Higiene íntima después de tener relaciones sexuales: lo que debes y no debes hacer
Después de un encuentro sexual, una ola de relajación y bienestar te invade, porque las hormonas del placer como la endorfina, oxitocina, serotonina y dopamina liberadas durante el orgasmo tienen su efecto. Mientras flotas en tu pequeña nube, realizas ciertos gestos de manera casi automática. Sin embargo, estas acciones pueden tener una influencia insospechada en la salud de tu vagina.
El riesgo de infecciones vaginales aumenta después del sexo
Cuando los tejidos vaginales han sido lubricados, hinchados y frotados durante las relaciones sexuales, reaccionan de manera diferente al entorno. Esto se debe a que la vagina es una zona particularmente sensible.
Debido a la inflamación y las microabrasiones que pueden ocurrir durante el acto, la piel vulvar y vaginal se vuelve especialmente propensa a infecciones. Si notas síntomas inusuales como picazón vaginal, ardor genital o secreción vaginal espesa y blanca después de tener sexo, es recomendable consultar a un médico, ginecólogo o matrona.
No te laves el interior de la vagina con jabón
Una mala práctica común que puede poner en riesgo la salud de la vagina es lavarse el interior con jabón. Algunas mujeres sienten la necesidad de limpiar sus partes íntimas de esta manera, pero en realidad es innecesario ya que la vagina tiene la capacidad de «autolimpiarse».
Peor aún, este hábito puede provocar reacciones alérgicas cuando las mucosas reaccionan mal a los limpiadores inadecuados, con ingredientes potencialmente agresivos como el jabón. Esto puede generar irritaciones y sequedad vaginal.
Usa solo agua para limpiar la zona íntima
Si deseas ducharte después del sexo, evita el jabón y cualquier otro producto agresivo para la zona íntima. En su lugar, confía en el agua de la ducha para limpiar la vagina, limitándote a la parte exterior de la vulva.
Evita la ropa interior sintética
Adiós a las bragas, tangas y calzones de nailon o poliéster, estos materiales son falsos amigos de tu vagina. Después del sexo, tu piel tiende a estar caliente y húmeda por la transpiración, las secreciones vaginales y el semen. Además, la ropa interior demasiado ajustada aumenta el riesgo de rozaduras y mantiene la humedad.
La mejor opción son las prendas de algodón, un tejido más transpirable. O incluso quedarte sin ropa interior, como sugiere la experta: «A la vagina le gusta estar al aire».
Orina dentro de la hora siguiente
Aunque no es necesario orinar antes del acto sexual, hacerlo después es de suma importancia. Durante las relaciones, algunas bacterias pueden introducirse en la uretra, aumentando el riesgo de infección. Orinar ayuda a eliminar estos gérmenes. Para incentivarte a ir al baño, no dudes en hidratarte bebiendo un vaso grande de agua después de la actividad sexual.
Sécate bien después de ir al baño
Recuerda secarte bien de adelante hacia atrás (y no al revés) para evitar la propagación de materia fecal del ano a la zona vaginal.
Mantén una buena higiene íntima después del sexo
Además de las prácticas mencionadas, existen otras recomendaciones para cuidar la salud de tu vagina después de hacer el amor:
Evita ducharte con agua caliente
El agua caliente puede resecar la delicada piel de la zona íntima, provocando irritaciones. Opta por una temperatura tibia o fresca.
Usa toallas limpias y suaves
Las toallas ásperas o con residuos de detergente pueden irritar la piel sensible. Prefiere tejidos suaves y recién lavados.
Mantén la zona seca
Procura que tu zona íntima esté lo más seca posible después de la ducha. Sécate bien con una toalla y deja que se airee.
Elige ropa cómoda y transpirable
Como mencionamos, la ropa interior de algodón es la mejor opción. También evita pantalones ajustados que puedan generar fricción.
Escucha a tu cuerpo
Si notas molestias, irritación o cualquier cambio inusual, no dudes en consultar a tu médico o ginecólogo. Ellos podrán brindarte el asesoramiento y tratamiento adecuado.