Cuando comienzas a ir al gimnasio, es importante tener en cuenta algunas reglas básicas de etiqueta para garantizar una experiencia agradable tanto para ti como para los demás. A continuación, te presentaremos las 8 cosas que no debes hacer en el gimnasio.
Ir al gimnasio enfermo
Uno de los errores más comunes que se cometen en el gimnasio es ir a entrenar cuando se está enfermo. Aunque puede ser tentador no perderse una sesión de ejercicio, es importante recordar que cuando estás enfermo, debes cuidarte y descansar para recuperarte más rápido. Además, al ir al gimnasio enfermo, puedes contagiar a otros miembros y poner en riesgo su salud. Por lo tanto, si no te sientes bien, es mejor quedarte en casa y evitar exponerte a mayores riesgos.
No usar la ropa adecuada
Es importante vestirse de manera cómoda y utilizar prendas diseñadas específicamente para la práctica deportiva. Evita usar sujetadores con varillas, zapatos inadecuados o ropa que no se ajuste bien, ya que esto puede afectar tu rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones. Recuerda que cada deporte tiene sus propias exigencias en cuanto a vestimenta, por lo que es importante informarse y elegir la ropa para cada tipo de ejercicio.
Llegar tarde a las clases
Llegar tarde a las clases puede ser molesto tanto para los instructores como para los demás participantes. Además, al llegar tarde, te pierdes la parte de calentamiento, que es esencial para preparar tu cuerpo para el ejercicio y reducir el riesgo de lesiones. Por lo tanto, es importante planificar tu tiempo y llegar a tiempo a las clases. Si llegas tarde, trata de entrar sin hacer ruido y busca un lugar sin interrumpir la dinámica de la clase.
No desconectar del teléfono móvil
En la era de la tecnología, es común ver a las personas pegadas a sus teléfonos móviles en todas partes, incluso en el gimnasio. Sin embargo, es importante desconectarse del teléfono móvil durante el entrenamiento y enfocarse en los ejercicios. Utilizar el teléfono móvil puede distraerte, disminuir la calidad de tu entrenamiento y molestar a otros miembros. Por lo tanto, déjalo en el vestuario y aprovecha el tiempo en el gimnasio para concentrarte en tu cuerpo y mente.
No respetar los límites de los demás
Evita dar consejos no solicitados y no juzgues ni hagas comentarios despectivos sobre el aspecto físico o el rendimiento de los demás. Recuerda que cada persona tiene su propio ritmo de entrenamiento y es importante respetarlo. Además, evita tocar o utilizar los equipos de otras personas sin su permiso. El respeto y la empatía son valores fundamentales para mantener una buena convivencia en el gimnasio.
Sobreestimarse
Es común que cuando comenzamos a hacer ejercicio, nos entusiasmemos y queramos lograr resultados rápidos. Sin embargo, es importante no sobreestimarse y establecer metas realistas. Escucha a tu cuerpo y avanza gradualmente en tu entrenamiento. Recuerda que cada persona es diferente y que el progreso lleva tiempo. Evita compararte con los demás y concéntrate en tu propio progreso. Escucha a tu cuerpo y no te exijas más de lo que puedes soportar.
Soltar pesas bruscamente
Soltar las pesas de manera brusca puede causar ruido y perturbar a los demás miembros del gimnasio. Además, también puede dañar los equipos y provocar lesiones a ti mismo y a otros. Por lo tanto, asegúrate de soltar las pesas suavemente y controlar el movimiento en todo momento. Si no estás seguro de cómo soltar las pesas correctamente, consulta a un entrenador o instructor.
Dejar el equipo desordenado
Después de terminar tu entrenamiento, asegúrate de limpiar y ordenar el equipo que has utilizado. Esto incluye desinfectar las máquinas, recoger las pesas y volver a colocarlas en su lugar, y recoger cualquier otro equipo o accesorio que hayas utilizado. Dejar el equipo desordenado no solo muestra falta de respeto hacia los demás miembros, sino que también puede causar accidentes y lesiones. Mantén el gimnasio limpio y ordenado para que todos puedan disfrutar de un ambiente agradable y seguro.
Siguiendo estas pautas, podrás disfrutar de tu entrenamiento y contribuir a un ambiente positivo en el gimnasio. ¡A entrenar se ha dicho!
