5 cosas desagradables que le suceden a tu piel si estás deshidratada
Beber suficiente agua es fundamental para mantener nuestra salud general, pero también desempeña un papel crucial en el cuidado de nuestra piel. Por esa razón, cuando no bebemos la cantidad adecuada de líquidos, nuestro cuerpo se ve obligado a priorizar las funciones vitales, lo que puede tener un impacto negativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel.
Los efectos de la deshidratación en la piel
Piel seca y arrugada
Nuestro cuerpo está compuesto aproximadamente por un 60% de agua, y nuestra piel contiene entre un 20% y un 30% de este líquido vital. Cuando nos deshidratamos, el cuerpo extrae agua de otras áreas, incluida la piel, para mantener las funciones más importantes. Como resultado, la piel puede volverse seca, áspera y más propensa a las arrugas.
Aumento de la visibilidad de las arrugas
La piel deshidratada es menos elástica y resiliente, lo que hace que las arrugas se vuelvan más evidentes. Por el contrario, mantener una buena hidratación ayuda a que la piel se vea más plena y tersa.
Más brotes de acné
Una piel bien hidratada, por otro lado, tiene poros más maleables que pueden liberar naturalmente los aceites secretados, lo que reduce las probabilidades de desarrollar acné y puntos negros.
Ojeras y bolsas
La deshidratación también puede causar la aparición de ojeras y bolsas bajo los ojos. Esto se debe a que la falta de hidratación reduce la circulación sanguínea, lo que hace que la piel bajo los ojos se vea más oscura y hinchada.
Pérdida de elasticidad y luminosidad
Cuando la piel no recibe la cantidad de agua que necesita, pierde su capacidad de retener la humedad y se vuelve menos elástica. Esto puede dar como resultado una apariencia apagada, sin brillo y con una textura áspera.
Cómo mantener la piel hidratada
Bebe suficiente agua
La recomendación más común es beber al menos 8 vasos de agua al día, pero la cantidad exacta puede variar según factores como el clima, la actividad física y la salud individual. En climas cálidos o durante actividades que conllevan mucha transpiración, es importante aumentar la ingesta de líquidos para compensar las pérdidas.
Elige alimentos ricos en agua
Además de beber agua, puedes obtener hidratación a través de los alimentos. Frutas y verduras como sandía, pepino, tomates y cítricos tienen un alto contenido de agua y pueden ayudar a mantener la piel hidratada desde el interior.
Usa productos de cuidado
Aplicar cremas y lociones hidratantes en la piel es fundamental para complementar la hidratación interna. Busca formulaciones que contengan ingredientes como glicerina, ácido hialurónico y ceramidas, que ayudan a retener la humedad en la piel.
Evita factores que deshidratan
Ciertos hábitos y factores ambientales, como el uso excesivo de productos con alcohol, el tabaquismo, el aire acondicionado y la exposición prolongada al sol, pueden contribuir a la deshidratación de la piel. Trata de minimizar tu exposición a estos elementos.
Considera suplementos de colágeno
El colágeno es una proteína esencial para mantener la elasticidad y la firmeza de la piel. Algunos estudios sugieren que los suplementos de colágeno pueden ayudar a mejorar la hidratación y la apariencia general de la piel.