Insólito

Esta mujer tuvo relaciones sexuales con un avión durante 9 años y revela por qué rompieron

En el mundo de las relaciones únicas y poco convencionales, la historia de Michele Köbke se destaca como una de las más inusuales. Esta mujer alemana de 36 años entabló una relación amorosa y física con un avión Boeing 737-800 durante casi una década, dejando atónitos a quienes se enteraban de su vínculo poco común. Su caso ha sido ampliamente discutido y analizado, arrojando luz sobre una condición conocida como «objetofilia».

El inicio de una conexión inusual

Michele Köbke, una trabajadora de fábrica, relata que su historia de amor comenzó en el aeropuerto de Tegel, en Berlín, cuando vio por primera vez al Boeing 737-800 que se convertiría en el objeto de su afecto. Fue un auténtico flechazo, como ella misma describe: «Miré los aviones y este Boeing 737-800 se acercó a mí, y desde entonces he estado tan enamorada de él». La elegancia y el diseño aerodinámico del avión cautivaron por completo a Michele, quien rápidamente le dio el cariñoso apodo de «Darling».

La objetofilia: una condición poco conocida

La relación de Michele con el avión se enmarca dentro de la objetofilia, una parafilia en la que una persona experimenta atracción sexual y emocional hacia objetos inanimados. Según el psiquiatra Werner Platz, se trata de una «preferencia sexual» poco común, pero que no se considera patológica siempre y cuando no cause sufrimiento o conflicto.

Para mantener su vínculo con «Darling» lo más cerca posible, Michele adquirió miniaturas y réplicas del Boeing 737-800. Pasaba horas contemplando y acariciando estos objetos, recreando la sensación de estar cerca de su amado. En sus propias palabras, «Adoraba su aerodinámica y su apariencia, especialmente sus alas».

Foto Facebook

Michele describe su relación con el avión como una conexión similar a la de una pareja tradicional. Juntos disfrutaban de relajantes veladas y se acurrucaban hasta quedarse dormidos. Pese a la naturaleza inusual de su vínculo, ella se sentía plenamente realizada y feliz.

Después de una década de intensa relación, ella decidió poner fin a su romance con el Boeing 737-800. La separación, según ella, se produjo de manera amistosa y sin mayores complicaciones. «Nos hemos separado, pero seguimos siendo amigos», reveló.

Tras la ruptura, Michele vendió la mayor parte de sus pertenencias relacionadas con el avión. Parecía haber cerrado definitivamente ese capítulo de su vida. Sin embargo, lejos de sumirse en la tristeza, la mujer alemana se encuentra lista para iniciar una nueva etapa, esta vez con una inusual aspiración: entablar una relación con una armadura de caballero.

Esta historia pone de manifiesto la necesidad de una mayor comprensión y aceptación hacia las diversas formas de expresar el amor y la sexualidad. Mientras su relación con el avión no causara daño o sufrimiento, debe ser respetada como una manifestación válida de la diversidad humana.

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Veronica Pereira

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