El colesterol es una sustancia grasa esencial para el funcionamiento de nuestro organismo, ya que participa en la producción de hormonas, vitaminas y otras moléculas vitales. Sin embargo, cuando sus niveles se disparan, se convierte en un grave problema de salud que puede desencadenar complicaciones cardiovasculares como ataques al corazón o derrames cerebrales.
Lamentablemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la mayoría de las personas que padecen hipercolesterolemia (exceso de colesterol en sangre) no reciben el tratamiento adecuado, lo que aumenta enormemente su riesgo de sufrir eventos cardiovasculares fatales. De hecho, en Argentina casi 3 de cada 10 adultos tienen colesterol alto, una cifra realmente alarmante.
Inflamación y adormecimiento en las extremidades
Uno de los primeros síntomas que pueden aparecer cuando el colesterol LDL (conocido como el «malo») se acumula en exceso son la inflamación y el adormecimiento en brazos y piernas. Esto se debe a que los lípidos acumulados impiden una circulación sanguínea óptima, disminuyendo el aporte de oxígeno y nutrientes a los músculos de las extremidades.
Esta sensación de «hormigueo» o «entumecimiento» en manos y pies puede ser un claro indicador de que algo no está funcionando bien en tu sistema circulatorio, por lo que es importante prestar atención a estos síntomas y acudir a tu médico.
Mal aliento
Otro signo que puede delatar un problema de colesterol alto es el mal aliento. Esto se debe a que el exceso de lípidos en la sangre y en el hígado afecta el proceso de digestión, dificultando la eliminación adecuada de sustancias que pueden provocar sequedad y olores desagradables en la boca.
Si has notado que tu aliento se ha vuelto más fuerte o desagradable sin razón aparente, podría ser un indicio de que tus niveles de colesterol se han disparado. En este caso, conviene revisar tus hábitos alimenticios y someterte a un chequeo médico.
Indigestión
La acumulación excesiva de lípidos en la sangre y el hígado también puede afectar el metabolismo e impedir el desarrollo normal del proceso digestivo, sobre todo cuando se ingieren alimentos con alto contenido graso.
Por ello, la indigestión y la sensación de pesadez estomacal son otros síntomas que pueden estar relacionados con un problema de colesterol alto. Si has notado que te cuesta más digerir ciertos alimentos, es importante que lo consultes con tu médico.
Mareos y dolores de cabeza
A medida que el colesterol se va depositando en las arterias, la circulación sanguínea se ve cada vez más afectada, lo que interrumpe la adecuada oxigenación de las células. Como consecuencia, pueden aparecer mareos, pérdida del equilibrio y fuertes dolores de cabeza.
Estos síntomas pueden ser muy molestos y, en algunos casos, incluso peligrosos, por lo que es crucial prestarles atención y acudir a un profesional de la salud si se presentan de manera recurrente.
Problemas visuales
Otro signo que puede delatar un problema de colesterol LDL alto es la aparición de problemas visuales, como un abultamiento amarillento en los ojos, irritación ocular y visión borrosa.
Estos síntomas están relacionados con la acumulación de lípidos en los vasos sanguíneos que irrigan los ojos, lo que puede afectar su funcionamiento normal. Si notas algún cambio en tu visión, no dudes en consultar a un oftalmólogo.
Estreñimiento
La acumulación de lípidos en las arterias también puede afectar el proceso digestivo, lo que se traduce en problemas de estreñimiento.
Si has notado que tienes más dificultades para evacuar de manera regular, este podría ser otro indicio de que tus niveles de colesterol se han disparado. En este caso, es importante que evalúes tu dieta y, de ser necesario, busques atención médica.
Dolor en el pecho
Aunque existen múltiples enfermedades asociadas al dolor en el pecho, la mayoría de los casos tienen que ver con los efectos del colesterol LDL alto sobre el sistema cardiovascular.
Si has experimentado molestias, opresión o dolor en la zona del tórax, especialmente al hacer esfuerzos, es fundamental que acudas a tu médico de confianza para descartar problemas cardíacos relacionados con el exceso de colesterol.
Disfunción eréctil, debilidad y fatiga
La acumulación de lípidos en los vasos sanguíneos también puede afectar la circulación hacia los órganos sexuales, lo que se traduce en problemas de disfunción eréctil en los hombres.
Además, esta obstrucción del flujo sanguíneo puede provocar sensación de debilidad, fatiga y somnolencia constante, ya que el organismo no recibe el aporte adecuado de oxígeno y nutrientes.
Si has notado cambios en tu rendimiento sexual o en tus niveles de energía, no lo ignores y consulta a un médico para descartar que se deba a un problema de colesterol alto.
Afecciones cutáneas
El exceso de colesterol en sangre también puede manifestarse a través de problemas en la piel, como manchas rojizas, inflamación y picor.
Estos síntomas están relacionados con la acumulación de lípidos en los vasos sanguíneos subcutáneos, lo que puede generar irritación y molestias en la superficie de la piel.
Si has notado alguna alteración en tu piel que no logras controlar, es importante que lo consultes con un dermatólogo, quien podrá determinar si se trata de un problema vinculado al colesterol.
Piedras en la vesícula biliar
Finalmente, el colesterol juega un papel importante en la secreción de bilis, una sustancia que ayuda a digerir las grasas. Pero cuando este se encuentra demasiado concentrado, puede convertirse en cristales y piedras duras que se quedan atrapados en la vesícula biliar.
La presencia de estos cálculos biliares es otro síntoma que puede estar relacionado con niveles elevados de colesterol en sangre. Si has experimentado dolor o molestias en la zona del abdomen superior, es recomendable que te hagas un chequeo médico.
