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Sexo y relaciones

Cómo actuar si tu libido es menor que la de tu pareja

Las diferencias en el deseo sexual dentro de una relación son bastante comunes, pero eso no significa que no puedan abordarse de manera efectiva. Cuando uno de los miembros de la pareja tiene un apetito sexual mucho más alto que el otro, pueden surgir conflictos y frustraciones. Sin embargo, con una comunicación abierta, empatía y estrategias creativas, es posible encontrar un equilibrio que satisfaga las necesidades de ambos.

Comprender las causas de la incompatibilidad sexual

La incompatibilidad sexual en una pareja puede tener múltiples orígenes. Algunas de las principales causas incluyen:

Diferencias en los ritmos circadianos

Puede suceder que uno de los miembros de la pareja tenga un patrón de sueño y actividad más matutino, mientras que el otro sea más nocturno. Esto puede generar momentos de mayor o menor disposición sexual que no se alinean, lo que lleva a frustración y rechazo.

Estrés y agotamiento

El ritmo de vida acelerado, las demandas laborales y las responsabilidades del hogar pueden dejar a uno o ambos miembros de la pareja exhaustos y sin energía para la intimidad. El estrés crónico puede mermar significativamente el deseo sexual.

Problemas de salud o disfunciones sexuales

Ciertas condiciones médicas, como desequilibrios hormonales, dolor crónico o disfunciones sexuales, pueden afectar el apetito sexual de una persona, generando incompatibilidad con su pareja.

Falta de comunicación y entendimiento mutuo

Cuando no se habla abiertamente sobre las necesidades y preferencias sexuales, pueden surgir malentendidos, resentimiento y una brecha cada vez mayor entre los miembros de la pareja.

Etapa de la relación

Es común que al inicio de una relación, la pasión y la novedad mantengan un alto nivel de deseo sexual. Sin embargo, a medida que la relación madura, este puede disminuir, generando incompatibilidad.

Comprender las posibles causas de la diferencia en el apetito sexual es el primer paso para encontrar soluciones efectivas. Una vez identificados los factores subyacentes, se puede trabajar en abordarlos de manera constructiva.

Evitar la presión y la culpa

Uno de los errores más comunes cuando hay diferencias en el deseo sexual es caer en la presión y la culpa. El miembro de la pareja con mayor libido puede sentirse rechazado y frustrado, mientras que el de menor deseo puede experimentar ansiedad y malestar.

Es fundamental evitar la presión y respetar las necesidades de cada uno. Presionar al otro para tener relaciones sexuales o hacerle sentir culpable por no estar interesado solo empeorará la situación. En su lugar, se debe cultivar un ambiente de comprensión y apoyo mutuo.

Además, es importante no responsabilizar a uno de los miembros como el «culpable» de la incompatibilidad. Ambos son igualmente responsables de encontrar soluciones y de trabajar en mejorar la situación. Adoptar una actitud de colaboración y empatía es clave para avanzar.

Fomentar la empatía y la conexión emocional

Muchas veces, las diferencias en el deseo sexual están relacionadas con la falta de conexión emocional y entendimiento mutuo. Es fundamental que ambos miembros de la pareja se esfuercen por ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos y necesidades.

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Algunos pasos clave para fomentar la empatía y la conexión emocional incluyen:

Comunicación abierta y honesta

Hablar de manera sincera sobre cómo se sienten, sin juzgar ni culpar, es fundamental. Escuchar con atención y validar los sentimientos del otro ayuda a generar mayor comprensión.

Tiempo de calidad juntos

Dedicar tiempo para estar presentes el uno con el otro, sin distracciones, fortalece los vínculos emocionales. Realizar actividades placenteras y significativas juntos puede reavivar la chispa.

Gestos de afecto y cariño

Expresar el amor y el aprecio a través de pequeños detalles, caricias y muestras de afecto, sin que siempre conlleven una expectativa sexual, ayuda a que la persona con menor deseo se sienta valorada y segura.

Evitar la comparación y la crítica

Juzgar o comparar el desempeño sexual de la pareja solo genera más heridas. En su lugar, se debe celebrar los progresos y alentar los esfuerzos de ambos por mejorar la situación.

Al fomentar la empatía y la conexión emocional, se crea un entorno más propicio para que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos, seguros y dispuestos a explorar la intimidad sexual.

Foto Freepik

Gestionar el deseo individual

Otro aspecto clave es asumir la responsabilidad de gestionar el propio deseo sexual. Tanto la persona con mayor libido como la de menor deseo deben encontrar formas saludables de atender sus necesidades.

Para la persona con mayor deseo:

  • Practicar la masturbación de manera regular puede ayudar a satisfacer parte de sus necesidades sexuales sin presionar a su pareja.
  • Explorar fantasías y material erótico de manera individual puede ser una vía de descarga y exploración sexual.
  • Comunicar sus necesidades a la pareja de manera respetuosa y sin juicios, buscando soluciones en conjunto.

Para la persona con menor deseo:

  • Trabajar en conectar con su propio erotismo a través de lecturas, ejercicios de autoconocimiento y exploración sensual.
  • Comunicar abiertamente lo que necesita para sentirse más dispuesta a la intimidad, como mayor tiempo de afecto sin expectativas sexuales.
  • Considerar terapia o asesoramiento si hay problemas de salud o disfunciones sexuales que afectan su deseo.

Al asumir la responsabilidad de gestionar el propio deseo, se reduce la carga y la presión sobre la pareja, permitiendo que ambos encuentren formas saludables de satisfacerse.

Pactar acuerdos y establecer rutinas

Una estrategia efectiva para abordar las diferencias de libido es establecer acuerdos y rutinas que favorezcan la intimidad.

Pactar acuerdos

Dialogar y llegar a acuerdos mutuos sobre temas como:

  • Frecuencia de las relaciones sexuales
  • Momentos y condiciones preferidos para la intimidad
  • Formas de expresar afecto y cariño sin expectativas sexuales

Estos pactos deben ser flexibles y revisarse periódicamente, evitando que uno de los miembros sienta que siempre está cediendo o el otro que siempre está pidiendo.

Establecer rutinas

Dedicar momentos específicos en la semana o el mes para estar juntos de manera íntima y sin distracciones puede ayudar a que la intimidad sexual se mantenga presente en la relación. Algunas ideas:

  • Reservar un «sábado de pareja» para actividades placenteras
  • Establecer una «hora de intimidad» en la que se dediquen tiempo mutuamente
  • Crear rituales de conexión, como masajes o baños relajantes juntos

Estas rutinas ayudan a que la pareja se sienta más relajada y dispuesta a la intimidad, sin que se convierta en una tarea o una obligación.

Adaptarse a los cambios de la relación

Es importante tener en cuenta que las diferencias en el deseo sexual pueden variar a lo largo de la relación. Lo que funciona en una etapa puede no ser efectivo en otra.

Por ejemplo, al inicio de la relación, cuando la pasión y la novedad están presentes, las diferencias de libido pueden ser menos notorias. Sin embargo, a medida que la pareja madura, es común que el deseo sexual disminuya en uno o ambos miembros.

En estas situaciones, es crucial adaptarse a los cambios y ser flexibles. Lo que funcionaba antes puede que ya no sea efectivo, y se debe estar abierto a probar nuevas estrategias y soluciones.

Además, es importante no perder de vista que la sexualidad es solo una parte de la relación. Cultivar otros aspectos como la comunicación, la confianza y el compañerismo puede ayudar a que las diferencias de libido tengan un menor impacto en la pareja.

Buscar ayuda profesional

Si, a pesar de los esfuerzos, las diferencias de libido siguen generando conflictos y dificultades en la pareja, no duden en buscar ayuda profesional.

Terapeutas de pareja, sexólogos y psicólogos especializados pueden brindar un apoyo invaluable en estos casos. Ellos pueden:

  • Ayudar a identificar las causas subyacentes de la incompatibilidad sexual
  • Guiar a la pareja en la mejora de la comunicación y la conexión emocional
  • Proporcionar estrategias y herramientas específicas para abordar las diferencias de deseo
  • Acompañar a la pareja en el proceso de encontrar soluciones personalizadas

Buscar ayuda profesional no es un signo de fracaso, sino una muestra de fortaleza y compromiso para mejorar la relación. Contar con el apoyo de expertos puede ser clave para superar las diferencias de libido y disfrutar de una vida sexual satisfactoria y mutuamente enriquecedora.

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Dany Levito

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