El matrimonio es una institución que ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los años. Si bien se ha demostrado que estar casado puede tener ciertos beneficios para la salud, como una mayor esperanza de vida, un estudio reciente revela que el matrimonio también puede tener un impacto en la presión arterial.
Relación entre el matrimonio y la presión arterial alta
El estudio, publicado en el Journal of the American Heart Association, es único en su enfoque, ya que analiza la relación entre el matrimonio y la presión arterial en diferentes países y culturas. A diferencia de investigaciones anteriores que se centraron en muestras pequeñas o en un solo país, este estudio se realizó en países de altos y medianos ingresos, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, China e India.
Los investigadores analizaron los niveles de presión arterial de más de 34,000 parejas en estas cuatro regiones. Los resultados revelaron que en muchos casos, tanto el esposo como la esposa tenían presión arterial alta. Por ejemplo, en Estados Unidos, más del 35% de las parejas mayores de 50 años presentaban este problema.
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es que la asociación entre matrimonio y presión arterial alta varía según la cultura. Mientras que en Estados Unidos y Reino Unido la relación entre la presión arterial de ambos cónyuges era significativa pero moderada, en China e India esta asociación era mucho más fuerte.
Según los investigadores, esto podría deberse a diferencias culturales y creencias arraigadas en China e India, donde existe una fuerte tradición de apoyo y dependencia mutua entre las parejas. En estas sociedades colectivistas, se espera que las parejas se apoyen emocional y físicamente, lo que podría influir en su salud de manera más directa.
El impacto de tener un cónyuge con presión arterial alta
Los hallazgos del estudio también revelaron que el riesgo de tener presión arterial alta aumenta significativamente cuando el cónyuge también la padece. En Estados Unidos y Reino Unido, las mujeres cuyos esposos tenían presión arterial alta tenían un 9% más de probabilidades de desarrollarla ellas mismas, en comparación con las mujeres cuyos esposos estaban sanos. Sin embargo, en China e India, ese riesgo aumentaba al 19% y 26%, respectivamente.
Lo mismo se aplicaba a los hombres que tenían esposas con presión arterial alta. En resumen, tener un cónyuge con este problema de salud aumenta significativamente el riesgo de desarrollarlo uno mismo.
Estrategias para abordar la presión arterial alta en parejas
El estudio sugiere que las intervenciones para controlar la presión arterial alta deberían tener en cuenta la relación de pareja. En lugar de centrarse únicamente en intervenciones individuales, se propone la implementación de terapia cardiovascular para parejas. Esto incluiría el cribado conjunto de la presión arterial, el entrenamiento en habilidades para el manejo de la enfermedad y la participación conjunta en programas de tratamiento.
Además, se destaca la importancia de los cambios en el estilo de vida. Hacer ejercicio regularmente, reducir el estrés y llevar una dieta saludable son medidas que pueden ayudar a controlar la presión arterial. Sin embargo, estos cambios pueden resultar difíciles de mantener si la pareja no los adopta también. Por lo tanto, se alienta a las parejas a trabajar juntas en la adopción de hábitos de vida saludables
