¿Debemos cambiar nuestra dieta cuando hacemos ejercicio?
La nutrición es un aspecto fundamental para cualquier persona que desee llevar un estilo de vida activo, pero se vuelve aún más crucial para quienes practican deportes de manera regular. Aunque la motivación puede aumentar tras eventos como los Juegos Olímpicos, es esencial entender que la alimentación de un atleta profesional no se asemeja a la de un deportista ocasional.
Evaluación de la frecuencia e intensidad del ejercicio
La base de una buena alimentación para deportistas radica en reconocer que cada persona tiene necesidades diferentes. Por ejemplo, atletas de élite como Simone Biles o Cassandre Beaugrand siguen dietas meticulosamente planificadas para maximizar su rendimiento y recuperación. Esto se traduce en un aumento significativo de la ingesta calórica y de proteínas, que pueden variar entre 500 y 1000 calorías adicionales al día, dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio.
Si bien aquellos que entrenan de forma intensa varias veces a la semana requieren un enfoque nutricional específico, los que hacen ejercicio moderado una o dos veces por semana pueden no necesitar ajustes significativos en su dieta. Por ejemplo, una sesión de yoga o una caminata ligera no demandan el mismo nivel de energía que un entrenamiento de resistencia prolongado. Veamos algunas recomendaciones generales:
Entrenamientos intensos: para quienes entrenan cinco o más veces por semana, es crucial aumentar la ingesta de carbohidratos y proteínas.
Ejercicio moderado: si la actividad se limita a una o dos sesiones semanales, mantener una dieta equilibrada suele ser suficiente.
Mejorando el contenido de los comidas
Una alimentación adecuada para deportistas debe incluir una variedad de macronutrientes. Los carbohidratos son vitales para proporcionar energía, mientras que las proteínas son necesarias para la reparación y el crecimiento muscular. Los lípidos, especialmente los ácidos grasos esenciales como los omega-3, también juegan un papel importante en la salud general y la inflamación. Algunos alimentos recomendados son:
Carbohidratos: frutas, verduras y granos integrales son fuentes ideales.
Proteínas: carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos son excelentes opciones.
Grasas saludables: nueces, semillas y aceites saludables deben ser parte de la dieta diaria.
Ejemplo de plan de comidas
Comida | Alimentos sugeridos |
Desayuno | Avena con frutas y nueces |
Almuerzo | Ensalada de pollo a la parrilla con quinoa |
Cena | Salmón al horno con espárragos y arroz integral |
Snack Pre-entrenamiento | Yogur griego con miel y frutas |
Snack Post-entrenamiento | Batido de proteínas con plátano y espinacas |
La importancia de las proteínas
Las proteínas son fundamentales para la recuperación muscular. La cantidad recomendada varía según el nivel de actividad. Para deportistas que entrenan intensamente, se sugiere un consumo de 1.2 a 2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. En contraste, aquellos que se ejercitan de manera moderada pueden necesitar alrededor de 0.8 gramos.
Tomemos el ejemplo de una persona que ha comenzado a correr regularmente. Si esta persona pesa 65 kg, su ingesta proteica debería ser, al menos, de 52 gramos diarios. Si se encuentra por debajo de este umbral, puede experimentar fatiga y lesiones.
Hidratación: un elemento clave
La hidratación es crucial para el rendimiento deportivo. La deshidratación puede afectar negativamente tanto el rendimiento físico como la recuperación. Es esencial beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio. Estas son algunas estrategias de hidratación:
Antes del ejercicio: consumir al menos 500 ml de agua 2 horas antes de entrenar.
Durante el ejercicio: beber cada 15-20 minutos, especialmente en sesiones prolongadas.
Después del ejercicio: reponer líquidos perdidos, tomando agua o bebidas deportivas.
Snacks y colaciones: ¿son necesarios?
Las colaciones pueden ser útiles, pero deben ser proporcionales al esfuerzo realizado. Si el último alimento fue hace más de 3 horas, un snack ligero puede ser beneficioso. Sin embargo, no todas las sesiones de ejercicio justificarán un aumento calórico significativo.
Impacto de la alimentación en la pérdida de peso
Es común que quienes comienzan a hacer ejercicio esperen una rápida pérdida de peso. Sin embargo, el ejercicio por sí solo no garantiza resultados si no se controla la ingesta calórica. Es importante tener en cuenta que la actividad física puede aumentar el apetito, lo que podría llevar a consumir más calorías de las que se queman. Te recomendamos seguir las siguientes estrategias para el control de peso:
Registrar la ingesta: llevar un diario de alimentos puede ayudar a mantener un seguimiento de lo que se consume.
Ser consciente de las porciones: prestar atención a las porciones puede prevenir el exceso de calorías.
Adaptaciones a la dieta según el progreso
Es fundamental ajustar la dieta a medida que se avanza en el entrenamiento. Si se notan cambios en la energía, el rendimiento o la recuperación, puede ser necesario reevaluar la ingesta nutricional. Trabajar con un nutricionista deportivo puede proporcionar orientación personalizada y asegurar que se satisfagan todas las necesidades nutricionales.
Suplementos: ¿Son necesarios?
La mayoría de las personas pueden obtener todos los nutrientes necesarios a través de una dieta equilibrada. Sin embargo, en ciertos casos, los suplementos pueden ser útiles, especialmente para aquellos con dietas restrictivas o necesidades específicas.
Tipos comunes de suplementos
Proteína en polvo: útil para quienes tienen dificultades para alcanzar sus requerimientos proteicos.
Multivitamínicos: pueden ser beneficiosos para asegurar una ingesta adecuada de micronutrientes.
La psicología de la alimentación en el deporte
La mentalidad hacia la comida puede influir en el rendimiento deportivo. Una relación saludable con la comida es esencial para mantener la motivación y el enfoque en los objetivos deportivos. Para esto:
Evitar la culpa: no hay alimentos «prohibidos»; se trata de equilibrio y moderación.
Centrarse en el rendimiento: en lugar de enfocarse en la pérdida de peso, centrar la atención en la mejora del rendimiento.