Las cinco reglas esenciales para prevenir una intoxicación alimentaria en tu cocina
La intoxicación alimentaria es un riesgo común que se puede encontrar en la cocina, pero afortunadamente, siguiendo algunas sencillas reglas , se puede reducir considerablemente este peligro.
Lávate las manos regularmente
Antes y durante la preparación de las comidas, es importante lavarse bien las manos con agua y jabón. Este sencillo gesto permite eliminar las bacterias y otros agentes patógenos que podrías transportar en tus manos, reduciendo así el riesgo de contaminación de los alimentos. Si presentas síntomas de gastroenteritis, evita preparar comidas. Si esto es inevitable, pon especial cuidado en la higiene de tus manos y opta por alimentos que requieran poca preparación.
Mantén limpio el refrigerador
Limpia de inmediato las superficies sucias de tu refrigerador con un producto de limpieza diseñado para este fin. Se recomienda realizar una limpieza completa del refrigerador al menos una vez al año para evitar la proliferación de bacterias y garantizar la seguridad de los alimentos.
Utiliza diferentes tablas de cortar
Para prevenir la contaminación cruzada, usa tablas de cortar separadas para la carne y el pescado crudos, por un lado, y para los productos cocidos y las verduras limpias, por otro. No reutilices los utensilios que hayan estado en contacto con alimentos crudos sin lavarlos y desinfectarlos correctamente.
Respeta los tiempos y temperaturas de conservación
No dejes los alimentos perecederos a temperatura ambiente durante más de dos horas. Consérvalos a una temperatura inferior a 4°C para evitar la multiplicación de microorganismos.
Conserva correctamente los alimentos muy perecederos
Para los productos de charcutería, platos preparados, pastelerías con crema y otros alimentos «muy perecederos» sin fecha de caducidad, se recomienda consumirlos en los tres días siguientes. Esta precaución permite evitar consumir alimentos potencialmente alterados y peligrosos para la salud.
Siguiendo estas cinco reglas esenciales, podrás reducir significativamente el riesgo de intoxicación alimentaria en tu cocina. Recuerda lavar tus manos regularmente, mantener limpio tu refrigerador, utilizar tablas de cortar diferenciadas, respetar los tiempos y temperaturas de conservación, y consumir los alimentos muy perecederos dentro de los tres días posteriores a su preparación. Adopta estas buenas prácticas y disfruta de comidas seguras y saludables.