Hacía dos meses que sentía un peso en el corazón: los cirujanos encontraron un tumor de 10 centímetros
Cuando el doctor le dijo a Jorge Cortez que tenía un tumor de 10 centímetros, su primera reacción fue preocuparse por no poder terminar su doctorado. A sus 30 años, comprender las implicaciones de lo que se había encontrado en su cuerpo le llevó tiempo. Era cáncer.
Jorge era un apasionado de los números y, por eso, recuerda con claridad el momento en que el médico le dijo que solo 1 de cada 20 pacientes con ese tipo de cáncer sobrevivía. Esa información lo dejó en shock, pero en lugar de rendirse, decidió enfrentar la enfermedad con determinación y optimismo.
Descubrimiento del tumor y primeros pasos
Todo comenzó con un simple desgarro que Jorge sufrió mientras jugaba con su gata Gneiss. Ese pequeño incidente desencadenó una serie de eventos que eventualmente llevaron al descubrimiento de un tumor de gran tamaño en su hígado.
Inicialmente, los médicos pensaron que se trataba de un problema de coagulación sencillo, pero Jorge insistió en que le hicieran más exámenes. Fue entonces cuando, tras una tomografía, se reveló la presencia de un tumor de 10 centímetros.
«En ese momento, me costó dimensionarlo», recuerda Jorge. «Nunca pensé que algo tan grande pudiera estar creciendo en mi cuerpo».
Después de una serie de pruebas, los médicos le confirmaron que se trataba de un cáncer raro, un colangiocarcinoma, un tipo de tumor de las vías biliares. Con esta información, Jorge tuvo que enfrentar una de las noticias más devastadoras de su vida.
Enfrentando el diagnóstico y la incertidumbre
Cuando el doctor le dijo que solo 1 de cada 20 pacientes con ese tipo de cáncer sobrevivía, Jorge cuenta que sintió como si se hubiera quedado en un «vacío». «Esa fue la parte más chocante de todo, que las probabilidades de morir eran muy altas», relata.
Sin embargo, en lugar de dejarse vencer por el miedo, Jorge decidió aferrarse a la esperanza. «Traté de seguir adelante con mi vida sin pensar demasiado en ese número», afirma.
Aunque la noticia lo golpeó con fuerza, Jorge se mantuvo optimista y determinado a luchar contra la enfermedad. Sabía que tenía que hacer todo lo posible por vivir, pues no se imaginaba morir a los 30 años.
Buscando un rayo de esperanza
Afortunadamente, los médicos encontraron una posible alternativa de tratamiento. Un examen genético del tumor reveló que parecía ser causado por el virus de Epstein-Barr, lo cual coincidió con la aprobación en Chile de un medicamento de inmunoterapia que podría ser efectivo.
Después de dos sesiones con este nuevo tratamiento, los médicos se sorprendieron al ver que el tumor se había reducido en un 50%. «El doctor estaba muy feliz. Me dijo que en sus 10 años de experiencia nunca había visto un tumor que se redujera tanto», recuerda Jorge con emoción.
Este inesperado avance le dio a Jorge una nueva perspectiva. «Ahí me dije: ‘¡Soy de nuevo el outlier, soy del 5%, ya no me voy a morir!'», expresa con entusiasmo.
Enfocándose en lo que más le apasiona
A pesar de la dureza del diagnóstico, Jorge decidió no dejarse abrumar por el miedo a la muerte. En su lugar, se enfocó en retomar aquello que más le apasionaba: la ciencia.
«Lo que más disfruto ahora es hacer ciencia, es como volver a ser el niño científico que tanto soñé», comparte Jorge. Continuó trabajando en su doctorado, terminó un artículo científico para su tesis y se encuentra a mitad de otro.
Esta dedicación a su trabajo le ha permitido a Jorge mantener una actitud positiva y enfocada. «Siento que vencí el cáncer y así vivo. Quiero hacer algo productivo, eso me mantiene contento, creativo», afirma.
Fortaleza y optimismo ante la adversidad
La capacidad de Jorge para mantener una actitud optimista y determinada ante la adversidad es realmente sorprendente. Él mismo reconoce que esta forma de afrontar la enfermedad no era algo que hubiera esperado de sí mismo.
«Si le hubiera preguntado al Jorge de hace unos años, si iba a poder afrontar una enfermedad tan devastadora, con esta energía, fuerza y, al mismo tiempo, calma, hubiera dicho que no. Me hubiese echado a morir», confiesa.
Sin embargo, esta experiencia le ha demostrado que tiene mucha más templanza de la que imaginaba. «He tenido la oportunidad de vivir y de descubrir que tengo mucha más templanza de la que imaginé», comparte.
Compartiendo su historia para inspirar a otros
Consciente de la importancia de visibilizar su experiencia, Jorge decidió escribir un artículo en la prestigiosa revista científica Science para compartir su historia.
«Con el artículo que escribí en Science quise visibilizar la enfermedad, ofrecer mi perspectiva y decirles (a otros pacientes) que sigan adelante pese a todo lo que están viviendo», explica.
Jorge cree que su actitud optimista y resiliente puede ser un ejemplo para otras personas que enfrentan diagnósticos similares. «La vida me ha hecho así, todo lo que he vivido me ha hecho ser una persona optimista», afirma.
Consejos para otros pacientes
A partir de su propia experiencia, Jorge tiene algunos consejos valiosos para quienes enfrentan un diagnóstico de cáncer:
No te compares con otros: «cada persona vive su cáncer a su manera. No te compares, eso a veces puede ser muy doloroso y probablemente tú no pasarás por lo mismo».
Busca tu motivación: «mira atrás en tu vida, busca algún momento, algo que te haya motivado y trata de reconectarte con eso para sacar energía».
Pide paciencia a tus seres queridos: «a tus seres queridos, les diría no solo que te apoyen, sino que tengan mucha paciencia, que entiendan que cada persona tiene que vivir su enfermedad como quiera y que lo tendrán que aceptar».
No detengas tu vida: «continua tanto como puedas, inténtalo, busca apoyo, no detengas tu vida».
Evolución del tratamiento y resultados alentadores
Después de la entrevista, los médicos de Jorge encontraron que su tumor se había reducido unos centímetros y que su actividad metabólica había disminuido considerablemente. Sin embargo, también detectaron inflamación en las vías biliares sanas, producto del tratamiento.
Tras la sesión 16 de quimioterapia, los doctores le recomendaron a Jorge «descansar por uno o dos meses para que el hígado pueda desinflamarse y seguir procesando las quimios que restan antes de la cirugía». Por el momento, se ha suspendido la inmunoterapia, ya que se había logrado el efecto deseado de detectar y eliminar las células cancerígenas.
Lecciones aprendidas y una nueva perspectiva de vida
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Jorge ha logrado extraer importantes lecciones de esta experiencia. Su actitud optimista y su pasión por la ciencia le han ayudado a mantener la esperanza y a enfocarse en lo que realmente le apasiona.
«Siento que vencí el cáncer y así vivo. Quiero hacer algo productivo, eso me mantiene contento, creativo», comparte Jorge.
Además, esta vivencia le ha permitido reevaluar sus prioridades y valorar aún más el apoyo de su familia y seres queridos. «Eso, en cierta forma, también fue parte del proceso de volver a la niñez, de sentir que te cuiden un montón», reconoce.