Cuando se trata de tomar vitaminas y suplementos alimenticios, muchas personas no están al tanto de que el momento en que se consumen puede afectar su eficacia. Además, factores como la comida y la ingesta de líquidos también desempeñan un papel importante en la absorción de estos nutrientes.
¿Por qué tomar vitaminas?
Es importante destacar la importancia de una dieta variada y equilibrada para satisfacer las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo. Sin embargo, en algunas ocasiones, la alimentación por sí sola no es suficiente para cubrir dichas necesidades, ya sea debido a ciertas condiciones de salud o a situaciones especiales como el embarazo.
Vitamina B: energía y reducción del estrés
El grupo de vitaminas B es conocido por proporcionar energía y reducir el estrés. Este grupo comprende ocho tipos diferentes de vitaminas, cada una con una función específica en nuestro organismo. Entre ellas se encuentran la tiamina, la riboflavina, la vitamina B-6, la niacina, la biotina, la vitamina B12, el ácido fólico y el ácido pantoténico. Si se decide tomar un complejo vitamínico que incluya todas estas vitaminas, se recomienda hacerlo al despertar, preferiblemente con el estómago vacío para facilitar su absorción.
Vitaminas solubles en agua: vitamina C y vitaminas B
Las vitaminas solubles en agua no se almacenan en nuestro cuerpo, por lo que es necesario consumirlas a través de alimentos o suplementos específicos. Entre las vitaminas hidrosolubles se encuentran la vitamina C y la mayoría de las vitaminas B. Afortunadamente, estas vitaminas se encuentran en muchos productos de origen vegetal, como naranjas, pomelos y limones. Sin embargo, dado que el cuerpo no puede almacenar grandes cantidades de vitamina C, es recomendable tomarla en pequeñas dosis a lo largo del día.
Vitaminas liposolubles: vitamina A, vitamina D, vitamina E y vitamina K
Las vitaminas liposolubles, como la vitamina A, la vitamina D, la vitamina E y la vitamina K, son necesarias en cantidades más pequeñas. No es recomendable excederse en su ingesta para evitar efectos nocivos o tóxicos en el organismo. Cabe destacar que estas vitaminas no se pierden durante la cocción de los alimentos y se almacenan en el hígado y los tejidos grasos. Por esta razón, a menudo no es necesario recurrir a suplementos vitamínicos para obtener las cantidades adecuadas.
Vitaminas y embarazo
Durante el embarazo, muchas mujeres recurren a la suplementación con ácido fólico. Sin embargo, también existen otros minerales conocidos como prenatales, como el calcio y el hierro, que son importantes durante esta etapa. La hora de la toma de estos suplementos es crucial y dependerá de los síntomas de la futura madre. En caso de fuertes náuseas matutinas, se recomienda tomar las vitaminas y minerales prenatales antes de acostarse, acompañados de una pequeña cantidad de alimentos. Es importante consultar siempre con el médico para obtener una recomendación personalizada.
Efectos secundarios de las vitaminas
Naturalmente, existe la posibilidad de experimentar efectos secundarios, especialmente si se excede la dosis recomendada o si se combinan con otros medicamentos. Por lo tanto, el mejor consejo que podemos brindar es que siempre consultes a tu médico de confianza antes de decidir tomar vitaminas, para determinar el momento más adecuado según tus necesidades individuales.
