hoja de papel de cocina. En cambio, el riesgo de transferencia es alto en el caso de la lasaña, que es grasa. Y más aún si se calienta en el microondas. El riesgo aumentará si no se respetan el tiempo y la temperatura de cocción recomendados por el fabricante.
Otro inconveniente del plástico es que su calidad varía según el código que figura en el fondo del recipiente. Según este código, que va del 1 al 7, se establecen ciertos criterios de uso que se deben tener en cuenta. Estos criterios han sido recopilados en una tabla por Ecoconso, una asociación belga para un consumo más responsable, que indica cómo utilizar correctamente los envases de plástico y qué tipos de productos pueden introducirse en ellos. En resumen, el plástico está diseñado para un tipo de uso específico, y a menudo lo utilizamos de manera inadecuada.
El vidrio como alternativa recomendada por los expertos
Afortunadamente, existe una alternativa al plástico para almacenar alimentos: el vidrio. El vidrio es un material inerte y no hay riesgo de transferencia de sustancias tóxicas. Además, el vidrio es reutilizable. El único inconveniente es su peso.
Es importante tener en cuenta que no todas las frutas y verduras deben almacenarse en cajas de plástico. Por ejemplo, las frutas con piel muy frágil, como las fresas, moras y frambuesas, deben colocarse en bandejas de cartón en el compartimento de verduras del refrigerador para evitar la transferencia de sustancias tóxicas. Las verduras crudas tampoco deben guardarse en cajas de plástico para evitar contaminación cruzada y que estas ingresen en nuestro organismo.
Un impacto significativo
Además de los riesgos para la salud, el uso excesivo de plástico tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Se estima que más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año, lo que tiene un impacto devastador en la vida marina y el ecosistema en general.
Por esta razón, cada vez más personas están buscando alternativas al plástico para el almacenamiento de alimentos. Además del vidrio, otros materiales como el acero inoxidable, la cerámica y la silicona son opciones populares. Al elegir un material de almacenamiento, es importante considerar no solo su seguridad para la salud, sino también su impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida, desde su producción hasta su eliminación.
En resumen, el uso del plástico para el almacenamiento de alimentos puede representar un riesgo para la salud debido a la posible transferencia de sustancias químicas al contenido. Además, el uso excesivo de plástico tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Por lo tanto, es importante considerar alternativas seguras y ecológicas, como el vidrio, el acero inoxidable, la cerámica y la silicona, al elegir recipientes para almacenar alimentos.