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Salud

¿Tienes frío todo el tiempo? ¿Y si fuera una enfermedad autoinmune?

Sentir frío constantemente puede ser más que una simple incomodidad; podría ser un indicador de una enfermedad autoinmune subyacente. Este síntoma, que afecta a numerosas personas, a menudo pasa desapercibido o se atribuye a un mal día. Sin embargo, estadísticas recientes revelan que hasta el 10% de la población puede experimentar este tipo de disconfort asociado a problemas de salud más serios.

A medida que el cuerpo reacciona ante temperaturas frías, podría estar informando sobre trastornos como el hipotiroidismo o síndromes autoinmunitarios, donde el sistema inmune se convierte en adversario del propio organismo.

Causas comunes del frío constante

Sentir frío de manera constante puede ser incómodo y confuso. Este síntoma puede surgir por diversas razones, desde factores ambientales hasta problemas de salud más serios. La comprensión de estas causas puede ayudar a las personas a encontrar soluciones y alivio.

Factores ambientales

La temperatura del entorno juega un papel crucial en cómo las personas perciben el frío. Si una persona vive en un área con climas fríos o pasa mucho tiempo en ambientes mal calefaccionados, es probable que sienta más frío. Además, varios factores pueden acentuar la sensación de frío:

Humedad: la humedad puede aumentar la percepción del frío, ya que el aire húmedo retiene más frío que el aire seco.

Corrientes de aire: las corrientes de aire en una habitación pueden provocar que se sienta frío, incluso si la temperatura general no es baja.

Aislamiento de la vivienda: si las paredes, techos y suelos no están bien aislados, el calor corporal puede perderse rápidamente, aumentando la sensación de frío.

Problemas de tiroides

El hipotiroidismo es una de las condiciones más comunes que causa una sensación constante de frío. Cuando la tiroides, una glándula en el cuello, no produce suficiente hormona tiroidea, el metabolismo del cuerpo puede ralentizarse. Esto tiene varias consecuencias:

Baja producción de calor: un metabolismo lento significa que el cuerpo genera menos calor, lo que se traduce en una sensación de frío.

Aumento de peso: el aumento de peso también puede ser un síntoma del hipotiroidismo, y las personas con sobrepeso pueden experimentar problemas adicionales con la regulación de la temperatura.

Trastornos circulatorios

Las condiciones que comprometen la circulación sanguínea pueden causar frialdad en las extremidades y otras áreas del cuerpo. Un ejemplo es el fenómeno de Raynaud, en el que los vasos sanguíneos se estrechan en respuesta al frío o al estrés. Esto provoca lo siguiente:

Adormecimiento: las extremidades pueden sentir entumecimiento y frío, lo que puede ser muy incómodo.

Síntomas visibles: las áreas afectadas, como los dedos de las manos y de los pies, pueden volverse blancas o azuladas en momentos de frío.

Otras condiciones, como la enfermedad arterial periférica, también pueden afectar la circulación, causando frialdad constante. Las personas que experimentan estos síntomas deben consultar a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y posibles tratamientos.

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Enfermedades autoinmunes y sensación de frío

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Las enfermedades autoinmunes son trastornos en los que el sistema inmunológico ataca por error a las células sanas del cuerpo. Esto puede causar una serie de síntomas, incluyendo la sensación de frío. Aquí se exploran tres enfermedades autoinmunes comunes y cómo afectan la percepción del frío.

Síndrome de Sjögren

El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmunitario que afecta principalmente a las glándulas que producen las lágrimas y la saliva. Esto puede llevar a una sequedad significativa en los ojos y la boca. Sin embargo, este trastorno también tiene un impacto en la regulación de la temperatura corporal.

Fenómeno de Raynaud: muchas personas con Sjögren experimentan el fenómeno de Raynaud, que causa cambios en el color de los dedos de las manos y pies cuando se exponen al frío. Esto se debe a una restricción temporal del flujo sanguíneo, provocando que estas extremidades se sientan frías y adormecidas.

Sensación general de frío: además, la inflamación y la fatiga crónica que acompañan a este síndrome pueden afectar cómo se siente el cuerpo en general. Las personas pueden notar una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas, lo que puede resultar en una sensación constante de frío.

Artritis Reumatoide

La artritis reumatoide es otra enfermedad autoinmune que provoca inflamación crónica en las articulaciones. Esta inflamación no solo causa dolor, sino que puede influir en la percepción del frío.

Inflamación y síntoma de frío: la inflamación puede afectar la circulación sanguínea en las extremidades. Cuando las articulaciones están inflamadas, es común que las áreas afectadas se sientan más frías. Esto puede ser irritante especialmente durante el invierno.

Rigidez matutina: muchas personas con artritis reumatoide también experimentan rigidez en las articulaciones por la mañana, lo que puede agravar la sensación de frío al intentar moverse.

Lupus Eritematoso Sistémico

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar diversas partes del cuerpo, incluidos los riñones, la piel y las articulaciones. La forma en que el lupus afecta la termorregulación es interesante y compleja.

Termorregulación alterada: las personas con lupus pueden tener problemas para regular su temperatura corporal. Esto significa que pueden sentir frío incluso cuando las temperaturas no son extremadamente bajas.

Fatiga y temperatura: la fatiga extrema que muchos pacientes experimentan puede hacer que el cuerpo no gestione bien el calor, lo que lleva a una sensación constante de frío, especialmente en condiciones climáticas adversas.

Diagnóstico y Tratamiento

Comprender el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades autoinmunes puede ser abrumador. Sin embargo, tomar los primeros pasos para obtener un diagnóstico claro es crucial. Es importante saber qué pruebas pueden ayudar a los médicos a identificar la causa de ese frío constante y cuáles son las opciones de tratamiento que pueden ofrecer alivio.

Pruebas diagnósticas

Los médicos utilizan varias pruebas diagnósticas para identificar enfermedades autoinmunes que pueden causar sensación de frío constante. Estas pruebas son esenciales para obtener un diagnóstico adecuado y pueden incluir:

Análisis de sangre: se pueden solicitar pruebas para medir niveles de anticuerpos, como el antinuclear (ANA), que ayudan a identificar condiciones autoinmunes.

Exploraciones físicas: un médico puede realizar un examen físico exhaustivo para observar síntomas visibles y evaluar la salud general.

Pruebas de función tiroidea: dado que problemas como el hipotiroidismo pueden causar frío constante, esta prueba es relevante.

Biopsias: en algunos casos, se pueden realizar biopsias de tejidos afectados para entender mejor la enfermedad.

Opciones de tratamiento

Una vez que se establece un diagnóstico, hay varias opciones de tratamiento disponibles. Estas terapias pueden variar según la enfermedad específica y los síntomas del paciente:

Medicamentos antiinflamatorios: estas medicaciones ayudan a reducir la inflamación y pueden aliviar el frío constante asociado con enfermedades autoinmunes.

Inmunosupresores: en casos más graves, estos medicamentos pueden ser necesarios para disminuir la respuesta del sistema inmunitario.

Terapias físicas: la fisioterapia y el ejercicio moderado pueden mejorar la circulación y ayudar a manejar los síntomas.

Cambios en la dieta: una alimentación balanceada y rica en nutrientes puede fortalecer el sistema inmunitario y mejorar la sensación de bienestar.

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Dany Levito

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