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Cocina, recetas y alimentos

¿Se puede congelar un producto que está casi caducado?

En nuestro día a día, es común que nos preguntemos qué hacer con esos alimentos que están a punto de caducar y que no vamos a consumir en el corto plazo. Ante esta situación, la opción más común es recurrir al congelador. Pero, ¿es seguro congelar un alimento casi caducado? La respuesta es sí, pero siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones.

La congelación detiene la proliferación de bacterias

La congelación es un método efectivo para detener el desarrollo de bacterias en los alimentos, pero hay que tener en cuenta que no las destruye por completo. Desde el punto de vista bacteriológico, no hay problema en congelar un producto que esté próximo a su fecha de caducidad, siempre y cuando no se haya superado dicha fecha y se haya mantenido a la temperatura adecuada antes de ser congelado. En caso de adquirir una pieza de carne que caduca al día siguiente y que ha estado una hora en el maletero de un coche a una temperatura de 20°C, es muy probable que ya esté en mal estado y la congelación no mejorará su calidad bacteriológica. Un alimento caducado seguirá caducado aunque se congele.

Si bien la congelación detiene el desarrollo de bacterias, no evita otras reacciones que ocurren en los alimentos. Por ejemplo, las grasas y las proteínas continúan oxidándose, lo que afecta al sabor, la textura y la calidad nutricional del alimento. Por esta razón, se recomienda no mantener los alimentos congelados durante largos periodos de tiempo. Además, la oxidación de los alimentos puede generar compuestos potencialmente tóxicos. Sin embargo, según la Afsca (Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria), no se encontraron diferencias significativas en la oxidación de la carne de cerdo fresca y la carne de cerdo congelada durante 4 meses. Aunque no existen valores de referencia para este tipo de análisis, podemos afirmar que la congelación no degrada el estado del alimento.

¿Es seguro congelar productos cerca de su fecha de caducidad?

Además de las bacterias y la oxidación, también debemos tener en cuenta el envase del producto. En el caso de los productos próximos a su fecha límite de consumo, el fabricante no ha previsto la congelación del producto en su envase original. El plástico de la bandeja original podría debilitarse y liberar compuestos hacia el alimento. Además, el film plástico que envuelve la bandeja tampoco está diseñado para ser congelado. Por lo tanto, es recomendable no congelar el alimento tal cual se encuentra en su envase original. Es preferible sacarlo de la bandeja y colocarlo en un recipiente cerrado, preferentemente de acero inoxidable o vidrio, para evitar cualquier riesgo relacionado con el envase. Además, esto resulta más práctico si se desea descongelar el producto en el microondas en el futuro, evitando así la acumulación de bandejas que no son adecuadas para el congelador ni para el microondas.

Consejos para congelar alimentos casi caducados

En resumen, si deseas congelar un producto que está próximo a su fecha de caducidad, ten en cuenta los siguientes consejos:

  1. Presta mucha atención a la cadena de frío, especialmente desde el momento de la compra hasta que llegas a casa (asumiendo que el producto ha sido almacenado correctamente antes de ser adquirido).
  2. No congeles el producto en su envase original.
  3. Indica la fecha de congelación en el recipiente para poder llevar un registro.
  4. Congela el producto lo más rápido posible. Por ejemplo, si compras un producto que caduca al día siguiente, colócalo en el congelador tan pronto como llegues a casa en lugar de esperar al último día.
  5. No mantengas el producto congelado durante más de dos meses.

Es importante tener en cuenta que estos consejos se aplican tanto a alimentos casi caducados como a cualquier otro alimento que se desee congelar. Por ejemplo, evita congelar alimentos que puedan dañarse durante el proceso de congelación, como aquellos que contienen mucha agua y podrían salir «explotados» al descongelarse. Además, se recomienda blanquear las verduras antes de congelarlas para conservar mejor su color, sabor, textura y vitaminas.

Duración de la conservación en el congelador

La duración de la conservación en el congelador varía según el tipo de alimento. Las carnes crudas enteras o en porciones se conservan de 15 a 18 meses en el congelador. La carne picada tiene un tiempo de almacenamiento de solo 3 meses. Lo mismo ocurre con la carne cocida, que también es un alimento más delicado. El pescado en filetes y los mariscos se conservan de 3 a 4 meses, al igual que los platos caseros, los guisos y las sopas. Los platos precocinados industriales se pueden conservar más tiempo, con un tiempo de almacenamiento de 18 a 24 meses. El pan tiene una duración de conservación de 1 mes. Si no has podido terminar todos tus helados y sorbetes antes de que termine el verano, podrás disfrutarlos nuevamente una vez que vuelva el buen tiempo, ya que su duración de conservación en el congelador es de 18 a 24 meses.

Cómo saber si un alimento congelado sigue siendo seguro

Para determinar si un alimento congelado sigue siendo seguro, es importante prestar atención a su apariencia. Si parece opaco o ha perdido color, es probable que se haya oxidado y no sea seguro consumirlo. En caso de duda, es mejor desechar el producto. El olor también puede ser un indicador, si percibes un olor sospechoso, es recomendable no consumir el alimento. Otro indicio de que un alimento congelado ya no es seguro es si ha experimentado una fuga. Si está sumergido en su propio jugo, es evidente que ha sufrido una descongelación. En ese caso, tampoco se debe correr ningún riesgo y el producto debe ser descartado.

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Alimentos que no se deben congelar

No todos los alimentos son aptos para la congelación. Por ejemplo, los huevos enteros no deben ser congelados, ya que la cáscara podría romperse debido al frío. Sin embargo, los claras de huevo se pueden congelar sin problemas en un recipiente hermético. Las verduras como los tomates o los pepinos, y las frutas como las sandías, los melones o las fresas, contienen demasiada agua y no son adecuadas para la congelación. Los quesos de pasta blanda, como el camembert, tampoco son recomendables, ya que pueden perder sabor después de descongelarse. Por último, los yogures y los postres lácteos tampoco toleran bien las bajas temperaturas, ya que podrían verse afectados en cuanto a sabor y textura.

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Veronica Pereira

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