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Estilo de vida

Los cinco grandes mitos de la sexualidad masculina: ¿qué es verdad y qué no?

Cuando se trata de sexo, los mitos que atañen a los hombres mueren “difícilmente” y aún empañan una práctica plenamente realizada entre parejas.

Mito 1: la erección como medida del deseo sexual

Uno de los mitos más comunes es que la ausencia ocasional de erección es un signo de falta de deseo sexual. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Existen múltiples factores, como el estrés, la fatiga y la ansiedad, que pueden afectar la capacidad de un hombre para conseguir o mantener una erección. Estos factores son comunes y no indican necesariamente un problema grave. Una adecuada recuperación, una alimentación saludable y una comunicación abierta con la pareja pueden ayudar a mejorar la situación. Es importante entender que la ausencia de erección no significa automáticamente falta de deseo sexual. Además, las erecciones también pueden ocurrir sin estimulación erógena, como durante la noche.

Mito 2: la existencia del punto G masculino

Contrariamente a la creencia popular, los hombres sí tienen un punto G. La próstata se considera la contraparte masculina del punto G femenino. Según un estudio realizado en mayo de 2021, más de un tercio de los participantes desconocían que la próstata es una zona erógena. Aunque algunos hombres pueden sentir cierta resistencia o incomodidad con la estimulación de la próstata, esta puede ser una fuente de placer sexual para muchos hombres. La estimulación de la próstata puede realizarse tanto interna como externamente, a través del ano o del perineo.

Mito 3: la «congestión del semen» por falta de sexo

Existe la creencia de que los hombres experimentan una «congestión del semen» si no tienen relaciones sexuales o no se masturban regularmente. Sin embargo, esto es un mito. El semen no se acumula indefinidamente en los testículos. A diferencia de las mujeres, cuyo ciclo menstrual requiere una liberación mensual del revestimiento uterino, los hombres producen nuevos espermatozoides constantemente. La espermatogénesis, proceso de producción de esperma, dura aproximadamente 70 días. Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse por una supuesta congestión del semen debido a la falta de actividad sexual.

Mito 4: la influencia de la temperatura en la potencia sexual

Es cierto que los testículos necesitan una temperatura ligeramente inferior a la temperatura corporal para la producción de esperma. Sin embargo, esto no significa que el calor ambiente o el uso de asientos calefactados afecten negativamente la libido masculina. De hecho, la circulación sanguínea aumenta con el calor, lo cual puede ser beneficioso para la erección. Es importante destacar que la temperatura ambiente no es el único factor que afecta la potencia sexual de un hombre. Otros aspectos, como el estrés, la salud general y los niveles hormonales, también desempeñan un papel importante.

Mito 5: imposibilidad de fracturar el pene

Aunque el pene no tiene huesos, puede sufrir una lesión conocida como fractura de pene. Esta lesión ocurre cuando el cuerpo cavernoso del pene se rompe. A pesar de ser poco común, la fractura de pene puede ocurrir durante el coito, especialmente si hay un movimiento brusco o incorrecto. Ante una fractura de pene, es importante buscar atención médica de inmediato. El tratamiento generalmente implica una intervención quirúrgica para reparar la ruptura y eliminar cualquier hematoma. Se recomienda esperar varias semanas para que el pene se recupere completamente antes de reanudar la actividad sexual.

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Veronica Pereira

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