Orgasmo masculino: esto es lo que debes saber
De este poco se habla en comparación con el femenino. Se cree que es más sencillo, pero lo cierto es que un proceso complejo
Cuando un hombre se excita, el cerebro envía señales a través del sistema nervioso para que los músculos de la pelvis se contraigan y para que aumente el flujo sanguíneo hacia el pene, lo que provoca la erección. A medida que la excitación continúa, la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca se incrementan, y los músculos del cuerpo se tensan.
Cada vez que se alcanza un nivel suficiente de excitación, el cuerpo entra en la fase del orgasmo. Después del momento clímax, el cuerpo experimenta una fase de relajación, en la que la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca vuelven a niveles normales y los músculos se relajan. En comparación con el orgasmo femenino, el orgasmo masculino tiende a ser más breve y centrado en la respuesta genital, aunque esto puede variar de un hombre a otro.
Datos interesantes sobre el orgasmo masculino
La duración es corta
En comparación con el orgasmo femenino, el orgasmo masculino es relativamente corto y efímero. Por lo general, solo dura entre cinco y veinte segundos, mientras que algunas mujeres pueden experimentar un orgasmo de hasta sesenta segundos de duración.
Los orgasmos son más centrados e intensos
A diferencia de las mujeres, que suelen experimentar un orgasmo que se extiende por todo el cuerpo, las sensaciones de un orgasmo masculino tienden a ser más centralizadas. En general, los hombres suelen sentir el orgasmo de manera más intensa y localizada en la zona genital y pélvica.
No siempre tienen una capacidad multiorgásmica
A diferencia de las mujeres, la capacidad multiorgásmica en los hombres es limitada. Después de la eyaculación, los hombres necesitan un período de descanso para recuperarse, cuya duración puede variar según la edad y la intensidad de la actividad sexual. Solo alrededor del 15-20% de los hombres pueden experimentar múltiples orgasmos, y lograrlo requiere mucha práctica y técnicas tántricas específicas.
El orgasmo durante el sexo es más satisfactorio
En la Universidad de Paisley en Escocia, se realizó un estudio que comparaba la experiencia orgásmica que hay entre la masturbación y el sexo. Los investigadores midieron los niveles de prolactina segregados después del orgasmo en ambas situaciones y descubrieron que el orgasmo masculino durante el sexo puede ser cuatro veces más satisfactorio que el orgasmo obtenido por la masturbación.
Dificultades para alcanzar el orgasmo
En los hombres, la dificultad para alcanzar el orgasmo puede estar presente en cualquier momento y puede tener varias causas. Algunas de estas pueden estar relacionadas con la edad, ciertas enfermedades o medicamentos específicos, pero también puede haber factores psicológicos que influyan, como el estrés, la ansiedad por el rendimiento, la baja autoestima y la depresión. De igual manera, también puede tratarse de una falta de excitación o de una disminución del deseo sexual.
El punto P
La próstata es conocida por ser el punto “P” en los hombres, similar al punto G en las mujeres, se cree que el punto P está asociado con un orgasmo de gran intensidad en los hombres. Este tipo de orgasmo se puede lograr mediante la estimulación de la glándula prostática, lo que se puede lograr introduciendo el dedo índice en el ano para masajearla. También hay juguetes sexuales diseñados específicamente para este propósito. Es importante obtener el consentimiento de tu pareja antes de intentar este tipo de actividad.
La eyaculación no siempre significa orgasmo
A menudo se asocia la eyaculación con el orgasmo masculino, pero es importante tener en cuenta que son procesos distintos y separados. En algunos casos, un hombre puede experimentar un orgasmo sin eyacular, y viceversa.
En el caso de la eyaculación retrógrada, el semen en lugar de ser expulsado hacia el exterior es impulsado hacia el interior de la vejiga debido a una malformación orgánica. Por otro lado, la eyaculación sin orgasmo suele estar relacionada con un «orgasmo perdido». Esto puede deberse a una falta de estimulación sexual adecuada, una distracción en el momento equivocado o una disfunción eréctil.