¿Es realmente beneficioso hacer una siesta? Las respuestas de cinco expertos
Mientras algunos consideran que tomar una siesta es un hábito saludable, otros pueden verlo como una pérdida de tiempo. A continuación, conoceremos las opiniones de cinco expertos para determinar si realmente es beneficioso.
La siesta, un descanso durante el día, ha sido una práctica común en muchas culturas a lo largo de la historia. Algunas culturas, como la española, tienen una tradición arraigada de tomar una siesta después del almuerzo, mientras que en otras partes del mundo, como Estados Unidos, la siesta no es tan común.
Los beneficios de la siesta
Según la Dra. Jennifer Zaslona, investigadora postdoctoral en el Centro de Investigación del Sueño/Despertar de la Universidad Massey, tomar una siesta corta puede mejorar el rendimiento cognitivo y la función cognitiva durante el resto del día. También puede ayudar a reducir la somnolencia y mejorar el estado de ánimo.
Igualmente, puede tener un impacto positivo en la memoria y el aprendizaje. La Dra. Kathleen Maddison, investigadora y profesora en el Centro de Ciencias del Sueño de la Universidad de Australia Occidental, explica que durante la siesta, el cerebro procesa y consolida la información recibida durante la vigilia, lo que puede conducir a una mejor retención de la información.
La duración de una siesta
La duración ideal de una siesta puede variar según las necesidades individuales y las circunstancias. La Dra. Michelle Olaithe, investigadora asociada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Australia Occidental, señala que una siesta de 10 a 20 minutos, conocida como «siesta de poder» o «siesta de energía», puede ser suficiente para obtener beneficios sin afectar el sueño nocturno.
Por otro lado, una siesta más larga, de aproximadamente 60 a 90 minutos, puede permitir al cuerpo completar un ciclo completo de sueño, lo que puede ser beneficioso para personas que no duermen lo suficiente durante la noche. Sin embargo, la Dra. Olaithe advierte que una siesta más larga puede causar somnolencia y dificultad para conciliar el sueño por la noche.
La mejor hora para tomar una siesta
La elección de la hora para tomar una siesta también es importante. La Dra. Raymond Matthews, investigadora en el Laboratorio de Sueño y Cronobiología del Centro de Investigación Cerebro-Comportamiento-Cuerpo de la Universidad de Australia del Sur, sugiere que la mejor hora para tomar una siesta es aproximadamente de 1 a 3 de la tarde, cuando se produce una disminución natural en la vigilia.
Sin embargo, la Dra. Shona Halson, profesora asociada en la Universidad Católica de Australia, señala que la hora ideal para tomar una siesta puede variar según el horario de sueño individual de cada persona. Por ejemplo, aquellos que tienen un horario de sueño nocturno pueden beneficiarse de una siesta más temprana en la tarde, mientras que aquellos que tienen un horario de sueño diurno pueden preferir una siesta más tarde.
La siesta y el rendimiento laboral
El impacto de la siesta en el rendimiento laboral es un tema importante a considerar. Según la Dra. Zaslona, existen evidencias que sugieren que una breve siesta durante el día puede mejorar el rendimiento cognitivo y la concentración en el trabajo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la duración y el momento de la siesta pueden influir en su efectividad.
Algunas empresas y organizaciones han comenzado a reconocer los beneficios de la siesta y han implementado políticas de siesta en el lugar de trabajo. Estas políticas pueden incluir áreas designadas para tomar una siesta o incluso permitir a los empleados tomar una siesta durante el horario de trabajo. Sin embargo, es importante que estas políticas se implementen de manera adecuada y se adapten a las necesidades individuales de los empleados.
La siesta y la salud en general
Además de los beneficios cognitivos y de rendimiento, la siesta también puede tener un impacto positivo en la salud en general. Tomar una siesta regularmente puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la salud cardiovascular y disminuir el riesgo de enfermedades como la hipertensión y la diabetes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la siesta no es un sustituto del sueño nocturno adecuado. La Dra. Halson enfatiza la importancia de mantener una buena higiene del sueño en general, lo que incluye tener un horario de sueño regular, crear un ambiente propicio para dormir y evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol.