¿Cuando agregar sal al agua de la pasta? Este es el momento perfecto
Aunque para muchos puede parecer algo trivial, los chefs son extremadamente cuidadosos en este aspecto y un error en la cantidad puede arruinar por completo un plato.
La cantidad adecuada de sal
Cocinar pasta es una tarea bastante sencilla, pero requiere habilidad para medir y utilizar tres factores fundamentales: sal, agua y tiempo de cocción. Los chefs y los fabricantes de pasta suelen recomendar utilizar 1 litro de agua con 10 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta seca. Sin embargo, la cantidad exacta de sal depende de varios factores, como el tipo de sal utilizada, el tipo de pasta, la intensidad del condimento y, por supuesto, la sensibilidad de las papilas gustativas de quienes disfrutarán del plato. Entonces, ¿cómo debemos proceder? Tal vez, al final, no exista una regla de oro y como bien decían los antiguos romanos, la pasta perfecta se cocina simplemente «cum grano salis» (con un poco de sal).
¿Cuándo agregar la sal?
En cuanto a la fase de salado, la regla básica dice que no se debe agregar sal justo después de poner la pasta en el agua. ¿Por qué? Cuando se añade la pasta (un cuerpo frío) al agua hirviendo, la temperatura disminuye y la ebullición se interrumpe con frecuencia. Entonces, ¿cuál es el mejor momento para añadir la sal al agua? justo antes de agregar la pasta, cuando el agua comienza a hervir.
Un mito por desmentir
A menudo, vemos que el agua hierve de manera más fuerte de lo habitual, dando la impresión de que la temperatura aumenta, pero ¡eso no es del todo cierto! En realidad, las burbujas se forman como reacción a los cristales de sal, pero la temperatura no se eleva, al contrario, disminuye!
Consejos sobre el agua de la pasta
Además de la cantidad y el momento adecuados para agregar sal al agua de la pasta, hay otros consejos que pueden ayudarte a lograr el plato perfecto:
Utiliza agua abundante: es importante cocinar la pasta en una cantidad suficiente de agua para evitar que se pegue y para que se cocine de manera uniforme. Se recomienda utilizar al menos 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta.
No añadas aceite al agua: algunos creen que agregar aceite al agua ayuda a prevenir que la pasta se pegue, pero en realidad esto solo impide que la salsa se adhiera correctamente a la pasta.
Revuelve la pasta: durante los primeros minutos de cocción, es recomendable revolver la pasta ocasionalmente para evitar que se pegue. Una vez que la pasta se ablanda, revuélvela suavemente de vez en cuando.
Prueba la pasta antes de retirarla del fuego: la mejor manera de saber si la pasta está lista es probar un trozo. Debe estar al dente, es decir, cocida pero aún firme al morderla.