Parkinson: este es el primer síntoma de alerta de la enfermedad
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Aunque comúnmente se asocia con los temblores en reposo, existen otros síntomas que pueden manifestarse antes y ser igualmente alarmantes.
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso central. Se caracteriza por la pérdida progresiva de ciertos tipos de células nerviosas en el cerebro, especialmente en una región llamada sustancia negra. Estas células son responsables de producir una sustancia química llamada dopamina, que desempeña un papel crucial en el control del movimiento.
Según el Instituto Pasteur, la enfermedad de Parkinson es la segunda causa de discapacidad en personas mayores después de los accidentes cerebrovasculares. Aunque se considera más común en personas mayores, aproximadamente el 17% de los pacientes diagnosticados tienen menos de 50 años. En Francia, se estima que alrededor de 120,000 personas están afectadas por esta enfermedad.
Los signos tempranos de la enfermedad de Parkinson
Contrariamente a la creencia popular, los temblores en reposo no siempre son el primer signo de la enfermedad de Parkinson. De hecho, la lentitud en los movimientos, también conocida como bradicinesia, es el síntoma inicial más común. Esta lentitud se manifiesta como dificultades en la ejecución y coordinación de los movimientos, especialmente en la marcha. Los pacientes pueden sentir fatiga extrema y una sensación de pesadez y entumecimiento en las extremidades.
Otro síntoma temprano de la enfermedad de Parkinson es la hipertonía, que se caracteriza por la rigidez de los músculos. Esta rigidez puede causar una postura inclinada hacia adelante y dificultar los movimientos cotidianos. Además, los pacientes pueden experimentar tensión muscular en todo el cuerpo, lo que puede llevar a deformidades posturales.
Si bien no todos los pacientes experimentan temblores, se considera uno de los signos característicos de la enfermedad de Parkinson. Estos temblores ocurren solo cuando el paciente está en reposo y cesan cuando se inicia un movimiento. Sin embargo, en casos más severos, los temblores pueden persistir incluso durante el movimiento. Por lo general, los temblores afectan principalmente a las extremidades superiores y se caracterizan por su lentitud y amplitud reducida.
Además de los síntomas motores, la enfermedad de Parkinson también puede manifestarse a través de una variedad de síntomas no motores, que son el resultado del impacto de la enfermedad en el cerebro y pueden incluir trastornos del equilibrio, dolor generalizado, depresión, problemas intestinales, pérdida del olfato y trastornos del sueño.
Diagnóstico, tratamiento y prevención de la enfermedad de Parkinson
El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa en un examen clínico y una entrevista con el paciente. La lentitud en los movimientos, los temblores en reposo e incluso los síntomas no motores deben alertar al paciente y llevarlo a consultar a un médico. El médico de cabecera puede derivar al paciente a un neurólogo o a un centro especializado en Parkinson para confirmar el diagnóstico. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas de diagnóstico por imágenes para complementar la evaluación clínica.
Una vez diagnosticada, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson se centra en compensar la deficiencia de dopamina, que es la causa principal de la enfermedad. El tratamiento se basa en dos enfoques principales: el suministro de dopamina exógena a través de medicamentos y la inhibición de las enzimas responsables de la degradación de la dopamina. El objetivo del tratamiento es reducir significativamente los síntomas motores de la enfermedad, pero no detiene la degeneración de las células nerviosas. A medida que la enfermedad progresa, es posible que sea necesario ajustar el tratamiento para mantener su eficacia.
Dado que la enfermedad de Parkinson es un problema de salud pública, es crucial implementar medidas preventivas. Esto implica mejorar el conocimiento de los profesionales de la salud y del público en general sobre la enfermedad de Parkinson. Una mayor conciencia permitirá detectar fácilmente la enfermedad en sus etapas iniciales. Además, es fundamental mejorar los métodos de diagnóstico para garantizar una mejor atención médica. En 2022, la inventora estadounidense Erin Smith destacó que aproximadamente una de cada cuatro personas con la enfermedad de Parkinson recibe un diagnóstico incorrecto debido a las técnicas utilizadas. Por último, es importante abordar los factores de riesgo identificados, como la exposición regular a pesticidas.
Finalmente, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Parkinson. La prevención también juega un papel clave en la lucha contra esta enfermedad, mediante la mejora del conocimiento y la identificación de los factores de riesgo.