Cuando estamos estresados o ansiosos, nuestra primera reacción es a menudo alcanzar por alimentos y bebidas que nos brinden consuelo y alivio. Sin embargo, lo que comemos y bebemos puede tener un impacto significativo en nuestros niveles de estrés y ansiedad, a veces empeorando los síntomas en lugar de mejorarlos.
Los dulces y los postres
Los dulces, pasteles, galletas y otros postres cargados de azúcar pueden causar estragos en tu bienestar mental. Estos alimentos provocan picos y caídas dramáticas en los niveles de azúcar en la sangre, lo que a su vez puede desencadenar episodios de estrés y ansiedad. El azúcar es un enemigo del estado de ánimo, ya que puede llevar a la fatiga, los cambios de humor y la irritabilidad.
Además, el consumo excesivo de azúcar se ha vinculado con un mayor riesgo de desarrollar trastornos como la depresión y la ansiedad a largo plazo. Por lo tanto, es importante limitar tu ingesta de estos alimentos dulces y buscar alternativas más saludables cuando necesites satisfacer tu antojo por lo dulce.
Las bebidas azucaradas
Al igual que los dulces, las bebidas azucaradas como los refrescos, jugos y bebidas deportivas pueden causar estragos en tu bienestar mental. Estas bebidas suelen contener una cantidad abrumadora de azúcar, a menudo más de 10 cucharaditas por lata o botella.
Cuando consumes estas bebidas, experimentas un rápido aumento en los niveles de azúcar en la sangre, seguido de una caída igualmente pronunciada. Esto crea un ciclo de altibajos que puede provocar ansiedad, irritabilidad y fatiga. Además, la cafeína presente en muchas de estas bebidas puede exacerbar aún más los síntomas de estrés.
En su lugar, opta por opciones más saludables como agua, té o leche baja en grasa para mantener tus niveles de energía y estado de ánimo más estables.
El alcohol
Muchas personas recurren a una copa de vino o cerveza cuando se sienten estresadas o ansiosas, con la esperanza de que el alcohol las calme. Sin embargo, el consumo de alcohol a menudo tiene el efecto contrario a largo plazo.
Si bien el alcohol puede proporcionar un alivio temporal, a medida que el efecto se desvanece, puede llevar a una mayor deshidratación, problemas de sueño y desequilibrio de los neurotransmisores, todo lo cual puede empeorar el estrés y la ansiedad. Además, el consumo excesivo de alcohol puede conducir a la adicción y problemas de salud relacionados, como enfermedades cardíacas, cáncer y demencia.
Por lo tanto, es mejor limitar o evitar por completo el alcohol cuando se está luchando contra el estrés y la ansiedad. Enfócate en estrategias más saludables, como la meditación, el ejercicio y una dieta equilibrada.
El gluten
Para la mayoría de las personas, el gluten, una proteína presente en granos como el trigo, la cebada y el centeno, no causa problemas. Sin embargo, una pequeña proporción de la población puede experimentar trastornos del estado de ánimo cuando consume alimentos que contienen gluten.
Aunque la razón exacta no está clara, se cree que los cambios en el microbioma intestinal pueden desempeñar un papel. Los estudios han encontrado una asociación entre el consumo de gluten y síntomas de depresión y ansiedad en algunas personas.
Si sospechas que el gluten puede estar afectando tu salud mental, considera probar una dieta libre de gluten durante un período de tiempo para ver si notas mejoras en tus síntomas de estrés y ansiedad.
Las carnes procesadas
Las carnes procesadas, como el tocino, las salchichas y los embutidos, se han vinculado a un mayor riesgo de experimentar síntomas de depresión. Además, las investigaciones sugieren que las personas que consumen más alimentos ultraprocesados, como estos productos cárnicos, tienden a tener niveles de estrés percibido más altos.
La combinación de un mayor riesgo de depresión y niveles de estrés más elevados puede ser una receta para una salud mental comprometida. Trata de limitar tu consumo de carnes procesadas y en su lugar, opta por cortes de carne frescos y sin procesar.
Los productos con cafeína
La cafeína, presente en el café, el té, el chocolate y las bebidas energéticas, es un estimulante que puede acelerar el sistema nervioso central. Si bien una cantidad moderada puede ayudarte a sentirte más alerta y productivo, el consumo excesivo de cafeína puede contribuir al estrés de varias maneras.
Puede aumentar la presión arterial, elevar las hormonas del estrés, amplificar la percepción del estrés y causar problemas de sueño. Por lo tanto, es importante encontrar el equilibrio adecuado en tu consumo de cafeína para evitar que empeore tu estrés y ansiedad.
Alimentos que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad
Ahora que conoces los alimentos y bebidas que pueden empeorar el estrés y la ansiedad, es importante considerar los que pueden tener un efecto positivo. Algunos de estos alimentos incluyen:
Nueces
Las nueces son una excelente fuente de grasas saludables, proteínas y minerales como el magnesio, que pueden ayudar a regular el estrés. Además, contienen fitoesteroles que benefician la salud cardiovascular, lo cual también puede reducir el estrés.
Plátanos
Los plátanos son ricos en vitaminas del grupo B y minerales que pueden mejorar la concentración y el funcionamiento del sistema nervioso. Esto los convierte en un súper alimento contra el estrés.
Cúrcuma
La cúrcuma, con su compuesto activo la curcumina, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad. La curcumina también puede estimular la producción de ácidos grasos omega-3 en el cerebro.
Yogur griego
Los alimentos fermentados como el yogur griego pueden tener un efecto positivo en el estado de ánimo y reducir la ansiedad social, según los estudios. Esto se debe a los probióticos y proteínas que contienen.
Manzanilla
La manzanilla es conocida por sus propiedades calmantes y relajantes, gracias a los flavonoides que posee. Beber té de manzanilla puede ser una forma efectiva de aliviar el estrés y la ansiedad.
Chocolate negro
El cacao, el principal ingrediente del chocolate negro, es una fuente valiosa de magnesio, que puede ayudar a regular el estado de ánimo. Además, los flavonoides en el chocolate negro pueden reducir la inflamación y proteger contra el daño celular en el cerebro.
Miel
La miel tiene propiedades calmantes que pueden tener un efecto positivo en nuestro estado de ánimo. Contiene oligoelementos como calcio, potasio y magnesio que ayudan a combatir el estrés, la fatiga y la depresión.
Cereales integrales
Los carbohidratos complejos en los cereales integrales, como el pan, el arroz y la avena, proporcionan energía lenta y estable para el cerebro. Además, son ricos en vitaminas del grupo B, que pueden ayudar a equilibrar el estado de ánimo y regular el estrés.
Aguacate
El aguacate es una excelente fuente de grasas monoinsaturadas y potasio, ambos beneficiosos para combatir el estrés. Los ácidos grasos monoinsaturados pueden prevenir la depresión, mientras que el potasio ayuda a mantener la presión arterial saludable.
Pescados grasos
Los pescados grasos, como el salmón, el atún y las sardinas, son ricos en ácidos grasos omega-3, que han demostrado tener efectos positivos en la salud mental. Estos ácidos grasos pueden regular los neurotransmisores, reducir la inflamación y apoyar la función cerebral saludable.
Al incorporar estos alimentos nutritivos en tu dieta, puedes aprovechar sus propiedades calmantes y beneficiosas para el estado de ánimo, lo que te ayudará a manejar mejor el estrés y la ansiedad.
