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¿Por qué los probióticos son tan importantes para combatir el acné y la rosácea?

En los últimos años, los probióticos se han convertido en un tema cada vez más relevante en el cuidado de la salud. Más allá de sus beneficios para la digestión, estudios recientes han demostrado que estos microorganismos amigables también pueden tener un impacto significativo en la salud de la piel, especialmente en el tratamiento del acné y la rosácea.

La estrecha conexión entre el intestino, el cerebro y la piel

Una de las teorías más interesantes sobre la forma en que los probióticos pueden beneficiar la salud de la piel se basa en lo que se conoce como el «eje intestino-cerebro-piel«. Esta teoría sugiere que existe una estrecha relación entre la salud del sistema digestivo, el funcionamiento del cerebro y las condiciones de la piel.

Cuando hay desequilibrios en la microbiota intestinal, ya sea por estrés, una dieta pobre en fibra o la ingesta de alimentos procesados, se pueden producir cambios en el tipo y cantidad de bacterias que habitan en el intestino. Esto, a su vez, puede dar lugar a la aparición de «goteras» en el revestimiento intestinal, lo que permite que las toxinas se liberen al torrente sanguíneo y provoquen inflamación en todo el cuerpo.

Para las personas que sufren de acné o rosácea, estos cambios en la microbiota intestinal y la subsiguiente inflamación pueden ser los desencadenantes de brotes y exacerbaciones de estos problemas de la piel. Por lo tanto, mantener un equilibrio saludable en el microbioma intestinal a través del consumo de probióticos se convierte en una estrategia clave para combatir estas afecciones.

¿Cómo actúan los probióticos sobre la piel?

Los probióticos pueden beneficiar la salud de la piel de diversas formas, tanto cuando se aplican tópicamente como cuando se consumen por vía oral.

Probióticos tópicos

Cuando se aplican directamente sobre la piel, los probióticos pueden actuar como una especie de «escudo de protección» frente a las bacterias y parásitos dañinos que provocan reacciones inflamatorias en el sistema inmunológico. Esto ayuda a prevenir los brotes de acné y rosácea.

Además, algunas de las sustancias producidas por los probióticos tienen propiedades antimicrobianas, lo que significa que pueden atacar y eliminar a las bacterias perjudiciales. Este mecanismo es similar al modo de acción de los antibióticos utilizados comúnmente en el tratamiento de estas afecciones.

Los investigadores están trabajando actualmente en la identificación de las cepas específicas de probióticos que poseen estas propiedades antimicrobianas, con la expectativa de que puedan comercializarse en un futuro próximo productos con estos beneficios.

Probióticos orales

Por otra parte, los probióticos consumidos por vía oral, ya sea a través de suplementos o de alimentos fermentados como yogures, podrían tener un impacto positivo en las condiciones de la piel a través del «eje intestino-cerebro-piel».

Al mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal, los probióticos orales pueden crear una barrera de sellado en el intestino que previene la inflamación que puede desencadenar brotes de acné o rosácea. Varios estudios internacionales han demostrado una correlación entre el consumo de probióticos y la mejora de los síntomas de estas afecciones.

Evidencia científica sobre los beneficios de los probióticos

Diversos estudios realizados en diferentes partes del mundo han arrojado resultados prometedores sobre el uso de probióticos para el tratamiento del acné y la rosácea.

Un estudio coreano reciente con 56 pacientes con acné encontró que beber una dosis de Lactobacillus fermentada redujo efectivamente el número total de lesiones de acné.

Por otro lado, un estudio italiano demostró que la mitad de los pacientes que recibieron un suplemento probiótico oral, además de su tratamiento estándar, experimentaron una mejora en los síntomas de acné y rosácea en comparación con el grupo que no recibió el suplemento.

Estos hallazgos sugieren que los probióticos, ya sean aplicados tópicamente o consumidos por vía oral, pueden ser una herramienta valiosa para complementar los tratamientos tradicionales del acné y la rosácea.

Tipos de probióticos y sus beneficios

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Dentro del universo de los probióticos, existen diferentes categorías que pueden aportar diversos beneficios a la piel.

Foto Freepik

Prebióticos

Los prebióticos son los nutrientes que alimentan y estimulan el crecimiento de los probióticos. Al nutrir a las bacterias beneficiosas, los prebióticos ayudan a mantener una microbiota saludable, lo cual es crucial para la salud de la piel.

Algunos de los principales beneficios de los prebióticos para la piel incluyen:

  • Nutrir y proliferar las bacterias buenas
  • Aumentar la diversidad bacteriana, fundamental para el organismo
  • Reforzar la barrera protectora de la piel

Probióticos

Los probióticos son los microorganismos vivos que, al ser administrados en cantidades adecuadas, generan efectos positivos en la salud de las personas. Para ser considerados probióticos, deben contar con al menos un estudio clínico que respalde sus beneficios.

Algunos de los principales beneficios de los probióticos para la piel son:

  • Reforzar la barrera protectora
  • Combatir las bacterias dañinas
  • Controlar la inflamación

Postbióticos

Los postbióticos son los subproductos metabólicos producidos por las bacterias probióticas, como enzimas, ácidos y péptidos. Estos elementos también pueden aportar importantes beneficios a la piel:

  • Combatir reacciones alérgicas, dermatitis y eczema
  • Ayudar a la proliferación de bacterias beneficiosas

Fuentes de probióticos y cómo incorporarlos

Los probióticos se pueden obtener a través de diversos alimentos y suplementos. Entre los alimentos fermentados ricos en probióticos se encuentran el kéfir, la kombucha, el chucrut y los yogures con cultivos vivos.

Sin embargo, en estos alimentos no siempre se conoce con certeza la especie y cantidad de microorganismos presentes. Por ello, los expertos recomiendan considerar también los suplementos en cápsulas o líquidos, donde se puede identificar con mayor precisión las cepas y dosis de probióticos.

Al momento de incorporar probióticos a nuestra rutina, es importante consultar con un profesional de la salud, ya que la dosis y el tipo de probiótico adecuado pueden variar según las necesidades individuales y el tipo de afección que se busque tratar.

¿Cómo combinar los probióticos con otros tratamientos?

Si bien los probióticos pueden ser una herramienta valiosa en el tratamiento del acné y la rosácea, no deben considerarse un reemplazo de los tratamientos tradicionales. Por el contrario, lo más recomendable es combinarlos con otros enfoques terapéuticos.

En el caso de la rosácea, los probióticos pueden complementar el uso de medicamentos tópicos y orales, así como tratamientos con láser, para lograr un control más efectivo de los síntomas.

Para el acné, los probióticos pueden sumarse a los tratamientos convencionales, como cremas y geles con ingredientes activos, para potenciar los resultados y abordar la afección desde diferentes frentes.

Es importante trabajar de la mano con un dermatólogo o profesional de la salud para determinar la mejor estrategia de tratamiento que combine los probióticos con otros enfoques, adaptada a las necesidades y características individuales de cada persona.

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Dany Levito

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