Entre búnkeres e islas privadas, los multimillonarios de Silicon Valley se preparan para el apocalipsis
En un momento en el que las amenazas del cambio climático, las pandemias y las tensiones geopolíticas acaparan cada vez más titulares, un grupo selecto de los hombres más ricos del mundo ha comenzado a tomar medidas drásticas para prepararse para lo peor. Estos magnates de la tecnología, como Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, ya no se conforman con invertir simplemente en empresas emergentes o innovaciones disruptivas. En su lugar, han puesto en marcha planes de contingencia a gran escala, que van desde la construcción de lujosos búnkeres hasta la adquisición de islas privadas, con el objetivo de garantizar su supervivencia y la de sus familias en caso de que se produzca una catástrofe a nivel mundial.
La búsqueda de refugios seguros
Uno de los ejemplos más notables es el de Mark Zuckerberg, fundador de Meta (anteriormente Facebook), el cual ha elegido la isla de Kauai, una de las más remotas y prístinas del archipiélago de Hawái, como el emplazamiento de su refugio. A más de 3.900 kilómetros de distancia de la bulliciosa Silicon Valley, Zuckerberg ha transformado esta isla en una verdadera fortaleza, con un vasto dominio rodeado de imponentes muros y vigilado constantemente por un equipo de guardias.
Pero el elemento más impresionante de esta propiedad se encuentra bajo tierra. Oculto bajo la piscina y el área de ocio de la villa, se encuentra un búnker de 500 metros cuadrados diseñado para resistir los peores escenarios. Este refugio subterráneo está equipado con una puerta blindada, pasajes secretos y todas las infraestructuras necesarias para sobrevivir a una catástrofe de gran magnitud. Este búnker es un claro reflejo de la creciente tendencia entre los ultraricos de prepararse para una posible apocalipsis creando espacios seguros, lujosos y autosuficientes.
La búsqueda de la autosuficiencia
Lejos de ser un simple refugio de supervivencia, la propiedad de Zuckerberg en Kauai está diseñada para ser completamente autosuficiente. Un enorme depósito de agua, combinado con un sofisticado sistema de bombeo, garantiza un suministro continuo de agua potable. Además, una parte del terreno se dedica a la agricultura, lo que permite producir alimentos in situ. Este enfoque asegura que, incluso en caso de colapso de las cadenas de suministro globales, los ocupantes del búnker puedan satisfacer sus necesidades básicas.
Esta preparación a gran escala no es exclusiva de Zuckerberg. Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin, también ha invertido en soluciones de supervivencia a gran escala. Si bien los detalles de sus instalaciones son menos conocidos, se sabe ampliamente que posee varias residencias aseguradas y que sus planes incluyen medidas similares en términos de autosuficiencia y protección.
La tendencia se extiende entre las élites tecnológicas
Estas inversiones masivas en planes de emergencia reflejan una creciente conciencia entre las élites tecnológicas. Mientras que los gobiernos de todo el mundo luchan por responder eficazmente a los desafíos globales, algunos de los individuos más ricos e influyentes del planeta se están adelantando, anticipando un futuro en el que la inestabilidad podría convertirse en la norma.
Para estos multimillonarios, no se trata solo de proteger sus propias vidas, sino también de preservar a sus familias y, en cierta medida, de garantizar la continuidad de sus imperios económicos. Los refugios que construyen son tanto lugares de repliegue en caso de crisis como símbolos de su capacidad para anticipar y superar los peores escenarios.
Bunkers lujosos y autosuficientes
Estos espacios subterráneos están diseñados con un lujo y una comodidad sorprendentes, ofreciendo a sus ocupantes un nivel de vida que rivalizaría con el de los hoteles más exclusivos. Desde piscinas y spas hasta gimnasios y cines, estos búnkeres están equipados con todas las comodidades imaginables.
Pero la verdadera innovación radica en su autosuficiencia, porque además de contar con generadores de energía y sistemas de purificación de agua, estos refugios a menudo incluyen granjas y huertos subterráneos, lo que les permite producir sus propios alimentos. Algunos incluso tienen laboratorios médicos y quirúrgicos, lo que les permite atender a sus ocupantes en caso de emergencia.
