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Estilo de vida

Volver a dormir por la mañana no es tan mala costumbre como se piensa

Volver a dormir por la mañana, ese momento cuando la alarma suena y decidimos quedarnos unos minutos más en la cama, es una práctica comúnmente vista como una pereza, pero ¿qué pasaría si no es tan mala como muchos piensan? Según varios expertos, dormir un poco más por la mañana puede tener beneficios sorprendentes para nuestra salud y bienestar.

Estudios recientes sugieren que aquellos que descansan un poco más pueden experimentar menos somnolencia matutina y estar más alerta durante el día. Además, este breve retorno al sueño podría reducir las posibilidades de despertarnos del sueño profundo y ayudar a nuestro cuerpo a ajustarse mejor al ritmo del día. Así que, la próxima vez que consideres esos minutos adicionales de sueño, recuerda que podrían ser más valiosos de lo que crees.

Beneficios de volver a dormir por la mañana

Volver a dormir por la mañana puede ser una práctica más beneficiosa de lo que muchos creen. Cuando se permite un poco más de tiempo en los brazos de Morfeo después de un despertar inicial, se pueden experimentar varios beneficios tanto emocionales como mentales.

Mejora del estado de ánimo

El estado de ánimo tiene un poderoso impacto en cómo enfrentamos el día. Dormir unos minutos más puede ser como un dulce sorbo de calma matutina. ¿Alguna vez te has sentido un poco mejor después de una siesta corta? El fenómeno es similar. Durante este tiempo adicional de sueño, el cerebro tiene la oportunidad de procesar emociones y reducir la irritabilidad. Así, al despertar, es más probable que te sientas renovado y con una perspectiva más optimista.

Reducción de la irritabilidad: dormir un poco más disminuye los niveles de estrés acumulados.

Incremento de la positividad: un sueño completo alimenta una mentalidad más positiva.

Estabilización emocional: mejora la capacidad de manejar emociones complejas.

Aumento de la creatividad

La creatividad es como un río que fluye mejor cuando no hay piedras obstruyéndolo. Dormir más tiempo por la mañana puede actuar como un desatascador para este flujo creativo. El cerebro realiza conexiones sinápticas fortalecidas durante el sueño que fomentan nuevas formas de ver problemas o situaciones.

Estimulación de nuevas ideas: durante el sueño, el cerebro continúa trabajando en segundo plano para resolver problemas.

Fortalecimiento de la memoria creativa: lo que aprendiste o soñaste la noche anterior puede transformarse en ideas frescas.

Mejor procesamiento de información: permite al cerebro organizar y clasificar mejor la información, proporcionando un terreno fértil para la creatividad.

Foto Freepik

Perspectivas científicas sobre el sueño

El misterio del sueño ha fascinado a científicos durante siglos. Aunque muchas personas ven el dormir como un simple descanso, la verdad es que tiene un efecto profundo en nuestra salud y bienestar general. Explorando investigaciones recientes y cómo el sueño impacta nuestro rendimiento, podemos entender mejor su relevancia en nuestras vidas.

Investigaciones recientes

En los últimos años, los estudios sobre el sueño han revelado datos impactantes sobre su relación con la salud. Investigadores han encontrado que, aunque dormir menos de siete horas por noche puede ser perjudicial, dormir en exceso no aporta beneficios significativos. ¿Sabías qué intentar compensar la falta de sueño de la semana durante el fin de semana no recupera tu salud completamente? Esto sugiere que la regularidad en el sueño puede ser tan importante como la cantidad.

Según una encuesta realizada, más del 92% de los estudiantes señaló tener problemas de sueño, lo que afecta su salud general. Esto no es solo una preocupación para jóvenes estudiantes; adultos que no duermen lo suficiente tienden a tener mayores riesgos de padecer enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

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Sueño y rendimiento cognitivo

El sueño es crucial para el rendimiento cognitivo. Una buena noche de sueño no solo mejora la concentración, sino que también influye en la memoria y la capacidad de aprendizaje. ¿Alguna vez trataste de estudiar o trabajar sin haber dormido lo suficiente? Probablemente, notaste que es más difícil concentrarse y retener información.

Estudios han demostrado que la pérdida de sueño afecta negativamente nuestras funciones mentales, lo que lleva a un pobre desempeño académico o laboral. Además, la falta de sueño puede disminuir nuestra capacidad de tomar decisiones efectivas, lo que puede tener repercusiones serias en el trabajo y la vida personal. Dormir adecuadamente es como afilar una herramienta antes de usarla; hace que tu mente sea más eficiente y efectiva.

Perspectivas culturales sobre el sueño

El sueño es una experiencia compartida por todos los seres humanos, pero la manera en que se interpreta y se experimenta varía enormemente de una cultura a otra. Mientras que algunas sociedades consideran el sueño simplemente como una necesidad biológica, otras lo ven como un momento sagrado y hasta ritual. Las perspectivas culturales sobre el sueño nos muestran cómo nuestra sociedad influye en la forma en que dormimos y comprendemos el descanso. Veamos cómo las diferencias culturales dotan de significado a algo tan cotidiano.

Dormir como ritual

En ciertas culturas, dormir no es solo descansar; es un ritual esencial. En Japón, por ejemplo, es común el concepto de «inemuri», que permite que las personas duerman en lugares públicos como una muestra de dedicación. Esta práctica es aceptada y hasta valorada, ya que sugiere que alguien está tan comprometido con su trabajo que necesita recuperar energía en cualquier momento.

En España, la siesta es casi un arte. Lejos de ser pereza, es una parte integrada del día que busca recargar energías después del almuerzo. Esta práctica ha sido tradicionalmente parte del estilo de vida mediterráneo y es vista como un momento valioso de reposo y reflexión.

Comparaciones globales

Las costumbres del sueño varían tanto como el clima de un país. En algunos lugares, como Noruega, la idea de «friluftsliv» (vida al aire libre) abarca una relación cercana con la naturaleza que promueve dormir al aire libre, incluso para niños pequeños, como una manera de fomentar salud y fortaleza.

En contraste, en China, la protección del tiempo de sueño es fundamental y la cultura del napping (‘dormir la siesta’) en el trabajo se está volviendo cada vez más popular. En las ciudades chinas, es común ver a personas descansando en sus escritorios durante el almuerzo, lo que refleja la importancia cultural de recargar energías para ser más productivos.

Estas diferencias culturales enriquecen nuestra comprensión del sueño y nos invitan a reflexionar sobre cómo y por qué valoramos el tiempo que dedicamos a dormir. ¿Cómo es el sueño en tu cultura? Quizás es hora de reevaluar nuestras propias costumbres nocturnas.

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Dany Levito

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