Viruela del mono: ¿Por qué la enfermedad se llama ahora «Mpox»?
La viruela del mono, conocida científicamente como «Mpox», ha cobrado relevancia en el panorama actual debido a su reciente cambio de nombre. Este ajustado término no es solo una actualización semántica; es un esfuerzo significativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminar asociaciones racistas y estigmatizantes que surgieron con el antiguo nombre.
Descubierta por primera vez en 1970, esta enfermedad debe su notoriedad no solo a su perfil médico, sino también a las implicaciones sociales que la rodean. Con un aumento preocupante de casos en los últimos años, comprender el trasfondo de este cambio de nomenclatura y su impacto en la salud pública global es más crucial que nunca.
Historia de la viruela del mono
La historia de la viruela del mono, ahora conocida como Mpox, es un viaje que nos transporta a tiempos de descubrimiento científico y a emergencias en salud pública. Esta enfermedad ha evolucionado en su comprensión y en su nombre, reflejando tanto su naturaleza biológica como las dinámicas socioculturales del mundo.
Descubrimiento y nombres anteriores
La viruela del mono fue identificada por primera vez en 1958. El descubrimiento ocurrió cuando se produjeron brotes en monos que eran utilizados para investigaciones en un laboratorio de Dinamarca. Posteriormente, en 1970, se detectó el primer caso humano en la República Democrática del Congo. Desde ese momento, la enfermedad se denominó «viruela del simio» o «viruela del mono» debido a sus primeros hospedadores conocidos.
Con el tiempo, el nombre «viruela del mono» fue reconsiderado, ya que en realidad no es exclusivo de estos animales. La comunidad científica y organizaciones globales han promovido el uso del término Mpox para evitar estigmatizaciones y reflejar mejor el espectro de hospederos del virus.
Brotes y contagios
La viruela del mono ha experimentado varios brotes significativos, especialmente en regiones de África Central y Occidental. Estos brotes han puesto en jaque a los sistemas de salud pública debido a la transmisión humana y la falta de recursos en muchas de las áreas afectadas.
Algunos brotes notables incluyen:
2003: uno de los primeros brotes fuera de áfrica se dio en los estados unidos, donde se rastreó el contagio a animales importados de Ghana que infectaron perros de la pradera.
2017-2019: Nigeria experimentó uno de los brotes más prolongados y extensos, afectando a cientos de personas y revelando la capacidad del virus para extenderse más allá de lo esperado.
2022: Europa y América reportaron casos que llamaron la atención mundial hacia la posibilidad de brotes en regiones no endémicas.
Cada brote ha ofrecido lecciones valiosas. Han demostrado la importancia de la vigilancia epidemiológica y la colaboración internacional para prevenir nuevas crisis de salud. La viruela del mono sigue siendo un recordatorio de lo interconectado que está el mundo en términos de salud, y cómo las enfermedades que parecen lejanas pueden llegar rápidamente a nuestras puertas.
Razones del cambio de nombre a Mpox
El reconocimiento del nombre adecuado para una enfermedad no solo es un tema lingüístico, sino también social y cultural. La decisión de cambiar el nombre de la viruela del mono a «Mpox» refleja un esfuerzo consciente por parte de la comunidad internacional para abordar problemas más profundos que van más allá de lo científico.
Estigmatización y sensibilización
Inicialmente, el término «viruela del mono» provocaba asociaciones incorrectas con África y poblaciones específicas, lo cual no solo era erróneo, sino también dañino. Cuando alguien escucha «viruela del mono», puede que inconscientemente imagine escenarios o comunidades específicas, perpetuando imágenes racistas y discriminatorias. ¿Por qué? Debido al desconocimiento y la falta de sensibilización, nombres como este pueden alimentar ideas equivocadas.
El estigma es una barrera real que impide que las personas busquen tratamiento o incluso que hablen abiertamente sobre la enfermedad. Imaginemos que un término médico provoca que alguien se sienta aislado o avergonzado por estar asociado con él. Eso es lo que se busca evitar con el cambio a «Mpox», un término más neutro que no arrastra connotaciones culturales negativas.
Consenso internacional
Cuando se trata de salud pública, el consenso internacional es vital. El cambio a «Mpox» no se hizo de la noche a la mañana; implicó debates, estudios y una necesidad de alinear los esfuerzos en todos los continentes. Al final, el nombre tiene que ser aceptado y utilizado globalmente para evitar confusiones en tratamientos y diagnósticos.
La aceptación por parte de la comunidad científica no solo fortalece la comunicación, sino que posiciona a «Mpox» como un término estándar reconocido. Este tipo de consenso asegura que cualquier profesional de la salud, en cualquier parte del mundo, sepa de qué se está hablando sin asociaciones innecesarias. Además, este cambio refleja un compromiso con una ciencia sensible y consciente de las realidades sociales, demostrando que la colaboración global puede tener impactos positivos en la percepción y manejo de las enfermedades.
Situación actual de Mpox
Mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, es una enfermedad que ha captado la atención global debido a sus recientes brotes. A medida que el mundo enfrenta este reto de salud, es crucial entender cómo los países están respondiendo y qué métodos de prevención y tratamiento están disponibles para controlar el impacto de la enfermedad.
Brotes recientes y respuesta de salud pública
En el 2024, Mpox se ha convertido en una preocupación global significativa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad ha sido declarada una emergencia de salud pública de importancia internacional. En lo que va de año, se han reportado más de 17,000 casos en al menos doce países, lo que ha impulsado medidas urgentes de salud pública.
África en el punto de mira: países africanos han experimentado un aumento significativo en los casos, lo que llevó a un enfoque intensificado en la vigilancia epidemiológica.
Respuesta de las autoridades: organizaciones como la OMS han implementado estrategias de contención, incluyendo campañas de vacunación y concienciación pública para frenar la propagación.
Cooperación internacional: la colaboración entre países es esencial en estos momentos, permitiendo compartir recursos y conocimientos para abordar este desafío de manera conjunta.
Prevención y tratamiento
La prevención y el tratamiento de Mpox son fundamentales para controlar su propagación. Existen diversas estrategias que se han implementado, logrando reducir el número de casos en algunas regiones.
Medidas de prevención:
Vacunación: la vacuna JYNNEOS es la opción principal para prevenir Mpox, especialmente en individuos expuestos o en alto riesgo.
Educación y concienciación: la educación continua sobre la importancia de la higiene y la identificación temprana de síntomas es crucial.
Comunicación con contactos cercanos: hablar sobre la salud, especialmente ante síntomas sospechosos como erupciones, es vital para evitar contagios.
Tratamiento:
Uso de antivirales: aunque los antivirales como el tecovirimat están disponibles, la eficacia en todas las poblaciones aún requiere más estudio.
Atención médica adecuada: es esencial seguir siempre el tratamiento médico indicado y evitar la automedicación.