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Salud

¿Por qué el cáncer se propaga a los pulmones con tanta frecuencia?

Cuando escuchamos sobre el cáncer, una de las palabras más temidas que lo acompañan es la metástasis. Esto ocurre cuando las células cancerosas viajan desde su punto de origen hacia otras partes del cuerpo. Lo curioso es que los pulmones suelen ser uno de los órganos donde estas células tienden a instalarse con mayor frecuencia. Pero, ¿qué los hace tan «atractivos» para el cáncer?

Los pulmones como destino principal

Los pulmones son órganos esenciales llenos de vasos sanguíneos y linfáticos. Su función principal es transportar oxígeno al cuerpo y eliminar dióxido de carbono. Pero también actúan como una red activa donde circulan grandes cantidades de sangre. Esta vasta circulación convierte a los pulmones en un lugar común para que las células cancerosas viajen a través del torrente sanguíneo y se alojen allí.

En pocas palabras, los pulmones funcionan como un filtro gigante. Las células que se mueven por la sangre pueden quedar atrapadas en ellos fácilmente. Esto crea el escenario perfecto para que estas células se adhieran a los tejidos pulmonares, se multipliquen y formen nuevos tumores. Además, la gran cantidad de vasos sanguíneos en los pulmones les da a estas células acceso a nutrientes, lo que facilita su crecimiento y expansión.

El papel de los vasos linfáticos y sanguíneos

El sistema linfático trabaja en conjunto con el sistema circulatorio y juega un papel crucial en cómo el cáncer se mueve por el cuerpo. Este sistema, que transporta un líquido llamado linfa, conecta varios órganos, incluidos los pulmones. Si el cáncer invade los ganglios linfáticos cercanos, tiene un camino directo hacia los pulmones.

La proximidad de los órganos también influye. Por ejemplo, los tumores en el seno, el colon o el riñón a menudo liberan células que terminan alojándose en los pulmones debido a la cercanía y la conexión vascular.

¿Por qué las células cancerosas prosperan en los pulmones?

No todas las células cancerosas que llegan a los pulmones logran formar tumores secundarios, pero muchas lo hacen. Los pulmones ofrecen un entorno rico en nutrientes y oxígeno, ideal para el crecimiento maligno. Por si fuera poco, investigaciones recientes han señalado que ciertos compuestos presentes en los pulmones, como el aminoácido aspartato, parecen facilitar este proceso. Este aminoácido actúa como un «fertilizante» molecular, incentivando la multiplicación de las células malignas.

Además, la estructura de los pulmones, que está diseñada para permitir el intercambio de gases, también crea áreas vulnerables donde las células cancerosas pueden adaptarse fácilmente.

Foto Freepik

Daño colateral: cómo afecta la metástasis al pulmón

Cuando el cáncer llega a los pulmones, las complicaciones van más allá de los tumores. Las consecuencias más comunes incluyen:

  • Acumulación de líquido en la pleura, causando presión, dificultad para respirar y dolor. Esto aumenta la sensación de asfixia.
  • Obstrucción de las vías respiratorias, limitando el flujo de aire y reduciendo la capacidad pulmonar. Esto causa tos y dificulta actividades básicas.
  • Inflamación y daños en tejidos cercanos, empeorando la función pulmonar y acelerando el desgaste físico.

Estos problemas no solo afectan la respiración, sino que también provocan agotamiento severo. Los pacientes enfrentan el tumor y síntomas que erosionan su calidad de vida, haciendo casi imposibles las tareas cotidianas y afectando su independencia y bienestar.

¿Se puede prevenir la metástasis al pulmón?

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Evitar que el cáncer se propague por completo es extremadamente difícil. Sin embargo, detectarlo temprano sigue siendo la mejor arma. Los exámenes regulares, especialmente para quienes tienen antecedentes familiares de cáncer o factores de riesgo como tabaquismo, son fundamentales.

La investigación médica también se está enfocando en desarrollar terapias dirigidas que bloqueen la capacidad del cáncer de invadir nuevos órganos. Neutralizar los recursos que las células cancerosas necesitan, como el aspartato, es una de las estrategias más prometedoras.

La razón por la que el cáncer se propaga a los pulmones con tanta frecuencia radica en la anatomía y funcionalidad únicas de este órgano. Su conexión con el sistema circulatorio y linfático, junto con un entorno propicio para el desarrollo de células tumorales, los convierte en un «objetivo fácil».

Aunque este tipo de metástasis plantea desafíos médicos importantes, los avances en la ciencia ofrecen esperanza. Detectar el cáncer temprano y comprender mejor sus mecanismos de propagación nos acerca a tratamientos más eficaces. En última instancia, la clave está en estar informados y proactivos cuando se trata de nuestra salud.

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Dany Levito

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