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Salud

¿Cómo saber si la tiroide no funciona bien?

La tiroide es una glándula endocrina ubicada en el cuello, responsable de la producción de hormonas tiroideas que regulan diversas funciones corporales. Sin embargo, cuando la tiroide no funciona correctamente, puede dar lugar a una serie de síntomas y trastornos que afectan la salud y el bienestar.

¿Cómo funciona la tiroide?

La tiroide se encarga de producir dos tipos de hormonas tiroideas: la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Estas hormonas son esenciales para regular el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. La producción de estas hormonas comienza en el cerebro, más específicamente en el hipotálamo, que libera una hormona llamada TRH (hormona liberadora de tirotropina). Esta hormona estimula la glándula pituitaria, ubicada en la base del cráneo, a producir la TSH (hormona estimulante de la tiroides). A su vez, la TSH estimula la tiroide para que produzca y libere las hormonas tiroideas en la sangre, donde pueden ser utilizadas por todo el cuerpo según sea necesario.

¿Cómo saber si la tiroide no funciona correctamente?

Es importante estar atento a los síntomas que pueden indicar un mal funcionamiento de la tiroide. Si bien algunos casos pueden ser asintomáticos en las etapas iniciales, a medida que la producción de hormonas tiroideas se ve alterada, pueden aparecer una serie de señales de alerta. A continuación, te presentamos los principales síntomas que pueden estar asociados a un mal funcionamiento de la tiroide:

Trastornos oculares

Los trastornos oculares también pueden ser un síntoma asociado a un mal funcionamiento de la tiroide y pueden incluir lagrimeo excesivo o insuficiente, sensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y ardor. Es importante tener en cuenta que el hábito de fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos oculares asociados a la tiroide.

Cambios de peso

El hipotiroidismo, que se caracteriza por una producción insuficiente de hormonas tiroideas, puede conducir a un aumento de peso debido a la desaceleración del metabolismo basal y la dificultad para quemar calorías. Por otro lado, se caracteriza por una producción excesiva de hormonas tiroideas, puede provocar una pérdida de peso debido al aumento del metabolismo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos cambios de peso pueden variar según el individuo y existen excepciones a esta regla general.

Fatiga

La fatiga es otro síntoma común asociado a un mal funcionamiento de la tiroide. Las personas con hipotiroidismo a menudo experimentan una pérdida de energía tanto física como mental. Pueden experimentar debilidad muscular, menor resistencia física, dificultad para concentrarse, somnolencia diurna e incluso sentirse cansados incluso después de una buena noche de sueño. Sin embargo, la fatiga es un síntoma inespecífico, lo que significa que puede estar relacionado con diversas condiciones y enfermedades.

Alteraciones de la temperatura corporal

El mal funcionamiento de la tiroide puede afectar la regulación de la temperatura corporal. Las personas con hipertiroidismo pueden experimentar sensaciones de calor, mientras que aquellos con hipotiroidismo pueden sentir frío con mayor frecuencia. Estos cambios ocurren debido a la dilatación o constricción de los vasos sanguíneos, que afectan el flujo sanguíneo y la temperatura corporal.

Problemas intestinales

El hipertiroidismo puede acelerar las contracciones musculares intestinales, lo que puede provocar un aumento en el número de evacuaciones y diarrea. Por otro lado, el hipotiroidismo puede disminuir las contracciones intestinales, lo que puede resultar en estreñimiento o una reducción en el número de evacuaciones habituales.

Problemas cardíacos

El hipotiroidismo puede causar una disminución en la frecuencia cardíaca y afectar la eficacia de las contracciones y la relajación del músculo cardíaco. Esto puede resultar en un mayor esfuerzo para el corazón y una disminución en su capacidad para bombear sangre de manera eficiente. En casos extremos, puede provocar enfermedades cardíacas como la cardiomiopatía. Por otro lado, el hipertiroidismo puede acelerar la frecuencia cardíaca y provocar arritmias, como la fibrilación auricular.

Disfunciones del sistema reproductivo masculino

Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden estar asociados con problemas de erección y eyaculación. En el caso del hipotiroidismo, es común experimentar una eyaculación retardada, mientras que en el hipertiroidismo, se pueden presentar problemas de eyaculación precoz. Estos trastornos pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida y la salud sexual.

Disfunciones del sistema reproductivo femenino

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Las mujeres pueden experimentar una disminución del deseo sexual, disminución de la lubricación vaginal, dificultad para alcanzar el orgasmo y dolor durante las relaciones sexuales. Además, la tiroide también tiene una estrecha relación con la función ovárica y la fertilidad. El hipotiroidismo puede provocar menstruaciones irregulares o ausentes, mientras que el hipertiroidismo puede causar menstruaciones más frecuentes y abundantes. Estos trastornos pueden tener un impacto significativo en la fertilidad femenina.

Fragilidad ósea

El hipertiroidismo crónico y no tratado puede provocar una disminución en la densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. El exceso de hormonas tiroideas acelera la reabsorción ósea y puede conducir a la osteoporosis. Esto puede ser especialmente preocupante en mujeres posmenopáusicas, quienes ya están en mayor riesgo de desarrollar osteoporosis debido a la disminución de los niveles de estrógeno.

¿Cuáles son las posibles causas del mal funcionamiento de la tiroide?

Existen varias causas que pueden contribuir a un mal funcionamiento de la tiroide. A continuación, se presentan las principales causas asociadas al hipotiroidismo y al hipertiroidismo:

Hipotiroidismo

  • Deficiencia de yodo: el yodo es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la tiroides y la producción de hormonas tiroideas. La deficiencia de yodo puede ser una causa de hipotiroidismo, aunque es cada vez menos común en países como Italia, donde la ingesta de yodo es adecuada.
  • Tiroiditis de Hashimoto: es una enfermedad autoinmune que causa una inflamación crónica de la tiroides. En esta condición, el sistema inmunológico ataca las células tiroideas, reduciendo su capacidad para producir hormonas tiroideas.
  • Otras tiroiditis: además de la tiroiditis de Hashimoto, existen otras formas de tiroiditis que pueden afectar la función tiroidea.
  • Tratamientos con yodo radioactivo: en algunos casos, el tratamiento con yodo radioactivo puede ser necesario para tratar ciertos trastornos tiroideos. Sin embargo, esto puede provocar una reducción en la producción de hormonas tiroideas, lo que resulta en hipotiroidismo.
  • Cirugía de tiroides: en casos de enfermedades tiroideas graves o cáncer de tiroides, puede ser necesario realizar una cirugía para extirpar parte o la totalidad de la glándula tiroides. Esto puede resultar en hipotiroidismo si no se toman las medidas adecuadas para reemplazar las hormonas tiroideas.

Hipertiroidismo

  • Enfermedad de Graves: es una enfermedad autoinmune que estimula la glándula tiroides para producir un exceso de hormonas tiroideas.
  • Enfermedad de Plummer: se caracteriza por la presencia de un adenoma tiroideo, un tumor benigno que produce de manera excesiva hormonas tiroideas.
  • Exceso de yodo: aunque la deficiencia de yodo puede causar hipotiroidismo, un exceso de yodo puede desencadenar hipertiroidismo.
  • Otros trastornos tiroideos: además de la enfermedad de Graves y la enfermedad de Plummer, existen otros trastornos tiroideos menos comunes que pueden provocar hipertiroidismo.

¿Cómo se diagnostican los problemas de la tiroide?

Si se presentan síntomas que sugieren un mal funcionamiento de la tiroide, es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado. Los médicos utilizan una combinación de pruebas y análisis clínicos para evaluar la función de la tiroides. A continuación, se presentan las principales pruebas utilizadas en el diagnóstico de los trastornos tiroideos:

Análisis de sangre

El análisis de sangre es una de las pruebas más comunes utilizadas para evaluar la función de la tiroides. Se miden los niveles de TSH, T3 y T4 en la sangre para determinar si la tiroides está produciendo hormonas de manera adecuada. Los niveles anormales de estas hormonas pueden indicar un mal funcionamiento de la tiroides.

Ecografía

La ecografía es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas de sonido para crear imágenes de la glándula tiroides. Esta prueba permite evaluar la estructura, el tamaño y la forma de la tiroides, así como detectar la presencia de nódulos u otras anomalías.

Centellografía

La centellografía es una prueba de medicina nuclear que se utiliza para evaluar la función de la tiroides. Consiste en la administración de un radiofármaco por vía intravenosa, que es captado por las células tiroideas. Esto permite crear un mapa de la función tiroidea y distinguir entre nódulos tiroideos «calientes» (que producen hormonas en exceso) y «fríos» (que producen hormonas en cantidad insuficiente).

Punción con aguja fina (PAAF)

La punción con aguja fina es un procedimiento en el que se extrae una muestra de células tiroideas de un nódulo para su posterior análisis en el laboratorio. Esta prueba se utiliza para determinar si un nódulo tiroideo es benigno o maligno.

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Veronica Pereira

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