Este dispositivo aumenta tu factura de luz aunque esté apagado
¿Sabías que algunos aparatos eléctricos siguen consumiendo energía aunque estén apagados? Este fenómeno, conocido como «consumo fantasma», puede ser el responsable de hasta un 10-20% de tu factura de luz anual. Parece inofensivo, pero muchos hogares gastan más de lo necesario sin siquiera darse cuenta. Hoy te explicamos qué dispositivos debes vigilar y cómo evitar este gasto innecesario.
¿Qué es el consumo fantasma?
El consumo fantasma sucede cuando un dispositivo sigue conectado y usando electricidad, aunque no esté en uso. Esto ocurre porque muchos aparatos permanecen en modo de espera (standby). Aunque parezcan apagados, continúan realizando tareas como recibir señales, conectarse al WiFi o actualizar software en segundo plano.
Un ejemplo claro son los televisores inteligentes, populares en muchos hogares. Aunque no los estés viendo, estas pantallas modernas necesitan mantenerse activas para procesar comandos de voz, descargar actualizaciones o estar listas para encenderse al instante. Esto los convierte en campeones del consumo discreto.
Otros dispositivos siguen una lógica parecida. Cargadores enchufados, incluso sin conectar a un aparato, siguen absorbiendo energía. Este consumo es pequeño pero constante y acumulativo, afectando directamente tu factura eléctrica.
¿Cuáles son los aparatos más problemáticos?
No todos los dispositivos generan el mismo nivel de consumo fantasma. Los que requieren más energía incluso en reposo, crean el mayor impacto. Aquí algunos de los principales culpables:
Televisores inteligentes: aunque no los uses, un Smart TV puede gastar entre 5 y 10 vatios por hora en modo espera. Ese número, aunque pequeño por hora, suma entre 20 y 30 euros al año, dependiendo del costo de la electricidad en tu área.
Decodificadores y consolas de videojuegos: estos equipos necesitan estar listos para recibir actualizaciones, por lo que consumen energía constantemente. Las consolas más modernas, por ejemplo, descargan datos en segundo plano, lo que resulta en un consumo continuo.
Microondas: aunque no estés calentando comida, su reloj digital y las funciones en espera, como el temporizador, siguen utilizando electricidad.
Cargadores de dispositivos: dejarlos enchufados cuando no están cargando nada es un error común. Aunque el consumo es bajo, puede representar un desperdicio innecesario si sucede todos los días.
En promedio, una casa puede tener entre 15 y 20 dispositivos conectados simultáneamente, generando consumo fantasma sin que te des cuenta. El impacto puede pasar desapercibido mes a mes, pero al final del año, ese costo extra se hace evidente.
¿Cuánto puedes ahorrar al desconectar estos aparatos?
Aunque cada dispositivo consuma una pequeña cantidad, el gasto acumulado a lo largo del año puede ser significativo. En promedio, el consumo fantasma representa 100 euros al año para un hogar típico. Dejar de desperdiciar esta cantidad podría incluso cubrir parte de otra factura mensual, como internet o agua.
Por ejemplo, desenchufar tu cafetera eléctrica cuando no la uses podría ahorrarte de 3 a 4 euros al año, lo que a primera vista parece poco, pero suma mucho con otros aparatos desconectados.
¿Cómo evitar el consumo fantasma?
Reducir este gasto no implica cambiar todos tus dispositivos por versiones más eficientes. Algunas simples acciones pueden tener un gran impacto en tu factura:
Desconecta lo que no uses: adquiere el hábito de desconectar dispositivos como microondas, consolas o cargadores cuando no están en uso.
Usa regletas con interruptor: estos enchufes te permiten desconectar varios aparatos al mismo tiempo con solo pulsar un botón.
Ajusta configuraciones: muchas Smart TVs permiten desactivar su modo conectado. También puedes programar ciertos dispositivos para que solo descarguen actualizaciones cuando estén encendidos.
Invierte en enchufes inteligentes: estos gadgets cortan automáticamente la corriente de los dispositivos en “standby”. Son prácticos y fáciles de usar.
Revisa las etiquetas de consumo: los electrodomésticos más recientes suelen tener mejores estándares de eficiencia energética. Busca opciones que cumplan con normativas como el etiquetado europeo clase A.
El caso especial de los electrodomésticos grandes
No todos los dispositivos deberían desconectarse por completo. Aparatos como lavadoras y lavavajillas necesitan permanecer conectados en algunos casos, ya que el modo de espera suele detectar fugas de agua o cambios inusuales en la presión interior. En estos casos, es mejor informarse a través del manual del usuario antes de decidir desenchufarlos.
El consumo fantasma es un enemigo silencioso de la eficiencia energética, pero no tiene que ser un problema permanente. Con pequeños ajustes en tus hábitos diarios, puedes reducir este gasto innecesario y al mismo tiempo contribuir a cuidar el medio ambiente. Deja de regalarle dinero a tu compañía eléctrica y empieza a desconectar esos «vampiros de energía». ¿Listo para empezar? ¡Tu billetera y el planeta te lo agradecerán!