Un estudio confirma que marcas como Prada y Gucci solo venden a pobres que buscan lucir como ricos
Las marcas de lujo como Prada, Gucci, Balenciaga y Chanel son sinónimo de exclusividad, calidad y un estatus social elevado. Pero un sorprendente estudio ha revelado que la estrategia de estas empresas es, en realidad, vender a las personas de clase media y baja que anhelan aparentar ser más ricas de lo que son. Mientras tanto, estas marcas de lujo acumulan enormes fortunas a costa de explotar el deseo de la gente por impresionar a los demás.
La clave del éxito de las marcas de lujo
La clave de este fenómeno se encuentra en una estrategia conocida como el «sesgo precio-valor». Esto significa que cuando un producto tiene un precio más alto, los consumidores perciben que su valor también es mayor. En otras palabras, un vestido de Gucci que cuesta cientos de dólares se considera más valioso y exclusivo que uno de una marca más asequible, incluso si la calidad y los materiales son similares.
Un mercado demasiado pequeño
Sorprendentemente, las marcas de lujo no se enfocan principalmente en vender a los ricos, a pesar de que son su público objetivo aparente. Como señala el columnista Justin Lahart, la población realmente adinerada es demasiado pequeña como para sostener un modelo de negocio rentable. Es por eso que estas empresas han desarrollado estrategias para llegar a un mercado más amplio: la clase media y baja que busca aparentar riqueza.
Según el estudio, la mayoría de las veces, las personas con mayor poder adquisitivo compran artículos de lujo con su «dinero extra», no con sus ganancias regulares. En cambio, la clase media y baja suele adquirir productos caros, como prendas de Gucci, con sus ingresos normales, con el único propósito de mostrar un símbolo de estatus más alto.
Pero el sesgo precio-valor no es la única razón por la que las personas de clase media y baja se sienten atraídas por las marcas de lujo. Algunos estudios han demostrado que la compra de estos productos también genera un aumento en la autoestima de los consumidores, quienes sienten que al adquirir estos artículos, su valor personal se eleva.
¿Cómo las marcas de lujo engañan a los consumidores?
Otra consecuencia del sesgo precio-valor es que muchas personas de clase media concluyen que los productos de lujo son de mejor calidad que los que no lo son. Sin embargo, la realidad es que la calidad de los artículos a menudo no justifica el alto precio que se les asigna.
Las marcas de lujo también se valen de la exclusividad para mantener la percepción de valor de sus productos. Al limitar la disponibilidad de ciertos artículos o lanzar ediciones especiales, crean la sensación de que son productos únicos y codiciados, lo que los hace aún más atractivos para los consumidores que buscan destacar.
Por el último, el estudio ha revelado que las marcas de lujo como Prada y Gucci han desarrollado una estrategia para vender a las personas de clase media y baja que buscan aparentar riqueza, mientras acumulan enormes ganancias. Para mantener su relevancia, estas empresas deberán adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores, sin perder de vista la autenticidad y la sostenibilidad que cada vez son más importantes para el público.