Desodorantes: aquí tienes los ingredientes peligrosos a tener en cuenta en su composición
Desde la adolescencia, nos acostumbramos a aplicar desodorante en nuestras axilas para evitar los malos olores y, a veces, para controlar la transpiración. Sin embargo, como cualquier producto que encontramos en nuestro baño, los desodorantes pueden contener ingredientes peligrosos, algunos de los cuales se ha demostrado que contribuyen al desarrollo de cáncer de mama. ¿Cuáles son estas sustancias peligrosas presentes en nuestros desodorantes? ¿Para qué se utilizan? ¿Qué riesgos implican para nuestra salud?
Los peligros de los compuestos de aluminio en los desodorantes
En septiembre de 2021, un grupo de investigadores del Centro de Oncología y Hematología Hirslanden de la Clínica Grangettes y de la Universidad de Oxford realizó un estudio para analizar las células de hámster expuestas a compuestos de aluminio. Estas sustancias suelen estar presentes en los desodorantes y se ha señalado su peligrosidad en repetidas ocasiones.
Este estudio, publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences, volvió a confirmar este hecho. Los investigadores observaron que el metal penetra en las células expuestas, lo que provoca inestabilidad en el genoma y favorece la aparición de cáncer, como el de mama. Por lo general, los compuestos de aluminio se utilizan como antitranspirantes, cerrando los poros de la piel, bloqueando así la transpiración y los malos olores asociados. «Transpirar es un fenómeno 100% natural que permite al organismo eliminar toxinas y regular su temperatura.
Al obstruir las glándulas sudoríparas, los compuestos de aluminio pueden causar irritaciones e inflamaciones en la piel», explica Maëla Le Breuil en Marie Claire. En la composición, el aluminio puede aparecer bajo varios nombres, como «cloruro de aluminio», «clorhidrato de aluminio», «clorhidrex de aluminio», «sesquiclorhidrato de aluminio» o «zirconio de aluminio».
Los disruptores endocrinos en los desodorantes
Además, muchos productos contienen disruptores endocrinos, y los desodorantes, desafortunadamente, no son una excepción. El problema radica en que son difíciles de identificar en las composiciones, aunque la mayoría de las veces se encuentran en forma de parabenos. Estos últimos permiten conservar el producto y eliminar las bacterias.
Estos parabenos se pueden encontrar bajo diferentes nombres, como «isobutilo», «isopropilo», «benzilo», «pentilo» o «fenilo». Sin embargo, su peligrosidad ya no está en duda. «Se sospecha que los parabenos perturban el sistema endocrino al imitar las propiedades de algunas hormonas, especialmente mediante la activación de los receptores de estrógenos, lo que plantea interrogantes sobre sus efectos en la fertilidad y el riesgo de cánceres hormono-dependientes (como el cáncer de mama)», señala Cancer Environnement en su sitio web. Además, la ANSM (Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios) ha reconocido que los parabenos tienen un riesgo de alergias cutáneas durante la aplicación local o de alergias después de la ingestión.
Los peligros de los silicones en los cosméticos
Por último, es frecuente que los desodorantes contengan siliconas. Estos productos prometen una piel más suave y se adaptan a las pieles depiladas o rasuradas, lo cual es ideal para la zona de las axilas. Sin embargo, no se recomiendan para la salud y son perjudiciales para el medio ambiente. Se pueden identificar con los siguientes nombres: «ciclodimeticona», «dimeticona» o «ciclopentasiloxano».