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Salud

¿Intoxicación alimentaria o gastroenteritis?

¿Intoxicación alimentaria o gastroenteritis? Muchos han enfrentado esta duda después de experimentar malestares estomacales. Aunque ambos términos a menudo se usan indistintamente, es crucial diferenciarlos para ofrecer el tratamiento adecuado. La intoxicación alimentaria generalmente resulta de consumir alimentos contaminados con bacterias, virus o parásitos. Por otro lado, la gastroenteritis puede ser causada por infecciones virales no relacionadas con los alimentos. Identificar correctamente la causa es vital para manejar los síntomas y prevenir complicaciones.

Definición y causas

Intoxicación alimentaria

La intoxicación alimentaria ocurre cuando se consumen alimentos o bebidas que están contaminados con patógenos. Estos microorganismos dañinos pueden ser bacterias, virus o parásitos. Las bacterias son una causa común y pueden incluir:

Salmonella: encontrada en productos como huevos, carnes y leche no pasteurizada.

Escherichia coli (E. coli): a menudo se encuentra en carne molida de res cruda.

Campylobacter: frecuentemente presente en aves de corral crudas o mal cocidas.

Staphylococcus aureus: esta bacteria puede producir toxinas en alimentos mal manipulados.

Shigella: puede contaminar los alimentos y el agua potable.

Gastroenteritis

La gastroenteritis es una inflamación del estómago y los intestinos causada por infecciones virales o bacterianas. Los virus son las causas más comunes y los principales culpables incluyen:

Norovirus: causa frecuente de gastroenteritis, especialmente en adultos. Se propaga rápidamente en entornos cerrados.

Rotavirus: principal causa de gastroenteritis viral en niños pequeños. Los síntomas pueden ser graves y conducir a la deshidratación.

Adenovirus: otro virus que puede causar gastroenteritis, aunque es menos común.

Además de virus, las bacterias también pueden provocar gastroenteritis. Algunas de las bacterias más comunes incluyen:

Salmonella: similar a la intoxicación alimentaria, esta bacteria infecta el tracto gastrointestinal a través de alimentos contaminados.

Campylobacter: a menudo se encuentra en aves de corral mal cocidas y productos lácteos no pasteurizados.

Clostridium difficile: esta bacteria puede causar infecciones graves, generalmente después de un tratamiento antibiótico prolongado.

Síntomas y diagnóstico

Es fundamental conocer y diferenciar los síntomas de la intoxicación alimentaria y la gastroenteritis, ya que aunque son parecidos, tienen diferencias importantes que pueden ayudar a identificar el tratamiento adecuado.

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Síntomas de la intoxicación alimentaria

La intoxicación alimentaria ocurre cuando se consumen alimentos contaminados con bacterias, virus o parásitos. Los síntomas suelen aparecer varias horas después de ingerir el alimento contaminado y pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días. Los síntomas típicos incluyen:

Diarrea: suelen ser frecuentes y pueden contener sangre en casos graves.

Vómitos: estos pueden ser intensos y repetitivos.

Fiebre: puede ser leve o alta, dependiendo del microorganismo que cause la infección.

Dolor abdominal y calambres: es común sentir dolor agudo en la zona del estómago.

Náuseas: sensación constante de querer vomitar.

Deshidratación: debido a la pérdida de líquidos por diarrea y vómitos, podría presentarse deshidratación severa.

Síntomas de la gastroenteritis

La gastroenteritis, frecuentemente conocida como la «gripe estomacal,» es una inflamación del estómago y los intestinos generalmente causada por infecciones virales o bacterianas. Los síntomas de la gastroenteritis suelen comenzar rápidamente y pueden ser similares a los de la intoxicación alimentaria, pero hay algunas diferencias notables:

Diarrea acuosa: es el síntoma más común y generalmente no contiene sangre.

Náuseas y vómitos: estos síntomas son muy frecuentes y pueden durar varios días.

Dolor y calambres abdominales: similar a los causados por la intoxicación alimentaria, pero pueden ser más intensos y persistentes.

Fiebre baja: en algunos casos, los pacientes pueden experimentar una fiebre ligera.

Cansancio y debilidad: debido a la deshidratación y la pérdida de nutrientes esenciales.

Tratamiento y prevención

El tratamiento y la prevención de la intoxicación alimentaria y la gastroenteritis pueden ser diferentes, aunque ambas enfermedades afecten el tracto digestivo.

Tratamiento de la intoxicación alimentaria

Cuando se trata de intoxicación alimentaria, es fundamental centrarse en la hidratación y reconocer cuándo es necesario acudir al médico. Aquí hay algunas recomendaciones clave:

Rehidratación: es crucial reponer los líquidos perdidos debido al vómito y la diarrea. Tomar pequeñas cantidades de agua frecuentemente, así como soluciones de rehidratación oral, puede ayudar. Las bebidas deportivas que contienen electrolitos también pueden ser beneficiosas.

Descanso: el descanso ayuda al cuerpo a recuperarse. Evitar actividades extenuantes es esencial durante este tiempo.

Dieta suave: consumir alimentos suaves y de fácil digestión como arroz, plátanos, sopas claras y tostadas puede ayudar a calmar el estómago.

¿Cuándo buscar atención médica?: si los síntomas persisten por más de dos días, si hay fiebre alta, sangre en el vómito o las heces, o si hay signos de deshidratación severa (como boca seca, disminución de la orina o mareos), es hora de buscar atención médica.

Foto Freepik

Tratamiento de la gastroenteritis

El tratamiento de la gastroenteritis también se centra en la hidratación y los cuidados en casa, aunque puede incluir el uso de medicamentos para aliviar los síntomas:

Hidratación continua: al igual que con la intoxicación alimentaria, es vital mantenerse hidratado. Tomar pequeños sorbos de agua regularmente, así como soluciones de rehidratación oral, es fundamental.

Medicamentos necesarios: para aliviar los síntomas, los adultos pueden usar antidiarreicos como loperamida (imodium) o subsalicilato de bismuto (pepto-bismol). Sin embargo, estos no son recomendados para niños sin consultar a un médico.

Dieta y descanso: mantener una dieta suave y evitar alimentos que pueden irritar el estómago es importante. El reposo también es clave para permitir que el cuerpo combate el virus.

Cuidados adicionales: si la gastroenteritis es grave o los síntomas no mejoran en unos días, es recomendable buscar atención médica. Los medicamentos prescritos pueden ser necesarios en casos severos o persistentes.

¿Cuándo buscar atención médica?

Es normal experimentar síntomas leves de intoxicación alimentaria o gastroenteritis que se alivian por sí mismos. Sin embargo, existen situaciones en las que es crucial buscar atención médica para evitar complicaciones graves. Aquí te ofrecemos una guía sobre cuándo es necesario consultar a un profesional de la salud.

Síntomas graves a tener en cuenta

Algunos síntomas requieren atención médica inmediata. Si notas alguno de los siguientes, es hora de ir al médico:

Vómitos o diarrea persistentes: si no puedes retener líquidos por más de 12 horas.

Sangre en las heces o vómitos: esto puede ser señal de una infección más seria.

Fiebre alta: una temperatura superior a 38.3°C (101°F) acompañada de diarrea.

Deshidratación: signos incluyen boca seca, poca orina, y mareos al ponerse de pie.

Dolor abdominal severo: más allá de los cólicos comunes.

Debilidad extrema o parálisis: puede indicar problemas neurológicos.

Grupos de riesgo

Ciertas personas deben ser más cuidadosas y buscar atención médica más rápidamente:

Niños y bebés: su sistema inmunológico es más débil.

Adultos mayores: mayor riesgo de deshidratación y complicaciones.

Personas con enfermedades crónicas: como diabetes, problemas cardíacos o vih.

Mujeres embarazadas: el riesgo es mayor tanto para ellas como para el bebé.

¿Qué esperar en la consulta médica?

Al llegar al médico, pueden realizarte varios exámenes, incluyendo análisis de sangre, pruebas de heces y, en algunos casos, pruebas de imagen como una ecografía. El objetivo es descartar otras enfermedades y confirmar la causa de tus síntomas.

Examen físico: revisarán signos vitales y buscarán signos de deshidratación.

Análisis de laboratorio: para identificar bacterias, virus o parásitos.

Hidratación intravenosa: si estás muy deshidratado, podrías necesitar líquidos por vía intravenosa.

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Dany Levito

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