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Piel que no se broncea: lo que necesitas saber

Tener una piel que no se broncea con facilidad puede ser un desafío, especialmente durante los meses de verano cuando el sol brilla con fuerza. Sin embargo, esto no significa que no puedas disfrutar de los beneficios del sol de manera segura.

Entendiendo los tipos de piel y el bronceado

Es importante comprender que no todas las pieles reaccionan de la misma manera ante la exposición solar. Las personas con pigmentación más oscura tienden a producir más melanina, lo que les otorga una mayor protección natural contra los rayos UV. Por el contrario, aquellos con pieles más claras suelen ser más susceptibles a quemaduras solares y otros daños a la piel.

Aunque la piel con mayor pigmentación puede parecer más resistente, esto no significa que esté exenta de los efectos dañinos del sol. De hecho, incluso las personas con piel oscura pueden desarrollar cáncer de piel si no toman las precauciones adecuadas. Por lo tanto, es crucial que todos, independientemente del tono de piel, adopten medidas de protección solar.

Mitos sobre el bronceado y la piel que no se broncea

Una vez al año no hace daño

Cada exposición excesiva al sol, incluso si es esporádica, puede causar daños irreversibles en la piel, como manchas, arrugas y hasta cáncer de piel. No existe tal cosa como un «bronceado saludable», ya que la piel recuerda cada quemadura y exposición.

Hay que usar cualquier filtro solar

Es importante usar un protector solar, pero no cualquiera. El factor de protección solar (FPS) debe ser acorde al tono de piel. Las personas con piel más clara necesitan un FPS más alto, mientras que quienes tienen piel más oscura pueden usar un FPS más bajo, pero nunca deben prescindir de la protección.

Si el día está nublado, la piel no se quema

Más del 60% de los rayos UV pueden atravesar las nubes y llegar a la piel, causando daños similares a los de una exposición directa al sol. Incluso en días nublados, es crucial utilizar protección solar.

Foto Freepik

Los productos con aceites ayudan a broncear

Realidad: No. Utilizar aceites, gaseosas u otras sustancias para acelerar el bronceado puede dejar manchas imborrables y cicatrices en la piel. En su lugar, se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en betacarotenos y vitamina A, como zanahorias, papayas y espinacas, ya que estimulan la producción de melanina.

Con un FPS alto no hace falta nada más

Además del protector solar, la ropa es la mejor protección. Se recomienda usar pantalones y camisetas de manga larga, preferiblemente de algodón o hilo, que permiten una mejor transpiración. También es importante contar con un sombrero de ala ancha y gafas de sol con protección UV.

Tener la piel bronceada evita que el sol la queme más

La piel tiene memoria y la radiación acumulada a lo largo de la vida se almacena en las células. Esto significa que, incluso con un bronceado permanente, la piel sigue siendo susceptible a los daños causados por el sol.

¿Cómo proteger la piel que no se broncea?

Evita la exposición al sol

La mejor manera de prevenir quemaduras solares es evitar la exposición al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad (de 10 a.m. a 4 p.m.). Busca sombra cuando estés al aire libre y calcula la exposición a los rayos UV mediante la regla de la sombra: si tu sombra es más corta que tú, la exposición es alta.

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Usa protector solar adecuado

Si no puedes evitar la exposición al sol, asegúrate de aplicar un protector solar con un FPS de al menos 30 o más, que brinde protección de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB. Aplica el protector solar 15 a 30 minutos antes de salir al sol y repite la aplicación cada 2-3 horas, especialmente después de nadar o sudar.

Cubre tu piel con ropa

La ropa es tu mejor aliada para proteger la piel que no se broncea. Usa sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV y prendas holgadas y de punto cerrado que cubran tus brazos y piernas.

Protege a los niños

Comienza a proteger a tus hijos del sol desde que son bebés, ya que la mayor parte de la exposición solar se da durante los primeros 18 años de vida. Sigue los principios A-B-C: Alejarse del sol, Bloquear con protector solar y Cubrirse con ropa y accesorios.

Cuidados después de la exposición solar

Incluso con todas las precauciones, es posible que tu piel se vea afectada por la exposición solar. En estos casos, es importante:

  • Hidratar la piel con lociones o cremas de manera frecuente para evitar la resequedad y descamación.
  • Evitar exponerse al sol después de procedimientos como microdermoabrasión, depilación láser o peeling.
  • Suspender el uso de ciertos medicamentos (como antibióticos o anticonceptivos) que pueden aumentar la sensibilidad de la piel.

Beneficios de una piel que no se broncea

Aunque tener una piel que no se broncea puede ser un desafío, existen beneficios que vale la pena considerar:

  • Menor riesgo de envejecimiento prematuro de la piel y aparición de arrugas.
  • Menor probabilidad de desarrollar manchas y pigmentación irregular.
  • Menor riesgo de cáncer de piel, especialmente el melanoma, el más agresivo.

Además, la piel clara natural es más atractiva y saludable que un bronceado artificial obtenido a través de cámaras de bronceado, que han sido clasificados por la Organización Mundial de la Salud como agentes carcinogénicos.

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Dany Levito

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