Encuentran a una abuela desnuda en un hotel después de que le pusieran drogas en una bebida durante sus vacaciones
Durante unas vacaciones en Tailandia, una mujer de 61 años vivió una experiencia traumática que ha decidido compartir con el objetivo de alertar a otros viajeros. Janet West, originaria de Swansea, asegura que su bebida fue adulterada durante una celebración por el Año Nuevo Tailandés, lo que la llevó a situaciones preocupantes e inexplicables. Este caso pone en evidencia los peligros de consumir bebidas locales que no han sido correctamente reguladas o destiladas.
Una noche que cambió todo
Janet recuerda que la fatídica noche comenzó como cualquier otra. Atrajo su atención un famoso ritual en Bangkok, donde se sirven bebidas mezcladas en cubos llenos de alcohol y hielos, acompañados de pajillas. Creyendo que estaba bebiendo un simple whisky con cola, nunca imaginó lo que sucedería después. Tras regresar a su habitación y quedarse dormida, Janet tardaría horas en darse cuenta de que algo andaba mal.
Horas más tarde, se dio cuenta de que no era un sueño. El personal del hotel la encontró vagando desnuda sin rumbo por los pasillos. Según testigos, estuvo en ese estado durante al menos cuatro horas, sin recordar cómo llegó a ese punto. Incluso mencionó haber sentido que estaba soñando con ser adolescente nuevamente, y que debía llegar a un hospital para un supuesto embarazo.
Casos relacionados con intoxicaciones por alcohol adulterado
La situación de Janet no es un hecho aislado. Su experiencia ocurrió en un contexto donde ya se investigaban muertes en países vecinos, como Laos, debido al consumo de alcohol mezclado con metanol, una sustancia tóxica utilizada para abaratar costos. Seis turistas, incluido un estudiante británico, fallecieron tras haber ingerido este tipo de bebidas.
El personal del hotel explicó que es común encontrar alcohol local poco o mal destilado en estos festivales, lo que aumenta significativamente el riesgo para los visitantes. Janet fue afortunada de haber salido con vida y sin aparentes secuelas, pero este evento marcó un antes y un después en cómo afronta sus viajes.
Los peligros del alcohol no regulado
En países del sudeste asiático, como Tailandia, Laos o Camboya, el alcohol destilado localmente es una opción económica, pero también altamente peligrosa. Sin un proceso adecuado de destilación, estas bebidas pueden contener metanol o etanol en concentraciones tóxicas. Janet asegura que esa noche probablemente ingirió etanol adulterado, lo que explicaría su desorientación y comportamientos atípicos.
Además, enfatiza que la cultura festiva de estos lugares puede presionar a los viajeros a beber sin cuestionar lo que consumen: desde promociones como «shots gratis» hasta vendedores ambulantes que ofrecen bebidas preparadas en cubos.
El impacto emocional y las lecciones aprendidas
El incidente dejó una huella emocional en Janet. Aunque continuó viajando y regresó a Tailandia años más tarde, adoptó un enfoque más cauteloso. Actualmente opta por beber moderadamente y prefiere importados o cervezas embotelladas, asegurando que la diferencia de precios vale la pena por la seguridad.
También expresó su preocupación y tristeza hacia turistas que han perdido la vida en circunstancias similares. Janet lamenta profundamente que existan quienes lucren sin importar las consecuencias para los demás.
Consejos para viajeros en busca de seguridad
El caso de Janet permite reflexionar sobre las prácticas seguras al viajar. Aquí hay algunas recomendaciones clave para evitar tragedias:
Investiga la procedencia del alcohol: evita consumir bebidas locales que no provengan de fábricas reguladas.
Opta por botellas cerradas: si tienes dudas, elige cervezas o licores embotellados y sellados de marcas reconocidas.
Evita beber en exceso: especialmente en lugares públicos con multitudes, donde pérdida de conciencia o confusión pueden ponerte en peligro.
Desconfía de bebidas vendidas en la calle: aunque pueden parecer parte de la experiencia cultural, muchas veces no cumplen con los estándares mínimos.
La experiencia de Janet West es un recordatorio claro de lo impredecible que pueden ser algunas aventuras internacionales. El consumo de alcohol adulterado no solo pone en riesgo la salud, sino también la seguridad y la vida de las personas. Viajar puede ser una experiencia enriquecedora, pero nunca debe hacerse a costa de la seguridad. Al compartir su historia, Janet espera que otros viajeros estén más atentos y eviten pasar por lo que ella tuvo que vivir.
Cuando planees tus próximas vacaciones, recuerda que la prevención siempre será tu mejor aliada para disfrutar sin preocupaciones.