¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Salud

Melatonina: ¿Por qué quizás no deberías tomarla?

La melatonina, conocida como la “hormona del sueño”, juega un papel clave en la regulación de los ciclos de sueño-vigilia. Esta molécula, producida naturalmente por la glándula pineal, ayuda a sincronizar el cuerpo con los ritmos circadianos. Sin embargo, el uso de melatonina sintética en forma de suplementos no siempre es seguro o recomendado.

¿Qué es la melatonina y cómo funciona?

La melatonina es una hormona producida en el cerebro en respuesta a la oscuridad. Ayuda a reducir la temperatura corporal y a preparar el cuerpo para dormir. Se encuentra en concentraciones máximas durante la noche y comienza a disminuir poco antes del amanecer, marcando el inicio del ciclo de vigilia.

Aunque en ocasiones se utiliza la melatonina sintética para tratar trastornos como el insomnio o los efectos del desfase horario, este enfoque tiene cierta controversia. El cuerpo, en la mayoría de los casos, puede autorregular sus niveles de melatonina con la exposición adecuada a la luz natural y buenos hábitos de sueño.

¿Cuándo es perjudicial tomar melatonina?

Aunque muchas personas asocian la melatonina con una solución inofensiva para dormir, no está exenta de riesgos. Su suplementación está desaconsejada en numerosos casos:

Interacción con medicamentos: la melatonina puede interferir con ciertos fármacos como anticoagulantes, antidepresivos y tratamientos para la presión arterial. Estas interacciones pueden reducir la eficacia de los medicamentos o intensificar sus efectos secundarios.

Efectos secundarios inesperados: varias personas han reportado síntomas como mareos, cefaleas, vómitos, o incluso pesadillas y temblores. En casos más graves, afecta el estado de ánimo y causa irritabilidad o depresión de corta duración.

Trastornos médicos preexistentes: para quienes sufren de epilepsia, enfermedades autoinmunes, o trastornos inflamatorios, la melatonina puede agravar los síntomas. También está contraindicada en personas con problemas de coagulación o trastornos del comportamiento.

Uso prolongado: se recomienda no superar los dos o tres meses de uso continuo. La dependencia o la desregulación de la producción natural del cuerpo puede generar complicaciones a largo plazo.

Foto Freepik

La variabilidad en la dosificación y calidad de los suplementos

Uno de los mayores desafíos relacionados con los suplementos de melatonina es la falta de regulación. Estudios han demostrado que muchas marcas contienen dosis muy superiores a las indicadas en sus etiquetas, en ocasiones hasta un 500% más de lo anunciado. Además, pueden contener contaminantes no detectados debido a controles de calidad insuficientes, lo cual aumenta los riesgos para los consumidores.

Esta incertidumbre en la composición del producto hace difícil calcular una dosis segura y eficaz, llevando a posibles efectos adversos o sobredosificaciones accidentales.

Alternativas a la melatonina para dormir mejor

En lugar de recurrir a suplementos, existen estrategias naturales y efectivas para mejorar la calidad del sueño:

Exposición a la luz natural: pasar tiempo al sol durante el día ayuda a regular los ritmos circadianos. Por las noches, reduce la exposición a la luz artificial, especialmente en pantallas, que emiten luz azul y suprimen la producción de melatonina.

Rutinas antes de dormir: crear un ambiente relajante antes de ir a la cama fomenta un mejor descanso. Actividades como leer, meditar o escuchar música tranquila son excelentes opciones.

Alimentos ricos en melatonina: consumir cereales integrales, nueces, frutas como las cerezas o plátanos, y vegetales como el brócoli, puede estimular la producción de esta hormona de manera natural.

Terapias cognitivo-conductuales: para quienes sufren de insomnio crónico, trabajar en la gestión de pensamientos y hábitos negativos relacionados con el sueño puede ser efectivo y proporciona beneficios a largo plazo.

Lee también:

Ejercicio regular: la actividad física, cuando se practica a horas adecuadas, mejora tanto la calidad como la cantidad de sueño.

La melatonina, aunque útil en ciertos casos a corto plazo, no debería ser tu primera opción para resolver problemas de sueño. Sus efectos secundarios, interacción con medicamentos y la falta de regulación en los suplementos disponibles en el mercado la convierten en una solución que debe manejarse con cautela. En su lugar, priorizar hábitos saludables y estrategias naturales no solo es más seguro, sino que también promueve una relación más sostenible con el descanso.

Antes de considerar la suplementación, es fundamental consultar con un profesional de la salud que pueda evaluar tus necesidades individuales. Dormir bien es esencial, pero es mejor abordarlo desde un enfoque integral y consciente.

5/5 - (1 voto) ¿Le resultó útil este artículo?
Dany Levito

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *